La tranquilidad de ir hablando con el manos libres del coche es lo que provoca gran parte de los accidentes que suceden a diario en las carreteras.
La nueva ley de tráfico se muestra más dura respecto al uso del teléfono móvil, pero no prohíbe hablar por él, siempre y cuando se haga a través del manos libres. Y es aquí donde está justamente el error, como de si de un caramelo envenenado se tratara.
Tal y como recoge Centímetros Cúbicos, la Fundación Mapfre ha elaborado un informe en el que se evalúa los efectos que provoca el uso del móvil en altavoz mientras vamos conduciendo.
“Una conversación altera el proceso cognitivo que nuestro cerebro pone en marcha para conducir: escucha a la persona con la que estamos hablando, asimilar lo que nos está diciendo y dar una respuesta mientras conducimos se puede traducir en pérdidas de trayectoria, reducción del tiempo de reacción o infracciones como, por ejemplo, saltarse un semáforo que está en rojo”, afirma este estudio, según muestra Centímetros Cúbicos.
Además, el estudio se muestra contundente: la concentración de los conductores disminuye una charla inclusive en una conversación tranquila, reduciendo la atención al 36%. Y esto es justamente lo que provoca que se produzcan hasta 45 infracciones en tan solo una hora mientras se va hablando por teléfono en manos libres.
La infracción más habitual de todas es saltarse el semáforo en rojo, tal y como puntualiza el semáforo. Una acción que puede acabar en atropello.
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