Este lunes la Asociación Salvar el Archivo de Salamanca ha presentado su nueva Junta Directiva, que cuenta con nuevas incorporaciones entre las que destacan nombres conocidos como el abogado y expresidente de Banesto, Mario Conde, o el periodista y colaborador en diversos medios de comunicación, Hermann Tertsch.
El presidente de la asociación, Policarpo Sánchez, que se incorpora de nuevo a los actos públicos, destacaba que “es una Junta ideológicamente plural, transversal y en la que se encuentran representada todos los estamentos”. La misma Junta tendrá como objetivo devolver al Archivo de Salamanca los documentos “requeridos ilegalmente, así como sentar en el banquillo a los responsables del expolio”.
Según una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, la competencia para devolver los papeles de Salamanca corresponde al Gobierno, por lo que Policarpo Sánchez señalaba al Ministerio de Cultura y a la ministra Carmen Calvo como responsables de esa devolución.
Tal y como explicaba, tras la presentación formal de la Junta Directiva ante los medios de comunicación, celebrarían su primera reunión en la que establecerían las líneas de actuación de la asociación. En esas líneas destaca la reclamación vía administrativa o por demanda civil ante la Audiencia Nacional, si procede, la devolución de los archivos expropiados, reclamaciones que se harán este próximo mes de octubre. Asimismo, demandarán a los altos cargos de la Generalitat de Cataluña que entregaron los documentos “a quienes no eran propietarios” y organizarán actos en diversas ciudades con los que presionarán al Gobierno de España para que intervenga en la devolución.
El expresidente del banco Banesto y abogado, Mario Conde, consideraba que “no hay ninguna razón lógica ni científica” para la entrega de documentos que tuvo lugar en 2010 a la Generalitat Catalana, por lo que se debe a “una razón política”.
Conde puntualizaba que se han cometido “abusos” por parte del gobierno catalán al haberse llevado documentos no catalanes y al no haber fotocopias de muchos de ellos, tal y como indicaba la obligación. Aseguraba que la labor de esta asociación “no es una cuestión ideológica”, sino que se debe al cumplimiento de las resoluciones judiciales porque “el Estado renuncia a hacer lo que tiene que hacer”.
El periodista Hermann Tertsch afirmaba tajante que se trata “de las causas más claras y justas de defensa porque la causa de España está siendo cuestionada constantemente”. A pesar de aclarar una vez más que la Junta Directiva se compone de “gente de todo tipo, de todas las ideologías que tiene un compromiso con España y su unidad”, pedía la necesidad de “reaccionar si no queremos perder libertades: vemos que en Barcelona cuando se defiende el derecho a hablar y vivir en español, son aporreados por vándalos de la CDR y son protegidos por la policía catalana del golpismo”.
El periodista hablaba de “hispanofobia” y de una “voluntad continua de destruir la historia de España”, por lo que “urge que se cumplan las sentencias para que retornen los archivos, que desmantelan las mentiras de las concesiones al nacionalismo”.
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