Irregularidades, opacidad y discriminación: Ganemos denuncia las “extraliminaciones” del jefe de la Policía Local con el Grupo SIETE

El Grupo SIETE se caracterizaba por operativos de persecución a determinados establecimientos hosteleros, a colectivos “libertarios, ecologistas, feministas y de izquierda” o a extranjeros, entre otros. “Más que una policía municipal es una policía política”

 Ganemos   informe grupo 7
Ganemos informe grupo 7

Ganemos ha presentado este lunes las conclusiones finales del informe de la comisión de investigación del Grupo SIETE, un informe de 50 páginas que será público e incluye información de las actuaciones de este grupo de la Policía Local.

Este grupo, tal y como detallaba el concejal Gabriel de la Mora, tuvo su origen en los escoltas personales del ya exalcalde Alfonso Fernández Mañueco, que ampliaron sus competencias gracias a la “mera afinidad personal con el jefe de Policía o los mandos”. De la Mora detallaba además que se trata de “un grupo de un servilismo extremo” sin tareas asignadas como tal, sino que se dedicaban a seguir las instrucciones del jefe de la Policía Local, José Manuel Fernández.

Sobre la organización del Grupo SIETE, el informe detalla que carecía de una organización formal –salvo la unidad canina- y de un “escaso o nulo control”, con “confidencialidad, opacidad y privilegios de los agentes respecto a otros”. Este grupo, explicaba De la Mora, trabajaba con total confidencialidad y al ampliarse sus tareas esa confidencialidad no se redujo. Esto provocaba a su vez “una gran descoordinación con gran ineficacia”, ya que asumían tareas propias de otras unidades u otros cuerpos.

‘De bar en bar’, ‘manifa’ o persecución de grafiteros: los operativos del Grupo SIETE

El Grupo SIETE trabajaba con una serie de operativos permanentes, además de otros puntuales entre los que se incluían la persecución a kioskeros, la operación brócoli o el envenenamiento de perros. Entre los operativos permanentes Gabriel De La Mora destacaba:

Servicios de escoltas. Encargados de escoltar los plenos o las salidas del municipio, unas salidas que, según el concejal, se efectuaban con “absoluto secretismo”, ya que las salidas no se han acreditado con documentos, habiendo viajes a Carbajosa, Topas o Madrid, entre otros, algo que supone un “despilfarro de recursos”.

Operativo ‘manifa’. Un servicio de información política y sobre manifestaciones en el que presuntamente se apoyaba a la Policía Nacional, pero que supondría “una invasión de competencias y una limitación muy evidente al derecho de reunión”. En este sentido, los policías contaban con información de varios colectivos y de sus integrantes con la excusa de prevenir actos vandálicos en las manifestaciones. Sin embargo, como afirmaba el concejal de Ganemos, “en los últimos años no ha habido ni un solo acto vandálico por el que se justifique este servicio”. Sin embargo, a su juicio, se trataba de la persecución de colectivos con una marcada orientación “libertaria, ecologista, feminista y de izquierdas”. Algunos de los grupos perseguidos fueron 13 Monos, Stop Uranio o el Movimiento Feminista, entre otros.

‘De bar en bar’. Un servicio de control de bares paralelo al de la Policía por el que hay varias denuncias por hechos no acreditados de las que Ganemos ha conseguido hasta 20 sentencias, aunque tienen constancia de al menos otras 20. En este sentido, De La Mora hablaba de un “trato discriminatorio a la ciudadanía y a los empresarios” con una clara vulneración de derechos y garantías.

Control de empadronamientos. Este se trata de un trabajo habitual de la Policía Local, por lo que “no tiene sentido que haya descoordinación y que el Grupo SIETE haga controles hacia personas extranjeras y en situación de vulnerabilidad”, según consideraba De La Mora. De esta manera, el interés no estaba en el control del padrón, sino en la posible existencia de mafias y pisos patera.

Persecución de grafiteros. El concejal desmentía la atribución del Grupo SIETE de la identificación de los conocidos MEAS y ATUN, ya que se les había identificado hacía años. Asimismo, detallaba que este trajo por parte de este grupo paralelo habría cometido una vulneración de derechos, ya que no se puede atribuir sospechosamente un hecho a alguien y vigilarlo para prevenir un ilícito administrativo.

Unidad canina. A pesar de que este grupo sí funcionaba correctamente, desde Ganemos denunciaban que no estaba disponible para el resto de agentes, “una falta de coordinación y cooperación”.

Control de viviendas municipales. En este caso, De la Mora detallaba que el grupo se dedicaba a la intimidación de las familias en lugar de la gestión de estas viviendas.

Detención de mendigos. Los agentes recibieron instrucciones por parte del jefe de Policía Local para detener mendigos, por lo que hubo identificaciones colectivas de personas extranjeras que fueron rechazadas por el sindicato.

Opacidad y confidencialidad no justificadas

Tras la exposición de las actividades del Grupo SIETE, Gabriel De La Mora detalló las conclusiones del informe en las que resaltaba la opacidad y confidencialidad no justificadas, las irregularidades en el registro y control de datos, el trato desigual y la falta de coordinación con el resto del cuerpo policial.

Sobre los operativos hablaba de una invasión de competencias de la Policía Nacional, de ilegalidades e irregularidades en las actuaciones policiales y de un exceso de vigilancia de personas en el ámbito político. “Es más propio de una policía política, no democrática”, valoraba.

Asimismo, aseguraba que el grupo ha tenido una “nula eficacia o escasos resultados” y ha provocado una “discriminación y criminalización de la disidencia social y de la pobreza y exclusión” a mendigos y extranjeros.

De esta manera, Ganemos presentará una moción en el próximo pleno municipal en la que instará al alcalde, Carlos García Carbayo a cesar y relevar al jefe de la Policía Local, José Manuel Fernández. También pedían la disolución del Grupo SIETE y la asunción de responsabilidades administrativas y políticas.

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