La ingesta de sodio procedente de alimentos y bebidas excede los límites recomendados en la población española, según el trabajo 'La ingesta de sodio procedente de alimentos y bebidas excede los límites recomendados en la población española: estudio científico ANIBES', publicado en la revista 'Nutrients'.
"Esta investigación pone de manifiesto que la ingesta media de sodio en la población excede los niveles de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a pesar de que no se han incluido los datos de ingesta de sodio procedente de la sal añadida durante el cocinado o en la mesa", ha dicho el presidente de la Fundación Española de la Nutrición (FEN) e investigador principal de este trabajo, Gregorio Varela-Moreiras.
En concreto, los resultados obtenidos en este trabajo han evidenciado que la población española del estudio científico 'ANIBES' ingiere diariamente un total de 2.025 miligramos (mg) de sodio de media procedentes de alimentos y bebidas, por lo que supera el límite de 2.000 mg de sodio que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Si lo que se tiene en cuenta es el consumo de sal, el total de la población consume aproximadamente 5.060 mg diarios, mientras que el límite que marca la OMS indica que no se superen los 5.000 mg. "Creemos que con los datos presentados en este trabajo se podría ayudar a dar forma a las políticas de salud pública destinadas a reducir el contenido de sodio de la alimentación", ha recalcado el presidente de la FEN.
Además, prosigue, si se atiende al género de los individuos, se ha visto que la población masculina tiene una ingesta significativamente más elevada que la obtenida por las mujeres, independientemente de la edad. "De todas formas, debemos tener en cuenta que estas diferencias podrían atribuirse a la mayor ingesta dietética de los hombres, ya que cuando hemos ajustado las ingestas en función de la energía estas diferencias no se mantienen", ha apostillado Varela-Moreiras.
Al mismo tiempo, y según el índice de masa corporal (IMC), los niños con sobrepeso mostraron una ingesta de sodio significativamente mayor que los que tenían bajo peso. Sin embargo, no se observaron diferencias significativas en el resto de grupos de edad en relación a los distintos valores del IMC, ni en relación con cintura/talla y riesgo cardiovascular y el grupo de edad.
Las principales fuentes dietéticas de sodio en todos los grupos de la población del estudio, excluyendo la sal de mesa y la añadida durante el cocinado, fueron los grupos de carnes y derivados (27%) y cereales y derivados (26%), seguidos de la leche y productos lácteos (14%), precocinados (13%) y pescados y mariscos (6%). En total, estos cinco grupos de alimentos y bebidas representaron más del 80 por ciento de la ingesta de sodio.
"Cuando evaluamos las categorías de alimentos y bebidas específicas dentro de cada grupo, nos encontramos que los principales subgrupos contribuyentes a la ingesta de sodio fueron los embutidos y otros productos cárnicos, seguidos de cerca por el pan, precocinados, quesos y conservas de pescados y mariscos", ha recalcado Varela-Moreiras.
Finalmente, la investigación ha puesto de manifiesto que fue la cena la comida que más contribuía a la ingesta diaria de sodio, puesto que representaba el 30-37 por ciento de la ingesta total. Tras ella, el almuerzo se situaba en el siguiente lugar, proporcionando el 25-34 por ciento de la ingesta. La media mañana y la merienda proporcionaron únicamente el 5-11 por ciento de la ingesta total de sodio.
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