“Lo que importa es la salud de los salmantinos, por encima de cualquier otra consideración”. Así de rotundo se ha mostrado el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, para justificar las medidas adoptadas por la Junta de Castilla y Léon que restringen la actividad en la ciudad a causa de la pandemia de Covid-19.
El regidor charro ha recibido este miércoles en el consistorio salmantino a la consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, con la que se ha reunido antes de explicar cómo ha recibido Salamanca la decisión de la Junta de imponer algunas restricciones a las actividades de los ciudadanos para seguir luchando contra el coronavirus.
“Desde el inicio de la pandemia la situación ha sido cambiante. Desgraciadamente, la situación epidemiológica se ha ido complicando en Salamanca y comprendemos que es necesario actuar a tiempo antes de que hagan falta restricciones mayores”, ha declarado García Carbayo. El alcalde, además, ha querido aclarar que Salamanca no retrocede a la fase 1 de la desescalada al verse afectada por las medidas de la Junta, sino que se está adaptando “a un escenario cambiante con respuestas variables” que dependen de “la objetividad de los datos”.
El alcalde ha asumido que aplicar estas medidas “no es grato”, pero ha destacado de nuevo la necesidad de hacerlo “para no retroceder a la reclusión en nuestros domicilios” y para que no se produzla “la paralización de las actividades”. Al respecto, Carbayo ha asegurado que le “duele” la situación de los empresarios, hoteleros, artistas, feriantes y hosteleros que van a ver afectados sus trabajos, pero también ha dicho que “me dolería más que, por resistirnos, generáramos un problema mayor”.
García Carbayo ha subrayado, además, que Salamanca está defendiendo el uso de todos los ahorros del Ayuntamiento. “El dinero de los salmantinos es para los salmantinos”, ha asegurado, en un momento que ha calificado como “decisivo” para la defensa del municipalismo.