‘Geometría secreta’ la exposición de David Arranz que muestra los paisajes de la región a vista de dron con imágenes de gran formato
Estará abierta en la sala de Temporales del Museo de Salamanca hasta el 6 de julio

El paisaje castellano y leonés visto desde el aire como un mosaico de líneas rectas, cambiante en el tiempo y en el espacio y donde se detectan los efectos del clima, los surcos de la maquinaria agrícola sobre el terreno, la huella de los árboles, plazas, rotondas o caminos. Eso es ‘Geometría secreta’, el proyecto del fotógrafo David Arranz, que puede verse en el Museo de Salamanca. Un proyecto que muestra, con imágenes de gran formato y a vista de pájaro gracias al uso de drones paisajes casi imposibles.
La viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho, el director de Actividades Culturales de la Universidad de Salamanca, Javier Panera, y el fotógrafo David Arranz, han presentado este viernes la exposición que desvela los paisajes de Castilla y León a vista de dron.
La viceconsejera ha señalado que “bajo el título ‘Geometría secreta’ el fotógrafo y periodista David Arranz, zamorano afincado en Salamanca, ha reunido un conjunto inédito de imágenes tomadas a vista de dron, que reflejan las mutaciones experimentadas por el paisaje castellano y leonés en las últimas dos décadas”.

Así, en la Sala de Temporales del Museo de Salamanca se exponen dieciocho fotografías de gran formato y una instalación, obras seleccionadas entre más de un centenar de imágenes recopiladas por el artista entre 2017 y 2025, “que revelan sorprendentes contrapuntos entre naturaleza y cultura a través del orden geométrico, unas veces buscado y otras encontrado, que regula la composición de todas las imágenes", ha destacado la viceconsejera.
El tamaño importa en estas monumentales fotografías que enfrentan la mirada a vistas aéreas, a menudo insólitas, de los paisajes agrarios y naturales de todas las provincias de Castilla y León, hasta el punto de darles una apariencia “pictorialista” que, tan pronto recuerda al rigor compositivo de la abstracción geométrica, como a las texturas rugosas del informalismo matérico o a las caprichosas curvas y contracurvas de la pintura all-over.
David Arranz, que es además piloto oficial de drones desde 2014, propone con la mirada vertical/cenital que proporcionan las cámaras instaladas en sus drones, interpretar el significado de la geometría y el paisaje a partir del tradicional debate entre lo sensible y lo racional; lo conocido y lo intuido.
Así, su ‘geometría secreta’ no quiere anular la naturaleza, sino fusionarse con ella, apelando, probablemente, a esa organización natural registrada por la ciencia. Los drones ponen en evidencia que la realidad tiene algo de construcción mental que supera lo que alcanzamos a percibir por los sentidos. Se trataría, como mucho, de iluminar con un destello, una parte de lo real.
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