Este pasado jueves, 13 de febrero, llegaba uno de los díasgrandes del año universitario. La Facultad de Derecho celebraba sus fiestas,reuniendo a una gran cantidad de estudiantes que salían por primera vez trasterminar la primera convocatoria de exámenes en lo que es la primera granfiesta universitaria del año natural.
Y es que el CODEX cada año va ganando más prestigio entrelos jóvenes y, por lo tanto, más afluencia a las diferentes fiestas que seproducen por los bares del centro de la ciudad desde primera hora de la tarde -eincluso el mediodía-.
Esto, sin embargo, no siempre es sinónimo de diversión. O,al menos, no para aquellos que no salen de fiesta y se ven perjudicados por loscomportamientos de los y las jóvenes que, afectados por el consumo de alcohol,ven nublado su conocimiento y realizan prácticas incívicas que indignan a losciudadanos de Salamanca y, sobre todo, a los vecinos de las calles donde seproducen estos hechos.
Concretamente, una de las grandes quejas que ha dejado el CODEXdesde este jueves por la tarde era que la juventud que se encontraba de fiestautilizaba la propia calle para hacer sus necesidades menores. El de evacuar esun acto tan ?natural? cuando se está bebiendo -ya sea agua o alcohol- comonecesario, lo que provoca que una multitud de personas, al no poder -o querer-aguantar las colas para los baños de los diferentes bares, acudiesen a rinconesmás o menos escondidos de la vía pública -como esquinas o junto a contenedores-para orinar.
Una práctica multada por la Policía Local de Salamancasiempre y cuando los agentes ?cacen? al infractor o infractora -este jueves pusieron 10 multas por estos hechos-, algo que nosucedió tanto como gustó a los vecinos del centro de la ciudad, que fotografiarona una gran cantidad de jóvenes satisfaciendo sus necesidades corporales asícomo los restos que dejaron.