Las personas en el espectro del autismo en Salamanca y sus familiares están de enhorabuena. El Ayuntamiento de la ciudad y la asociación AIPA han presentado un nuevo proyecto que facilitará su inclusión real y efectiva en las distintas etapas educativas: la formación de asistentes personales en los colegios o en los institutos. La capital del Tormes ya cuenta con una veintena de casos y se coloca a la cabeza de Castilla y León.
Los asistentes personales en el ámbito educativo responden a un perfil más especializado para que las personas en el espectro del autismo alcancen un desarrollo óptimo. "Es una figura de la Ley de Dependencia. Presentamos unas funciones que deben tener y cumplir. Es un trabajo difícil, pero prometedor para quienes se benefician o quieran aspirar a un nuevo ámbito laboral", ha señalado Antonia Atienza, presidenta de AIPA, en una rueda de prensa ofrecida en la Casa de las Asociaciones.

Su labor es imprescibidble y más cuando las estadísticas son preocupantes: "Hay mucho abandono escolar en alumnado con buenas competencias. Llevamos dos años en los que la realidad ha cambiado gracias a la voluntad de la administración", ha destacado. "El Ayuntamiento de Salamanca refuerza su compromiso para eliminar las barreras pedidas por las personas en el espectro del autismo y que aumenten sus posibilidades a lo largo de toda su vida", ha añadido la concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades, Miryam Rodríguez.
Proyecto de formación
AIPA ha promovido formaciones sobre temas fundamentales en la vida de una persona autista. Seiscientas personas de toda España ya se han instruido de forma online y doscientas cincuenta han realizado el curso de manera presencial. Además de personal docente, han participado asistentes personales y familias para que brinden un apoyo activo desde la comprensión o el conocimiento de metodologías de intervención.
"Le ha ayudado a potenciar sus puntos fuertes"
Isabel Blanco, madre de un niño con espectro del autismo, se emociona al contar su experiencia. "Mi hijo tenía un asistente personal en muchos ámbitos, para hacer actividades deportivas, en casa... Se daba la paradoja que en su entorno más natural, el colegio, no tenía esa ayuda". Gracias a la misma, el pequeño ha logrado "una inclusión real y efectiva" en la escuela. "Le ha ayudado a potenciar sus puntos fuertes, a minimizar sus debillidades y a gestionar una crisis sensorial".
La batalla para que el hijo de Isabel Blanco fuera al colegio era una constante al ser un entorno con mucho ruido. Tras contar con un asistente personal, no solo ha cambiado su concepción sobre ir a la escuela, sino que también está llegando a unos conocimientos y niveles en los que su familia no había pensado. "A día de hoy, tenemos una coordinación muy buena", reconoce.
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