La hepatitis C se descubrió en 1989 y se transmite principalmente por vía parenteral, es una de las infecciones aún “desconocidas” para muchas personas y es un virus que se presenta de forma asintomática en la mayoría de los casos y en otros, algunos enfermos no comienzan a tener síntomas hasta tres meses después de haber estado expuestos o cuando están en un tramo de la enfermedad bastante avanzado. El VHC se propaga a través del contacto con la sangre de alguien que tiene el patógeno por la exposición a través de la piel, los fluidos sanguíneos o mucosas.
Los problemas en los que puede derivar la hepatitis C si no se trata, pueden conllevar desde insuficiencia hepática dañando al hígado, cirrosis cuando el hígado está permanentemente dañado y el tejido cicatricial sustituye el tejido sano e impide el funcionamiento normal y por último cáncer de hígado, entre otras.
Por este motivo, El Hospital de Salamanca desde la puesta en marcha del Plan Nacional de Abordaje de la Hepatitis C, ha iniciado este año una nueva fase de búsqueda activa de los casos de infección no diagnosticada, con el objetivo de acercar el tratamiento a poblaciones específicas, con el objetivo marcado desde la Organización Mundial de la Salud para la eliminación del virus.
Fernando Geijo, Especialista en Aparato Digestivo del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, explica detalladamente como ha sido esta ardua labor que se ha desarrollado por primera vez en nuestra comunidad, planificándose un cribado específico que se ha realizado los días 3 y 4 de mayo por vía de una unidad móvil para colectivos de riesgo, adaptando las intervenciones a sus necesidades para poder conseguir un diagnóstico y un tratamiento: “Esto ha sido un trabajo de muchas personas y sobre todo de poner de acuerdo a colectivos tanto de dentro del hospital como de fuera, esta labor no hubiera sido posible sin la colaboración de la Asociación para la ayuda, prevención y readaptación de enfermos drogodependientes APARED, Cáritas y el Ayuntamiento de Salamanca, entre otros”.
“Tuvimos la oportunidad de que una unidad móvil estuviera disponible para acercarse a los sitios donde estaban los posibles pacientes y se les realizó una prueba sanguínea y en ese mismo sitio, donde están ellos o donde están viviendo incluso durmiendo, sin desplazarse a ningún otro lado. Los que fueron positivos se les realizó el mismo día las pruebas necesarias para determinar no solo si tenían el virus en la sangre sino qué repercusión tenía en el hígado, porque en función del tiempo que está el agente patógeno en el organismo puede variar desde una afección leve que dura unas semanas hasta una grave de por vida”, aclara Geijo.
Por otro lado, el especialista indica que el cribado ha sido aproximadamente de más de 60 personas y la incidencia en esa gente ha sido de un 6%.
Consulta de alta resolución
El proyecto de la Microeliminación del Virus de Hepatitis C (VHC) se reforzó el jueves 12 de mayo, con el desarrollo de una consulta de alta resolución a cargo del Servicio de Digestivo, formado por Fernando Geijo, Jesús Manuel González, Sara Gómez, Maribel Martín y Carmen Villar y con la colaboración de Farmacia Hospitalaria, de las personas en las que las pruebas fueron positivas en el cribado inicial.
Fernando esclarece que “se trata de acercar el entorno hospitalario y, además, asegurar el cumplimiento terapéutico. Se ha diseñado al efecto un circuito específico para estos casos habilitando una consulta a la que los pacientes acuden acompañados por los voluntarios de APARED, realizándose todos los estudios diagnósticos necesarios en el mismo día, indicando el proceso más adecuado y dispensando la medicación para el inicio inmediato de dicho tratamiento, procedimientos fáciles de cumplir con cada vez menos pastillas y menos tiempo”.
¿Cómo se ha llegado a idear o diseñar esta consulta?
El Especialista en Aparato Digestivo del Complejo Asistencial Universitario declara que: “Esto viene desembocado por una preocupación por eliminar el virus C, en el 2017 nos dimos cuenta que había mucha gente que a lo mejor tenía el virus y no era consciente de ello, por lo que se hizo un esfuerzo a través de Atención Primaria de sensibilización para que se revisasen analíticas y se llevó a cabo una búsqueda en este caso manual en bases de datos, farmacia y microbiología de gente que estaba en el sistema “perdidos” o con un estudio no completo. Tratamos al mes a 200 pacientes, lógicamente como hemos ido curando a la gente ahora la situación está un poco más controlada, pero existe una estimación de que no todos los que tienen el VHC están diagnosticados. El esfuerzo es detectarlos, diagnosticarlos en un solo paso a ser posible y ponerles el tratamiento para simplificar el proceso”.
Por último, Geijo ha insistido en que “la gente se puede curar, lo que se trata es de hacer el diagnóstico cuanto mas rápido mejor, antes de que la enfermedad se haya desarrollado y el virus haya dañado al hígado”.
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