Javier Paz Ledesma, el salmantino que sufrió abusos sexuales por parte de un párroco durante 10 años, ha presentado una solicitud en la mañana de este viernes, 14 de diciembre, en la Casa de la Iglesia, que pide toda la documentación del proceso que inició en 2011, del que no ha recibido "ninguna copia ni documentación alguna después de haberla solicitado en el Obispado". "Lo que espero con esto es saber si el proceso en mi caso se ha seguido correctamente, porque entendemos que no ha sido todo lo transparente que debía ser. No se me ha tomado declaración como debía haber sido, ante un vicario judicial y con un notario, al contrario de las otras dos víctimas que vinieron conmigo a denunciar", ha señalado Javier Paz a los medios de comunicación.
"En 2013 se reabrió el caso después de que lo archivaran, afirmando que yo solicitaba dinero cuando fueron ellos los que me ofrecieron una cantidad a cambio de mi silencio; y las otras dos víctimas si que pasaron por el tribunal, estuvieron más de tres horas testificando y levantando acta de su testimonio. En mi caso no fue así. Sabemos que el caso se reabrió por estas dos personas y la presión de sus familias pero a mi se me dejó fuera de ese proceso aunque después se me nombre en la sentencia, por lo que considero que se me abandonó", ha explicado el salmantino.
Javier Paz se ha ratificado en que el obispo de Salamanca, Carlos López, le ofreció dinero a cambio de que retirase la denuncia. "Tuvimos algunas conversaciones durante varios años, entre 2011, 2012 y 2013, y él en un momento dado me dijo que las víctimas por el dolor y el sufrimiento que hemos pasado, y lo gravísimo de nuestra situación, tenemos derecho a una reparación de daños", algo que la Conferencia Episcopal ha reconocido, así como el Vaticano. "En un momento dado me dijo que acudiera a hacer una solicitud que ellos me habían ofrecido. Acudí y me indicaron que les comentara las cantidades sobre las que el obispo me había hablado, que eran una indemnización y una pensión para cuidar de mí y de mi madre. En el momento que firmé, comprobé que debajo ponía que la indemnización se entregaba a condición de que yo guardara silencio y no emprendiera ninguna acción legal contra el obispo, la Iglesia o contra el sacerdote", sigue Javier Paz Ledesma.
El salmantino afirma que en ese momento se desmoronó. "Rompí a llorar y firmé, y desde ese momento dicen que yo lo he hecho todo por dinero. Creo que la Iglesia tiene que ser bastante más abierta, más clara, tener un poco más de dignidad, aceptar los errores para que no se vuelvan a repetir y sobre todo apoyar a las personas que hemos sufrido estos abusos, en lugar de abandonarnos en la calle y que tengamos que hacer estas cosas para que se nos atienda", ha concluido Javier Paz.
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