Internistas exigen integrar Medicina Interna y Psiquiatría en los hospitales para mejorar la atención a pacientes con enfermedades mentales y físicas
La Sociedad Española de Medicina Interna alerta de la falta de integración entre especialidades y pide protocolos específicos para una colaboración eficaz
La Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) ha solicitado que todos los hospitales del país cuenten con unidades de asistencia compartida dotadas de suficientes especialistas en Medicina Interna, y ha señalado como “prioridad urgente” el desarrollo de una asistencia compartida efectiva con los servicios de Psiquiatría, especialmente para atender a pacientes con comorbilidades médicas y mentales.
Esta demanda se ha puesto sobre la mesa durante la IX Reunión de Asistencia Compartida y Medicina Consultiva, en la que los profesionales han insistido en la necesidad de crear protocolos y vías clínicas específicas para garantizar una atención integral y eficaz.
“El trabajo conjunto entre internistas y psiquiatras mejora los resultados clínicos, reduce complicaciones y permite una atención más humanizada y eficiente”, ha señalado el doctor Eduardo Montero, coordinador del Grupo de Trabajo de Asistencia Compartida y Medicina Consultiva de la SEMI. Montero ha defendido que este modelo “no solo es clínicamente eficaz, sino también económicamente rentable”.
Por su parte, la doctora Laura Pérez, secretaria del mismo grupo de trabajo y moderadora de la mesa dedicada a Psiquiatría, ha subrayado que este tipo de asistencia requiere una coordinación multidisciplinar real, basada en el respeto mutuo y la comunicación fluida entre equipos médicos. “Debe establecerse un acuerdo explícito de responsabilidad compartida entre las especialidades implicadas y consensuar la información que se transmite a los pacientes y sus familias”, ha explicado.
Salud mental, una de las áreas más desatendidas
Los internistas han señalado que el ámbito de la salud mental requiere una intervención urgente, dado el alto grado de comorbilidades médicas que presentan muchos de estos pacientes. Entre los problemas más habituales figuran enfermedades cardiovasculares, hepáticas, respiratorias o metabólicas, muchas veces derivadas de consumo de sustancias o de los propios efectos secundarios de tratamientos psiquiátricos.
“La asistencia compartida en Psiquiatría no es una opción, sino una necesidad”, ha advertido Pérez. “Muchos de estos pacientes minimizan o no comunican síntomas físicos, y a veces sus crisis psiquiátricas se deben a enfermedades médicas no detectadas”.
A pesar de la creciente evidencia sobre los beneficios del modelo de asistencia compartida, su implantación sigue siendo muy desigual en el sistema hospitalario español, según han denunciado los expertos. Solo unos pocos hospitales de agudos disponen de unidades plenamente integradas entre Medicina Interna y Psiquiatría, mientras que algunos hospitales psiquiátricos crónicos han empezado a incorporar internistas de forma más sistemática.
Un modelo clave para mejorar el pronóstico
Los internistas destacan que este enfoque permite una mejor evaluación integral, más allá de la crisis aguda, y mejora el pronóstico a largo plazo. "El ingreso en Psiquiatría es una medida temporal destinada a estabilizar al paciente, pero no puede obviarse el resto de su salud", afirman desde la SEMI.
El grupo de trabajo concluye que el modelo de asistencia compartida “debe extenderse de forma sistemática”, con apoyo institucional, dotación de recursos humanos adecuados y desarrollo de protocolos que garanticen la equidad en la atención médica de los pacientes con trastornos mentales.
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