Más investigación y especialización sanitaria: las reclamaciones de la asociación salmantina de Parkinson

Piden más inversión en investigación y crear unidades de trastorno del movimiento en cada provincia. Además, inciden en la importancia de preparar a las personas que atienden a los pacientes de Parkinson, ya que a día de hoy sigue habiendo muchos problemas

 Asociación del parkinson salamanca (2)
Asociación del parkinson salamanca (2)

Según los datos del programa Medora de la Junta de Castilla y León de 2017-2018, en Salamanca hay 1.898 pacientes de Parkinson censados. A pesar de que no hay un perfil de pacientes, afecta más a personas de edad avanzada y se estima que ligeramente más a los hombres. Sin embargo, cada vez afecta más a gente joven: uno de cada cinco pacientes son menores de 50 años. Aquí, en Salamanca, hay en torno a 30 personas menores de esa edad.

Es por ello, que dada la relevancia de esta enfermedad, la asociación de enfermos de Parkinson de Salamanca aprovechó una entrevista con SALAMANCA24HORAS para hacer algunas reivindicaciones.

Entre otras cosas, la presidenta de la asociación, Teresa Martín, pedía una inversión mucho mayor en investigación, en cambiar los hábitos, en educación y en prevención: “Muchas de las enfermedades que hay a día de hoy dependen mucho de nosotros, de nuestra forma de vida, de lo que estamos respirando y lo que estamos comiendo. Si a día de hoy no se sabe por qué, es porque muchas de esas cosas no sabemos exactamente cómo nos influyen”.

Mejoras en el ámbito sanitario

El ámbito sanitario ocupaba la mayor parte de las reivindicaciones. En primer lugar, explicaba que no hay un centro especializado de Parkinson “igual que hay en cada hospital para cada especialidad, debería haber en las residencias plantas, áreas o unidades específicas”. En este sentido, apuntaba a la necesidad de crear unidades de trastorno del movimiento e invertir más en la preparación de las personas que atienden a los pacientes de Parkinson: "Lo hacen bien, pero si se conociese mejor, mejoraría la calidad de la atención".

Por ello, para el curso que viene la asociación tiene el objetivo de ofrecer formación con conocimientos básicos a los profesionales, no solo del ámbito sanitario, también el de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En este sentido, explicaba que en ocasiones hay casos en los que por desconocimiento se tratan de manera equivocada.

Ponía el ejemplo de policías o bomberos que cuando se les llama “se encuentran a una persona que va de lado a lado, que no le habla… Y pueden pensar otra cosa por desconocimiento”. También lo ejemplificaba con un caso que tuvo lugar recientemente en el que alguien tuvo un mal comportamiento con su mujer: “eso se tergiversó y se llegó a poner como violencia de género y por ahí no podemos pasar. Un trastorno en un momento determinado por una medicación no se puede considerar violencia de género”.

Implicación de las instituciones

Teresa Martín pedía además más implicación de las instituciones públicas ya que, por ejemplo, a veces hay problemas en el suministro de algunas medicinas por intereses de las empresas farmacéuticas, a pesar de que haya pacientes a los que beneficie: “No se puede depender en una enfermedad de eso, de lo que la política suba o baje”.

También pedía que se dote a las asociaciones y a los profesionales para que puedan tener los recursos suficientes para acompañar a los enfermos hasta el último momento. El objetivo, indicaba, es que cuando los pacientes no puedan ir a las terapias por su cuenta, puedan pasar a un centro de día y de ahí a una residencia, y sean los mismos profesionales formados que les han atendido antes los que sigan hasta el último día

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