La sexta semana de 2020, la que va del 3 al 9 de febrero, ha presentado “un moderado descenso” en la actividad gripal dentro de Castilla y León, situándola en un “nivel de intensidad bajo y con circulación mayoritaria de virus del tipo B en la población pediátrica”.
Los datos que ofrece la Junta de Castilla y León recogen 153 casos atendidos en la sanidad pública durante esos días.
De esta forma, el nivel de gripe en la comunidad autónoma es descendente por primera vez en el año, si bien los casos atendidos representan la cuarta cifra más alta de las seis semanas computadas.
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