El Gobierno refuerza el compromiso con la salud mental, pero aún enfrenta desafíos clave

Aunque el país ha liderado avances en políticas de salud mental, persisten vacíos para atender a colectivos vulnerables como personas LGTBI, sin hogar y minorías étnicas

Salud mental. Foto de archivo.
Salud mental. Foto de archivo.

La pandemia de Covid-19 no solo impactó la salud física, sino que desató una verdadera crisis emocional a nivel global, aumentando hasta en un 20 % los casos de trastornos mentales. Ante este panorama, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) elaboró un informe que analiza cómo los países han respondido a estas desigualdades en salud mental, según ha explicado Redacción Médica. 

España destaca entre las naciones que más han invertido en políticas públicas para abordar este reto. El Gobierno ha puesto en marcha la Estrategia Nacional de Salud Mental 2022-2026, que busca dar voz a la sociedad civil, científicos y profesionales en el diseño y evaluación de los servicios. Además, España es de los pocos países europeos que cuenta con programas específicos para las personas en prisión, un colectivo altamente vulnerable.

Sin embargo, según los datos del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME), persisten grandes diferencias de género en la prevalencia de trastornos mentales. Aunque las cifras de suicidio han disminuido en muchos países, en España han aumentado entre las mujeres.

A pesar de los avances, solo se han desarrollado cuatro de los trece campos de acción previstos, destacando planes contra la violencia de género, la inseguridad financiera y para la infancia. Quedan pendientes estrategias para atender a personas LGTBI, minorías étnicas, desempleados y personas sin hogar.

Los ciudadanos valoran positivamente los esfuerzos realizados, destacando la ampliación del acceso a terapias y servicios para quienes más lo necesitan. Aun así, los retos por delante siguen siendo numerosos.

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