Javier Iglesias, el presidente de la Diputación que cobra más que Pedro Sánchez como jefe del Gobierno
En 2022 su sueldo fue de 81.805 euros a los que habría que sumar 10.465 por su cargo como concejal del Ayuntamiento de Salamanca y unos 1.000 euros más de REGTSA y CIPSA
El malestar entre los afiliados y simpatizantes del PP se ha multiplicado en los últimos meses en Salamanca. La investigación judicial a Javier Iglesias por la presunta financiación irregular del PP salmantino unido a la resolución judicial que obliga al partido a convocar su congreso salmantino en mes y medio, han puesto a los populares en el candelero mediático de toda España salpicando incluso a Alberto Núñez Feijóo que estuvo llamado a declarar. Los militantes que han pedido en el juzgado la celebración del congreso han dado visibilidad a un problema que ha generado malestar creciente en las bases de la formación y han abierto la puerta al descontento público.
Un descontento que es más tangible en los pueblos salmantinos, donde cada cuatro años se multiplican las visitas y las promesas y pasadas las elecciones se olvidan las mismas. Entre los motivos por el descontento generalizado está toda la presión mediática que está sufriendo el PP salmantino y también otros detalles, como que el presidente de la Diputación de Salamanca esté mejor pagado que el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco o incluso que Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, a pesar de que el grado de responsabilidad no es comparable.
El presidente de la Diputación tiene asignado un sueldo bruto anual que, en 2022, fue de 81.805,50 euros. A esta cifra hay que sumar los 10.465,20 euros que cobra del Ayuntamiento de Salamanca, donde es concejal, más aproximadamente otros 1.000 euros como presidente del Organismo Autónomo de Recaudación y Gestión Tributaria de Salamanca, REGTSA y del Organismo Autónomo Centro Informático Provincial, CIPSA.
Por su parte, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, tiene un sueldo bruto anual de 76.355,04 euros. Si comparamos los emolumentos de Javier Iglesias con los del presidente del Gobierno podemos ver que incluso el presidente de La Salina cobra un poco más. El sueldo de Pedro Sánchez como jefe del Gobierno es de 90.010 euros. El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, también cobra menos que Javier Iglesias por su trabajo al frente del Ayuntamiento de la capital. Al año recibe 69.747 euros.
Si nos fijamos en toda la legislatura, Javier Iglesias sumaría del 2020 al 2022 la nada desdeñable cifra de 228.248 euros solo como presidente de la Salina, a los que habría que sumar los 40.000 euros por año de las dietas por asistencias a plenos y comisiones del Ayuntamiento de Salamanca más los meses que restan de 2019 y 2023. Además, la Diputación tiene diversos recursos asignados para el desarrollo de su actividad: un vehículo oficial Wolkswagen Arteón con un conductor asociado, un ordenador portátil HP, una tablet modelo iPad y un smartphone.
En la declaración de bienes de Javier Iglesias, un documento que es público y obligatorio, figuran cinco propiedades inmobiliarias: una vivienda en Ciudad Rodrigo, vivienda y parcela en Galindo y Perahuy y una vivienda en Salamanca con un dominio del 50 por ciento, más una vivienda con garaje y trastero en Rota y una vivienda en Madrid de las que es propietario al 100 por ciento.
Estas cifras hacen que algunos se pregunten cómo es posible que un presidente de una diputación tenga un salario igual o superior a un cargo como la presidencia de la Junta o del Gobierno. “Es inasumible”, asegura un afiliado que añade que “cuando uno ocupa un cargo público ha de ser ejemplarizante” y se pregunta “A ver si estamos de presidente ¿para qué? ¿Para llevárselo?”. “Los datos lo dicen todo”, asegura otro militante y cargo público del PP en la provincia. “No tiene lógica que el presidente de la Diputación cobre más que el presidente de la Junta, de hecho, en la casa (la Diputación) siempre se ha comentado que no le dejaron superar los 100.000 euros”, añade.
No son las únicas voces críticas. “No es normal estos sueldos tan descompensados. ¿En base a qué criterio uno se pone un sueldo u otro?, debería tener un tope en función del tipo de cargo o responsabilidad porque al final parece que todo el mundo que entra en política lo hace por el sueldo”, añade una de las afiliadas del PP de Salamanca. Y de esta forma opinan muchos otros, que también creen que la limitación de los mandatos o que se obligara a los políticos a haber tenido un trabajo fuera de este mundo despejaría muchas de estas dudas sobre los motivos por los que legislatura tras legislatura algunos cargos públicos se perpetúan en sus puestos.
El malestar entre las bases es evidente y los propios militantes lo reconocen. “Hay mucho malestar y mucha desafección por toda la provincia, porque además de todo esto hay otro tema de fondo, todo lo que se ha prometido y no se va a poder cumplir”, añade otro cargo del PP. Suponiendo que el PP gane las elecciones, que en las últimas la diferencia fue solo de 400 votos, no va a haber tantos asientos disponibles”, añade. Y con el reparto de cargos, vendrá la guerra.
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