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La familia cosplayer de Salamanca: Nacho, Charo y Violeta se visten en conjunto de sus personajes de ficción favoritos

Son padre, madre e hija, y hace unos años descubrieron el cosplay como una forma más allá de disfrutar su afición por “el mundo friki”. Desde entonces, acuden a eventos y participan en concursos ganando numerosos premios. Admiten que conforman una imagen poco habitual en ese mundo, ya que no es común ver a familias enteras participando en estos actos. Lo que más les gusta es, según cuentan, que todo el mundo se trate de igual a igual, sin tener en cuenta la edad

Collage cosplay familia

El cosplay –la aficiónde caracterizarse como personajes de ficción de comics, películas ovideojuegos- se está popularizando cada vez más. Ha pasado de ser algo de gruposmuy reducidos de personas a protagonizar cada vez más grandes eventos en todaslas ciudades. Y, cómo no, como cualquier gran hobby, conquista a personas de todas las edades y de perfiles muydiferentes.

Es el caso de Nacho, Charo y Violeta, que representan unaimagen muy curiosa y nada habitual: ver una familia completa haciendo cosplay, dado que lo habitual son gruposde amigos. Pero vayamos por el principio. La madre, Charo, cuenta que empezaron“de una forma un poco absurda. A nosotros siempre nos ha gustado el mundo friki”.

Ella, por ejemplo, pintaba miniaturas de warhammer y hacía dioramasde la Segunda Guerra Mundial. Y, precisamente, adentrándose más en ese mundo,comenzaron a ir a eventos, donde descubrieron el cosplay: “Yo no sabía lo que era el cosplay, no tenía ni idea. Empiezas a hacer cosas para jugar conlos amigos, pero no eso como tal. Me enteré después de lo que era”.

El primer contactocon el cosplay

El primer evento al que acudieron como público fue ExpoManga (Madrid) en 2014, cuando Violeta, que actualmente tiene 12 años, tenía 6.“Nos encantó todo lo que vimos. A nosotros nos gusta mucho todo lo que tenga quever con Japón y los videojuegos y esto es una cosa más. Intentamos hacer algo,más que nada por estar con la gente, vestirnos y hacer cosas”, detalla Charo.

Y aunque cuenta que en los inicios no tenían ni idea de cómohacerlo, sí tenían clara una cosa: “Lo que queríamos era hacerlo los tres, loteníamos claro. Además, como nos gustan las mismas cosas de ocio alternativo,lógicamente también quieres hacerlo con tu hija”. En este sentido, Nachoexplica que en ese desconocimiento ni siquiera sabían si iban a poder hacerlolos tres, incluyendo la niña.

Cuando fueron a Madrid recuerdan que como ese fenómeno estabaempezando, había poca gente. Eso sí, de un carácter muy acogedor: “La mayoríade la gente estaba vestida, era amabilísima, era un mundo muy abierto a preguntar.Volvías con un montón de amigos, de información y de ganas de hacer cosas”.

Los tres destacan el aspecto abierto de este tipo deeventos. Charo, que tiene unos 40 años y trabaja como teleoperadora, lorecalca: “Normalmente tú sabes que con cierta edad hay ciertas cosas que no seven bien. Por ejemplo, el hacer nuestras cosas frikis es un poco extraño. Y,sin embargo, allí da igual. Igual estás con un señor de 50 años, o con unchaval de 20 y hablas exactamente lo mismo, al mismo nivel de intereses, y detú a tú”. Eso es lo que más les atrae de este tipo de eventos: “Nunca jamás noshan tratado con diferencia por la edad ni por nada”.

Violeta recuerda con nostalgia aquel día: “No sabía por quéestábamos esperando una cola tan larga, no sabía dónde estaba. Pero entré y viun montón de trajes y de puestos de cosas que por fin me gustaban”. Detalla que“siempre he tenido unos gustos que eran distintos a los demás, y aunque habíagente que aunque le gustaba lo mismo, no era exactamente lo mismo. No habíatiendas de lo que a mí me gusta, pero allí sí”.

Los primeros trajes

Para este primer evento, el padre y la madre se vistieron detemática japonesa, e hicieron el primer cosplaypara Violeta con dos trajes: uno con cosas compradas de Arale (Dr Slump) y otro fabricado de Nicky Aprendiz de Bruja. Nacho recuerda cómo fue hacerlo: “Hacer elprimero es más complicado, no sabíamos nada de costura”.

Charo, entre risas, admite que esos trajes para Violeta fueronhorribles: “No teníamos máquina de coser. Lo ves ahora y dices ¡Madre mía,¿cómo la metimos ahí?, porque el traje estaba pegado”. “La primera vez que locosimos no entraba porque se lo habíamos hecho de la medida de la cintura y noentraba por los hombros, no pensamos que tenía cabeza”, añade Nacho, tambiénriéndose. Eso sí, aunque por dentro era un amasijo de hilos, trabajaron entodos los detalles del personaje con una radio hecha de gomaeva y pintaron unoszapatos de rojo.

El primer cosplay conjunto de la familia

Tanto les gustó la experiencia, que apenas unos meses despuésfueron al siguiente evento. Fue la Madrid Games Week y, esta vez sí, ya lostres llevaban trajes. Aprovechando que este encuentro es sobre videojuegos yque acababa de salir The Last Of Us,que es de un padre y su hija, Nacho y Violeta hicieron los trajes respectivos.Además, Charo se vistió de un personaje secundario del mismo juego. “Fue la primeravez que fuimos de cosplay en grupo. A partir de entonces siempre hemosintentado que fuéramos los tres con personajes de la misma cosa o del mismotema”, afirma Nacho.

Consideran que este disfraz conjunto “fue un éxito, sobretodo por Violeta, porque era el juego de moda y había mucha gente con cosplay de The Last Of Us, pero nadie con una niña haciendo de niña, siemprecon una chica de 20 años como mucho haciendo de niña. El éxito fue tremendo”. Talfue así que ganaron el primer premio del concurso por likes: “Fue una sensaciónmuy extraña. Aparte nos hicieron muchísimas fotos y fue un poco agobiante. Noagobiante para mal, sino de sorpresa por la atención que atraía el traje”.

Charo además detalla que no solo se dedicaron a exhibir sustrajes, sino que también recrearon las actuaciones de The Last Of Us: “Íbamos todo el rato en plan supervivientes a todo,incluso a hacer las colas. Nos los pasamos muy bien, porque es un videojuego alque teníamos muchísimo cariño, teníamos muchísima ilusión de hacerlo y noteníamos ni idea de que iba a gustar así, porque no esperas que llame tanto laatención”.

Y es que, en el cosplayno solo está la parte del costume(disfraz, en inglés), sino que también está el play (actuar). Esta es, de hecho, la parte favorita del padre, quees actor. En aquel evento Violeta participó en un concurso infantil y fue laúnica que hizo una actuación. Desde entonces, siempre que la familia haparticipado en concursos lo ha hecho en las vertientes de actuación.

Charo matiza que hay gente que es especialmente buenahaciendo los trajes, sin embargo, en el caso de la familia, como no cuentan conlos materiales o el espacio para ello, intentan potenciar la actuación. “Lo quesiempre hemos pensado es que si no me gusta un personaje y no quiero hacer laactuación, no me voy a hacer el traje. Desde que nos lo ponemos hasta que noslo quitamos estamos en personaje, no solo porque vayas a hacer la actuación, tegusta ir de eso, vas continuamente en ese rol.”.

Después del primercontacto, ¿de qué hace cosplay lafamilia?

Tal y como explicaban, procuran hacer siempre cosplays de la misma temática. Por ejemplo,son aficionados de Star Wars y hanhecho bastantes de eso y también será el próximo que hagan con la nuevapelícula. Participaron también en el desfile que tuvo lugar hace apenas unassemanas del Training Day y salieron tan encantados que ya están buscando trajespara participar en el siguiente: “Cuando vemos un ambiente en el que la gentedisfruta, enseguida queremos formar parte de eso, fue lo que pasó con el cosplay”.

Pero también han hecho algunos individuales, como de Wonder Woman para Violeta o de Batman para Nacho, que es, de hecho, unode los trajes que más usa. Charo, por su parte, prefiere personajes distintosen los que “no vaya de yo”: “No me gustan los personajes de mujeres, me gustano bichos o armaduras o cosas raras. Es una caracterización más compleja de laque no sabes mucho. Hay algunos que tengo en mente pero te da un poco de miedoel maquillaje, pero es ponerse”.

En el futuro la familia de Salamanca tiene claro quecontinuará con el cosplay: “Es unmundo que te abre muchísimas puertas a cosas distintas, porque si a cada unonos gustan cositas distintas hay para todo y más”. También Violeta, que a pesarde su corta edad, cada vez aprende más de este mundo y se entusiasma por él.¿El siguiente paso? Aprender a coser para poder hacer ella misma los trajes.

Comentarios
Impresionante Hace 4 años (04/11/2019 09:48)
Cosplay, ser friki, etc... lo que sea pero es algo importantisimo, nunca hay que generalizar claro está pero hoy en día desgraciadamente lo que más predomina en una familia de este tipo o similar es que cada miembro estén en un espacio distinto de la casa sin comunicación alguna...televisión, consolas, móviles, etc... Luego nos alarmamos de los desastres que ocurren en nuestra sociedad <br/>2919
anónimo Hace 4 años (04/11/2019 08:42)
Genial lo bien caracterizados que están. Es más que un disfraz. El de Batman impresiona verlo. Vaya porte! <br/>3013
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