Francisco Hernández, nuevo presidente de la Junta de Semana Santa de Salamanca: “No poder celebrar las procesiones de 2021 sería un golpe fuerte; confiemos en que la vacuna llegue antes”

Después de 10 años como vicepresidente, ha dado un paso al frente para tomar el relevo de José Adrián Cornejo. Francisco lo hace en una situación complicada dada la crisis sanitaria que ha provocado la suspensión de las procesiones de este año y amenaza las del que viene. Eso sí, apela al sentido común en una de sus primeras entrevistas, que concede a SALAMANCA24HORAS. Igualmente, pone en valor la Semana Santa de Salamanca y sus 18 cofradías, a las que defenderá allá donde vaya

 Francisco Hernández Mateo (2)
Francisco Hernández Mateo (2)

Lo primero de todo, enhorabuena por la elección. ¿Qué supone para usted ser el presidente de la Junta de Semana Santa?

Muchas gracias por la felicitación. Supone un gran orgullo, lo primero, porque soy cofrade desde hace casi 40 años, y es un orgullo coger el testigo y representar a las 18 cofradías penitenciales de la Semana Santa. Y, a la vez, es una gran responsabilidad, porque mis antecesores, y lo decía en mi presentación ante los hermanos mayores, han dejado un gran testigo y legado desde que yo recuerdo, en el año 1984. Han sido varios y es una gran responsabilidad que asumo con orgullo, porque supone ser la punta de lanza de las 18 cofradías.

Lleva ya 10 años como vicepresidente. Al final, sí que estará familiarizado con el cargo y sus funciones.

La verdad es que han sido 10 años desde que empezó su mandato José Adrián Cornejo, que me eligió como vicepresidente. 10 años de la mano con él en los que he aprendido los mecanismos de la Junta de Semana Santa. Sé y he aprendido lo que hay que hacer en cada momento, y agradezco mucho que me haya llevado de la mano en todas las instituciones. He conocido de primera mano a todas las autoridades y todos los organismos, a nivel local y regional.

He estado con él (José Adrián) en la práctica totalidad de las ciudades de Castilla y León, en Madrid, cuando hemos ido a presentar la Semana Santa, tano la nuestra como la de Castilla y León… Le tengo que agradecer todo, y este trabajo de 10 años considero que me ha dado un buen bagaje para coger las riendas.

¿Qué es lo que más destacaría de José Adrián Cornejo durante todo este tiempo? ¿Qué es lo que más ha aprendido de él?

He aprendido casi todo. Su buen hacer, su bien estar, la huella que ha dejado en la Semana Santa, la paciencia, el saber escucha a todas las hermandades... Tengo que estar agradecido. Durante 10 años ha habido mucho roce y, como vulgarmente se dice, el roce hace el cariño. Detrás hay una gran amistad, porque he aprendido todo de la Junta de Semana Santa, y le estoy muy agradecido.

¿Cuáles son sus objetivos durante el mandato? ¿Va a ser de continuidad o cambiará algo?

Una cosa está clara. Asumo la responsabilidad de coger la Junta de Semana Santa en el punto en el que está, es que muy alto porque ahí lo ha dejado José Adrián Cornejo. Quiero empezar a trabajar con una línea de continuidad con los actos que ya están asentados en la forma y en el tiempo de la Junta de Semana Santa, como son el Pregón, el Miserere, el impulso que se ha dado a la revista Christus o la relación con las instituciones que ha forjado él.

Pero él ha sido un presidente y yo soy otro. Hay que empezar a hacer cosas nuevas, empezar a trabajar con los jóvenes, e intentar hacer algo nuevo. Entre mis ideas está organizar una especie de congreso y encuentro con las ciudades que tengan que ver con Salamanca, con aquellas cuaya Semana Santa sea como la nuestra, es decir, ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad y de Interés Turístico Internacional

Además, quiero seguir en la línea de apoyar a las 18 cofradías, hermandades y congregaciones de la Semana Santa. Y continuar con los vínculos con las instituciones locales y regionales y fomentarlos y estrecharlos más, y seguir así.

Y siempre sin olvidar que pertenecemos, como institución, a la Iglesia. Somos parte de la Iglesia Diocesana, y debemos tener presente eso. La Junta de Semana Santa es una institución diocesana, se debe y depende totalmente del obispo. Además, se ha creado una Coordinadora de Cofradías, que no tiene los mismos cometidos que la Junta de Semana Santa, sino que son complementarias. Yo colaboraré con la Coordinadora en todo lo que me pidan y me demanden.

Ha hablado de los jóvenes. ¿Está ‘enganchada’ la gente joven a la Semana Santa?

Yo tengo dos hijos que son jóvenes. No sé si porque han estado aquí desde pequeños, pero están muy ligados a la Semana Santa. En las cofradías, la totalidad tiene un gran número de gente joven, muy metida y muy vinculada a la Semana Santa. Creo que el futuro es bueno.

Pero los tiempos están cambiando, y no son los mismos jóvenes que cuando yo empecé hace 40 años, aunque sí que están muy involucrados y responsabilizados con lo que está la Semana Santa.

Creo que la Semana Santa de Salamanca ahora mismo tiene una buena base. Todas las cofradías hacen un buen trabajo con sus jóvenes. Creo que la simiente está ahí. Es uno de los puntos principales que vamos a abordar tanto yo como el Consejo Rector, porque esa simiente hay que regarlo y cuidarlo. Porque las personas pasan, pero el futuro está ahí.

¿Cómo se puede mejorar una Semana Santa que ya tiene un gran renombre como la de Salamanca?

No es complicado. Es seguir en la línea que mi antecesor ha hecho. Promocionando la Semana Santa, tanto a nivel regional como nacional. Nos hemos movido muchísimo estos 10 años en todas las comunidades autónomas, y hemos visto que hay que poner en valor muchas cosas de la Semana Santa. Hay que ‘vender’ o hacer propaganda y publicitar la Semana Santa. Hay que darla a conocer en todo el mundo.

Porque la Semana Santa de Salamanca es magnífica. Tiene arte y religiosidad. Y otra cosa que siempre ponemos en valor cuando vamos a las diferentes localidades, que lo que tiene la Semana Santa de Salamanca es que es única. Yo creo que ninguna ciudad de España puede presumir de lo que tiene Salamanca. Tiene sus calles, su ciudad, su marco incomparable, la pasión popular de todos los años con las procesiones…

¿Pueden las cofradías reunir a más gente? Ya no sólo como públicos sino como participantes.

En ese sentido, las 18 cofradías, desde sus posibilidades, están trabajando mucho y bien en atraer a jóvenes, sobre todo a sus hermandades y cofradías. Desde la Junta de Semana Santa daremos todos los apoyos e impulsos necesarios en ese sentido. Lo que conozco de las 18 cofradías es que están trabajando y se están dejando la piel por lo jóvenes, porque estén involucrados. Y también en esa gente que sale a ver nuestra Semana de Pasión, en engancharla a nuestras cofradías y a nuestra gran Semana Santa.

Hace unos años hubo una ligera polémica con las expresiones que se utilizaban en ciertos pasos porque eran “muy andaluzas” y poco austeras. ¿Comparte usted la opinión de su predecesor?

Yo creo que cuando salió todo esto, la famosa carta, se magnificó todo mucho y se sacó de contexto. El presidente solo quería decir que si normalmente nosotros hablábamos sin acento, no entendía muy bien porque al llevar los pasos había que usar esas expresiones que usaban en la zona de Andalucía. 

Llevamos unos años que defendemos la Semana Santa de Salamanca. De las 18 cofradías. Alguna tiene una raíz y unos orígenes totalmente andaluces y otras son totalmente austeras. En estos años de mandato de José Adrián, y yo como vicepresidente, nos hemos dado cuenta de que todas son válidas para la Semana Santa.

Y allá donde hemos ido, hemos defendido las 18. Las más austeras y las más castellanas y las más andaluzas. Tenemos que potenciar que las 18 cofradías tienen su idiosincrasia, y alguna tiene un carácter andaluz. Eso ya está en el matiz que le quiera dar cada uno. Pero la Semana Santa de Salamanca, tal y como está estructurada por sus cofradías, la veo fenomenal. Y allá donde vaya, defenderé las 18 cofradías por igual.

Imagino que el gran reto que afronta ahora es la celebración de la Semana Santa de 2021 tras la suspensión de las procesiones de este año por el coronavirus.

La situación es la que hay. Poco más puedo contar. Semana Santa hubo pero no se celebraron las procesiones. Y siempre que no puedes garantizar la salubridad, nos tenemos que quedar en casa.

Para el próximo año estamos pendientes de lo que nos digan las autoridades sanitarias para que todos podamos salir de esta pandemia. Si podemos salir con las procesiones y realizar nuestra manifestación pública de fe, estupendo. Que no podemos, pues a lo mejor hay que buscar actividades alternativas o actos de las propias cofradías, siempre que se registren y se cumplan las medidas sanitarias.

Pero la no celebración es una posibilidad que se está barajando como entiendo que el sentido común hace entender a todos los ciudadanos.

Supongo que sería un golpe anímico importante.

El golpe sería fuerte, sí. Pero vuelvo a apelar al sentido común. Ya no sólo la Semana Santa, sino que se pueda celebrar la propia Navidad, que la tenemos a la vuelta de la esquina. Si no hay vacuna o medicina y si no se garantizan las medidas sanitarias suficientes, habrá muchas familias que no podrán ni juntarse ni viajar de un sitio a otro.

Es fundamental que todos trabajemos y pensemos en ese fin que es la vacuna o medicina que permita poder acometer y celebrar procesiones con un mínimo de garantía. Limitar el público, por ejemplo, es inviable o impensable. Porque lo que la Semana Santa y las procesiones nos dicen es el congregar a muchísimas personas. Y lo vemos en Salamanca.

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Por otro lado, las autoridades te dicen que no hay que aglomerarse, y el Ayuntamiento, por ejemplo, está disminuyendo el público de sus eventos y acotando la entrada. No tendría sentido si la situación sigue igual, está claro. No tendría sentido que sólo unos pocos pudieran ir procesionando.

Además, y gracia a Dios, el 95% de los pasos de nuestra Semana Santa van a hombros. Los hermanos van pegados unos a otros. Si no hay vacuna o medicina, los hermanos no se van a exponer a ese riesgo. Entre los hermanos de carga es inviable, porque entre los que desfilan sí que puedes dejar metro y medio. Pero en los hermanos de carga, es inviable.

Por ello, apelo a que hagamos caso a las autoridades, que no están dando las pautas para poner fin a esta pandemia. Que utilicemos mascarilla, mantengamos la distancia social y confiemos en que la vacuna o medicina llegue antes de Semana Santa y que eso nos permita poner las procesiones en la calle.

¿Cómo se tomó esta decisión desde la Junta de Semana Santa? Porque la comunicación llegó antes del estado de alarma.

Esto fue muy sencillo. Tanto José Adrián como yo, viendo el estado del país y estando en contacto con las autoridades locales y regionales, convocamos a las 18 cofradías, congregaciones y hermandades a una reunión. Ahí pusimos el asunto que había, porque era todo muy complicado. Y respaldaron lo que nosotros dijimos.

Fue una sucesión de acontecimientos tan rápidos que no tienes tiempo ni de pensar. Convocas la reunión y luego sacamos el comunicado, que lo hicimos con total libertad. Una vez por parte de la Junta de Semana Santa se suspendieron todos los actos, las cofradías lo fueron indicando. Fue una decisión unánime de las 18.

Y tanto la corporación local, con el alcalde Carlos García Carbayo a la cabeza, como la Junta de Castilla y León, con su presidente (Fernández Mañueco), que es buen salmantino, a través de su director de Comunicación, Julio (López Revuelta), nos lo agradecieron. Nos hicieron llegar su enhorabuena por la decisión. Incluso el consejero de Turismo y la secretaria general de Turismo, porque la Semana Santa está muy vinculada al turismo de Castilla y León.

También fue una concatenación de todas las Juntas de Semana Santa de Castilla y León, porque vimos que la situación nos iba a sobrepasar. Y así ha sido, porque no ha podido haber procesiones visto el caos en el que ha estado sumido el país.

¿Costó mucho? ¿Y se planteó, en algún momento, procesionar en otras fechas aunque no coincidieran con la Semana Santa?

La decisión sí que cuesta. Hay que entender y poner en valor lo que las cofradías hacen durante todo el año. Están trabajando durante todo el año para Semana de Pasión. Cuesta, pero al frente cofradías, congregaciones y hermandades hay gente muy sensata y responsable. Cuesta, claro que cuesta, pero impera el sentido común. Por ello no hubo mayor problema. Cuesta tomar por lo dura que es pero no por el espacio de gente. Sabemos lo que teneos que hacer aunque nos fastidie.

Y celebrar en otra época no tiene mucho sentido. Ni se ha planteado. Hubo por ahí, en plena pandemia, el rumor de que el Vaticano había autorizado las procesiones en septiembre… Nosotros, antes de que el Ayuntamiento, con buen criterio, suspendiera Ferias y Fiestas hablamos, y pensamos que si la cosa estaba bien, la tarima iba a estar montada. ¿Paras un concierto? ¿Qué procesiones sacas y cuáles no? Entendimos que no tenía sentido.

Todo tiene sentido en su momento. Este año ha venido así para todos. A la población nos ha pillado a pie cambiado. Es durísimo por la gente que está implicada a lo largo del año en las cofradías, porque todo el trabajo de un año se va por la borda. Pero hay que apechugar y asumir la situación real que estamos viviendo.

Este miércoles le ha recibido el alcalde. ¿De qué han hablado en la reunión?

Me agrada que hagas esta pregunta. Hemos ido el presidente saliente y yo, a presentarme al alcalde. Hasta ahora ha sido una relación cordial. Nos ha mostrado la total colaboración del Ayuntamiento de Salamanca y de primer su primer, que es su alcalde, a la Semana Santa de Salamanca y a la Junta de Semana Santa de Salamanca. Son conscientes de la labor que hacemos, así nos lo ha trasladado.

Además, le ha dado las infinitas gracias a José Adrián por estos 10 años. Estuvimos los tres en una conversación muy amena e interesante, en el que nos ha abierto la puerta de las instituciones para seguir haciendo la Semana Santa de Salamanca más grande.

La Semana Santa de Salamanca también se antoja fundamental para el turismo salmantino y la recuperación económica.

La verdad es que sí. Uno de los puntos fuertes de Salamanca es su Semana Santa. Todos hemos visto en los años de atrás cómo está la ciudad los días de Pasión. Todos los cofrades, desde el primero hasta el último, estamos a disposición del Ayuntamiento, porque nos apoyan en todos los actos y subvencionan a la Junta de Semana Santa. Desde el primer cofrade hasta el último debemos de luchar por nuestra ciudad.

Además, Salamanca tiene lo mejor, que es el escenario, tiene imágenes que son y que nada tienen que envidiar a otras ciudades, imágenes de gran calado. Principalmente tiene la piedra. Es todo increíble.

Como dato, diré que el cartel de promoción de la Semana Santa, que lo subvenciona el Ayuntamiento a través de la Concejalía de Turismo, arrasa en todas las ferias de turismo a las que va. He tenido el privilegio de estar en varias y el primer cartel que se acaba es el de Salamanca, porque es impresionante. La piedra, las grandes imágenes… al visitante le deja estupefeacto.

¿Cuál es el deseo de Francisco Hernández para su mandato?

Mi deseo es que la Semana Santa siga en un momento estupendo. Lo asumo con muchísima responsabilidad y orgullo. Y que, cuando acabe, me digan que no sólo no restó, sino que sumó. Yo puede que ahora sea la cara visible de las 18 cofradías, pero somos cerca de 12.000 cofrades que tengo detrás. Quiero poner eso en valor, y espero que al final de mi mandato todas las cosas se hayan conseguido. Que la Semana Santa de Salamanca sea un referente regional, nacional e internacional, aunque ya lo es.

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