“Parece que todos vamos a morir y no es así”: los salmantinos residentes en Italia lamentan el "alarmismo" creado en torno al coronavirus

Álvaro es un charro que trabaja en el Cuadrilátero de la Moda de Milán y está “cansado” de estar escuchando lo mismo durante varios días, porque “parece que tenemos la peste”. Ha notado cómo las calles y el metro se vacían en los últimos dias, cree que por el temor que están infundando los medios

 portada milán
portada milán

El coronavirus es el tema estrella del mes de febrero. Pese a que se trata de una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, tal y como detalla la Organización Mundial de la Salud en su página web, el que tuvo en Wuhan su principal foco de origen es una nueva cepa de coronavirus que no se había encontrado antes en el ser humano.

El de Wuhan no es ni el primer coronavirus que se detecta en los últimos años ni siquiera el más grave. De hecho, no hay que olvidar el coronavirus causante del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) o el que ocasiona el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV) ya desaparecido este último-, cuya tasa de mortalidad fue mucho más alta que el que ahora enfrenta la humanidad.

Sin embargo, la globalización más que existente y el gran pánico vivido acerca de esta enfermedad al haber cruzado las fronteras y no limitarse en un área geográfica concreta -como sí ocurrió con los dos anteriormente mencionados- ha creado un pánico en la población desorbitado.

Ese pánico se ha extendido, sobre todo, a aquellos lugares donde sí hay infectados, como puede ser el Norte de Italia. Las regiones norteñas del país transalpino fueron las primeras en vivir el contagio del coronavirus en más de un centenar de personas y, si bien la cifra de muertos en Italia asciende a siete personas, todas ellas eran de avanzada edad y padecían patologías graves, como cáncer o pulmonía.

Quizá la ciudad más famosa del Norte de Italia, sin desmerecer ninguna, sea Milán. La capital de la moda ha visto alterada su actividad diaria a causa del miedo que se ha instalado en la población, tanto local como turista, tal y como explica Álvaro, un salmantino que trabaja en el Cuadrilátero de la Moda.

En conversación con SALAMANCA24HORAS, este charro detalla que es muy difícil ver gente por las calles más allá de aquellos que se dirigen a trabajar. “En las tiendas no entra nadie y, en el mercado principal, que suele estar abarrotado de asiáticos, no se ve ni uno”, comenta. Algo raro de ver en Milán, donde lo normal es vivir un tráfico caótico y aglomeraciones de gente, especialmente en la zona en la que él trabaja.

Ver las calles vacías “es un poco triste”, como reconoce Álvaro, quien cree que los medios de comunicación en Italia son “superalarmistas” porque están creando “un miedo innecesario al espectador”. De hecho, aseguraba que mientras una televisión entrevistaba a un médico del Hospital de San Rafael -muy famoso en la región de Lombardía-, el presentador interrumpía la conversación para alertar de que había muerto una séptima persona a causa del coronavirus.

Sin embargo, y como Álvaro apunta, lo que el presentador no explicaba a los telespectadores “es que las siete personas que han muerto eran mayores de 80 años y tenían pulmonías o cáncer u otras enfermedades que les hacían estar débiles y que con una gripe o resfriado común también habrían fallecido”.

“La gente compra como si no fuera a poder salir de casa durante meses, pero es innecesario porque los supermercados reciben provisiones todos los días”

Álvaro también señala que los periodistas italianos están creando “un alarmismo terrible” con cada muerto, lo que ha provocado que la gente se altere hasta el punto de que “los supermercados estén vacíos”. “La gente compra como si no fuera a poder salir de casa durante meses, para tener reservas, pero es innecesario porque los supermercados reciben provisiones todos los días”, resalta.

Sí que los horarios se están reduciendo sensiblemente, ya que el Gobierno de la Región de Lombardía aconsejó “reducir los horarios o cerrar los comercios”. Una recomendación que, eso sí, no está siguiendo todo el mundo. “Nosotros seguimos igual, pero en La Rinascente, que sería como El Corte Inglés, han reducido mucho sus turnos. Si antes los dependientes iban a las 6 de la mañana para abrir a las 10 hasta las 23 horas. Ahora, van a las 10 de la mañana para abrir a las 11 y cierran a las ocho de la tarde”, detalla.

Es más, el alcalde de Milán ha anunciado que “si siguen aumentando los contagios habrá toque de queda”. Porque el número de personas afectadas por el coronavirus sigue creciendo día a día, si bien el caso que se ha dado en el Sur de Italia era una mujer de la región de Lombardía que se encontraba de vacaciones.

A Álvaro también le sorprende lo que ha cambiado la vida diaria. “Algunas oficinas institucionales o de cara al público, como correos, el Ayuntamiento o los lugares para hacer cosas fiscales, directamente han cerrado”, indica, explicando además que donde más se ha notado es en el metro: “en hora punta, que es entre las 8:30 y las 9:30 horas, siempre estaban los vagones llenos; ahora no hay nadie”.

metro milán

“Mi madre está preocupada, pero es porque los medios están creando un miedo innecesario”

En Italia no es el único lugar donde hay noticias sobre el coronavirus. “Mi madre me llamó diciéndome que estaba preocupada, que cogiera un vuelo y volviera a España”, relata Álvaro, valorando que los medios de comunicación “están creando ese boom y un medio innecesario, y la gente no sabe lo que pasa”.

Toda la familia y amigos de Álvaro le llevan poniendo mensajes desde el fin de semana. “Que si se ve algo, que si hay peligro…”, cuenta. Y lo que hay es miedo, puesto que si vas a una farmacia a comprar mascarillas o guantes de látex -dos de las recomendaciones del Gobierno italiano- o desinfectante para las manos, no puedes “porque los productos se han agotado y no se encuentran en ningún lado”.

En definitiva, la preocupación existe porque “las redes sociales, la televisión, los periódicos… están creando alarmismos innecesarios”. Y Álvaro cree que lo que hay que hacer es tener un poco más de cuidado y ya, recordando que, ya de antes, Milán es una ciudad “muy sucia” en la que “puedes cogerte cualquier infección en el metro”. “Parece que todos vamos a morir, y no es así”, sentencia.

“Estoy cansado de escuchar todo el día lo mismo. Parece que tenemos la peste”

“Miedo no tengo, estoy cansado de escuchar todo el día lo mismo”, prosigue Álvaro, lamentando que la gente ya mira a mal a cualquiera que tose por la calle: “se alejan, parece que tienes la peste, y resulta incómodo”.

Ese sentimiento de tener la peste aumenta cuando Álvaro ve las noticias en la televisión y descubre que incluso hay países que están bloqueando vuelos procedentes desde Italia. “Es inútil decir que la mayor parte de las personas afectadas son gente de avanzada edad y con patologías previas, porque las televisiones no lo dicen”.

Apunta incluso que el ministro de Sanidad italiano contaba en una entrevista que el pasado año habían fallecido en el país transalpino más de 8.000 personas a causa de la gripe común “y no había pasado nada. Pero con el coronavirus parece el fin del mundo, y las probabilidades de morir no son tan altas, especialmente si no tienes ninguna otra enfermedad”.

Álvaro no sabe hasta cuándo durará ese alarmismo. “Desde este martes parecía más controlado, pero este miércoles ha habido un nuevo boom, así que realmente no sé hasta cuándo durará”, cuenta, lamentando que la economía italiana sí que se está viendo realmente afectada. “De manera terrible”, precisa, ya que “el turismo tiene miedo”. Algo que sabe por su trabajo, ya que está en permanente contacto con hoteles y le han contado que “muchas reservas previstas para estos días están cancelándose”. 

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído