Ieronimus, una experiencia única al alcance de todos

Todo el visitante que llegue a Ieronimus, descubrirá algo que no imaginaba y recorrerá rincones exclusivos de la Catedral de Salamanca, porque la Catedral es una sede episcopal, pero con dos templos, las llamadas Catedral Vieja y Catedral Nueva.

 Ieronimus, una experiencia única al alcance de todos
Ieronimus, una experiencia única al alcance de todos

Con la experiencia Ieronimus, el visitante puede sentir el esfuerzo del duro trabajo que realizaron las personas, que se jugaron la vida para formar parte de una aventura que podía ser mortal a cambio de una casa y un trabajo. 

Las catedrales están hechas de piedra de villamayor y madera, pero también de música, de memoria, de tiempo e incluso de sentido común, como el que tuvo el cabildo cuando se colocaron las primeras piedras de la catedral nueva y se negó a tirar la vieja, y acertó, haciendo única la Catedral de Salamanca. Anteriormente, había dos torres que pertenecen a la Catedral Vieja, una de vigía y otra defensiva, llamadas la Torre Mocha y la Torre de las Campanas, por eso la Catedral Vieja fue utilizada como fortaleza defensiva. En primer lugar, se inició hasta la Torre Mocha con una exposición meramente documental y poco a poco la propuesta fue creciendo hasta la Torre del Gallo, Anaya y al final hasta la propia Torre de la Catedral.  

La musealización de la Catedral, llegó en 2002 con la capitalidad de Salamanca como Ciudad Cultural Europea. De esta manera, se comenzó a visitar una zona que estaba vacía y recibió el nombre de Ieronimus. Ieronimus presume de ser el centro documental más antiguo de la ciudad, pero además de esto, permite entender la relación tan intensa que puede tener una catedral con la ciudad en sí.

¿Por qué Ieronimus?

Ieronimus es el nombre el latín de don Jerónimo de Perigueux, uno de los más famosos obispos españoles. Fue él al que se le encargó construir la Catedral Vieja, con un estilo románico y de transición al gótico.  Al expulsar a los musulmanes, se erigen monumentos que sirvan como faro de referencia, Salamanca lo necesitaba y por ello se construye la Catedral Vieja.

Don Jerónimo de Perigueux fue además el capellán del Cid Campeador, por eso se encuentra en la Catedral y se puede ver en la visita a Ieronimus el crucifijo pectoral de Rodrigo Díaz de Vivar.

Las Visitas

La visita a Ireonimus crecen cada año, el pasado 2016, Ieronimus recibió 128.713 visitantes, de los cuales 7.505 lo hicieron por la noche. La visita es muy especial, en ella, los guías intentan construir experiencias en los visitantes, y se centran en la imagen y no tanto en la información. Las visitas pueden realizarse por el día, pero los responsables de Ieronimus destacan las visitas nocturnas, en las que la experiencia cambia completamente.

Ireonimus crea un buen clima y atmósferas adecuadas donde la gente se meta, se olvide del mundo que hay fuera y entre en la dimensión de lo que es la catedral, un espacio de espiritualidad y de hospitalidad y acogimiento para todo el mundo, como si fuera una casa familiar. Tampoco faltan facilidades para los avisitantes extranjeros, con audioguías y visitas guiadas.

Las visitas pueden realizarse por el día, pero los responsables de Ieronimus destacan las visitas nocturnas, en las que la experiencia cambia completamente. El recorrido muestra la Sala de la Mazmorra, la Estancia del Carcelero, la Sala del Alcaide, la Sala de la Torre Mocha, la Sala Alta, la Sala de la Bóveda, la Terraza de la Torre Mocha, la Pasarela hacia la Torre del Gallo, el Triforio interior de la Catedral Nueva y la Terraza Norte, la Sala del Reloj y la Sala del Cuerpo de Campanas.

Ieronimus sigue creciendo, mejorando expositivamente sus espacios y  facilitando que la gente se encuentre cómoda en todo momento. Las visitas grupales se adaptan a los distintos grupos, por eso hay visitas especializadas en escolares, en extranjeros, familias… Aunque también se han realizado visitas privadas con dos o tres personas, visitas muy exclusivas que tienen un coste especial. Cariño acogimiento, protección y atención, son algunos de los ingredientes con los que los guías intentan envolver a los visitantes y meterles en una dinámica única para ellos hasta ese momento.

Ieronimus está abierto todos los días de la semana, de 10:00 a 20:00 horas, aunque el último acceso permitido es a las 19:00 horas. El precio de cada entrada es de 3,75 euros y el precio de la entrada de grupos es de 3,25 euros por personas con un mínimo de 20 personas por grupo.

Las visitas nocturnas, guiadas y ambientadas con música y luz interpretativa, y con un precio de seis euros por persona, pueden realizarse en las siguientes fechas:

Mayo y junio: Sábados, dos pases, a las 21:00 y a las 23:00 horas. 

Julio y agosto: Viernes, tres pases, 21:00, 22:30 y 23:00 horas. Sábados, cuatro pases, 20:30, 21:00, 22:30 y 23:00 horas. 

Septiembre y octubre: Viernes y sábados, tres pases, 20:00, 20:30 y 22:00 horas. 

Noviembre: Sábados, dos pases, 20:00 y 22:00 horas. 

Diciembre: Sábado 2 y 9 y viernes 8. Dos pases, 20:00 y 22:00 horas. 

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