‘Farmacia Enfurecida’, el ‘influencer’ salmantino que combate bulos sobre medicamentos: “(por una vez) haced caso a la tele: consultad a vuestro farmacéutico”

Guillermo Martín Melgar es un joven salmantino de 29 años que, ya siendo estudiante, empezó a usar las redes sociales para hablar del día a día de un estudiante de Farmacia. Unos cuantos años después, Guillermo trabaja como farmacéutico comunitario y acumula más de 50.000 seguidores en Instagram, aunque también tiene un perfil en Twitter y en Facebook de Farmacia Enfurecida. Lo hace concienciando sobre la importancia de no subestimar los medicamentos, y siempre con cierto toque de humor. Este viernes, 7 de noviembre, ha publicado su primer libro, Esta farmacia es una cruz. Charla con SALAMANCA24HORAS sobre su trayectoria y su experiencia como influencer

 Farmacia enfurecida
Farmacia enfurecida

¿Cómo empezaste en las redes sociales y cómo llegaste a tener este número de seguidores?

Empecé comentando con un toque de humor (que falta hace) el día a día de los estudiantes de Farmacia y, al acabar, seguí haciendo lo mismo con el mundillo de farmacia.

¿Están siendo las redes sociales una plataforma para concienciar sobre el buen uso de los medicamentos?

Las redes sociales son un arma de doble filo: pueden servir para concienciar o para todo lo contrario. Tenemos a buenísimos profesionales sanitarios aconsejando a la población pero también hay muchos bulos y muchas influencers hablando sin tener ni idea. Ante la duda, consulta a un profesional.

¿Da vértigo ser un influencer? ¿Ha cambiado en algo tu día a día?

A veces pienso que me leen 50.000 personas y me agobio: es hablar de cara a mucho público. Por suerte, me lo tomo con calma y humor e intento no liarla mucho (que para mí es un reto). No sé si ha cambiado mucho mi día a día porque no sabría como es mi vida sin ser ‘influencer’  (aunque no me gusta ese término), pero diría que el balance es positivo: estoy viviendo cosas nuevas que de otra forma ni hubiera imaginado.

¿Cómo crees que es el conocimiento de la gente los medicamentos? ¿Cometemos muchos errores?

Muchísimos: algunos por desconocimiento y otros porque, aunque tengamos conocimiento, pasamos del tema… hasta que uno no se lleva un susto no aprende. Los medicamentos no son gominolas y no pueden tomarse a la ligera ni ser recomendados por cualquiera. Y lo que vale a una persona a otra le hace daño. Así que (por una vez) hacedle caso a la tele: consultad a vuestro farmacéutico.

¿Qué casos has llegado a ver que te hayan hecho llevarte las manos a la cabeza?

Bastantes: a veces me paso días con las manos puestas ahí. Desde “trapicheos” de medicamentos entre vecinos, a personas que “doblan” la dosis por su cuenta… O gente que no sabe por qué orificio va cada medicamento. Hay de todo.

En los últimos días te hemos visto criticando las recomendaciones de otros influencers sobre antibióticos. ¿Hasta qué punto puede ser perjudicial?

Es un peligro para la salud pública: recomiendan medicamentos (a veces antibióticos y corticoides) a millones de personas sin ningún tipo de conocimiento o criterio basándose en el famoso “pues a mí me funciona”. Si uno de sus seguidores le hace caso puede acabar en urgencias. Por eso la publicidad de medicamentos está prohibida. En caso de los antibióticos es más grave: al recomendarlos y usarlos a la ligera estamos provocando que las bacterias se hagan resistentes y el medicamento. Vamos, que las estamos “entrenando” para sobrevivir.

También te vemos combatiendo las modas alimentarias, como tomar leche cruda. 

Sí, creo que el papel del sanitario en redes sociales incluye rebatir bulos relacionados con la salud. El de la leche cruda es uno de los más recientes, pero ha habido unos cuantos más que han podido poner en peligro vidas. Hay que estar atento y no creer lo primero que leemos.

¿Cómo se puede subsanar esto? ¿Es cuestión de educación o debe haber otro tipo de cambios en cuanto a la venta de medicamentos?

Personalmente creo que debe haber cambios en cuanto a la información en internet: debería estar prohibida la información que pueda ser perjudicial para las personas. Aparte sería positivo la educación básica en temas sanitarios e higiénicos para evitar que nadie “pique” con estas modas.

Te has lanzado a publicar el libro ‘Esta farmacia es una cruz’, ¿cómo surgió la idea?

Siempre he querido escribir uno y aprovechando que tengo bastantes seguidores en redes sociales dije ¿por qué no? Además, me lo estaba pidiendo la gente. Lo he hecho muy sencillo, sin tecnicismos, para que cualquiera que no sea farmacéutico pueda leerlo y le guste: creo que es una buena forma de acercar la profesión farmacéutica al público y darle un toque de humor al día a día de una farmacia.

¿Qué has querido contar en él? ¿Viven los farmacéuticos muchas anécdotas en su día a día?

Muchísimas, es lo bueno de nuestra profesión: que siempre te llevas alguna “en el bolsillo de la bata” a casa. Todos los días hay algo nuevo. Y por eso he querido escribir sobre todas las facetas de la vida del farmacéutico y cómo afecta la farmacia a ellas: cuando estudias la carrera, cuando estás de guardia, cómo afecta a tus relaciones personales, la relación con los pacientes etc. Es una visión de dentro hacia fuera de la farmacia española desde el punto de vista de una farmacéutica novata.

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