Este sábado ha tenido lugar en el Serendipity (Calle Serranos, 35) una jornada solidaria con refugiados y voluntarios. Lo recaudado irá destinado íntegramente a costear el viaje a Atenas de Néstor Prieto, voluntario de Salamanca que pasará en Atenas tres semanas y a la familia de Sahad, refugiada irakí residente en Salamanca que ha narrado su historia a los asistentes en una charla coloquio.
Sahad es una joven estudiante de Farmacia de 21 años que tuvo que abandonar Irak hacia Siria por conflictos semejante a los que que luego también la obligaron a huir de aquel país. Tras pasar por Bélgica llegó a España y estuvo viviendo junto a sus hermanas en Madrid. Ahora está en Salamanca y tiene un futuro por delante. “Es raro, que salgan de mi país chicas solas pasando esa situación tan dura. Ser mujer y refugiada hace que te traten doblemente mal. Hemos pasado malas situaciones pero estamos mejorando en muchos aspectos”, explica.
Lo más duro para ella desde que llegó a España es no poder imaginarse una estabilidad laboral. “A mí me gustaba estudiar, en mi país sacaba muy buenas notas y quiero seguir la carrera de Farmacia aquí pero hasta ahora no saben muy bien que hacer con nosotros porque nuestra situación es distinta a la de otros extranjeros”, revela. Además, cuenta que al principio pasó seis meses sin salir de casa y no sabe por qué pero ahora reconoce que le gusta mucho Salamanca y que está muy a gusto.
El objetivo de la jornada es recaudar fondos para el vieja que el joven salmantino de 18 años, Néstor Prieto, tiene previsto hacer a Atenas. “Hace un año estuve en Grecia y pude ver la situación de los refugiados. La única manera que tengo de poder ir es apelar a la solidaridad y a la esperanza de la gente que me quiera ayudar. Lo que saque será destinado al viaje y todo lo que sobrepase el importe, que anda por los 700 euros, irá destinado a medicamentos o juguetes para los niños porque hay mucha necesidad”, ha explicado.
Néstor estará durante tres semanas trabajando en los edificios en los que están viviendo los refugiados haciendo obras, reparando casas, preparando comidas o danado clases de inglés. “Me voy a prestar durante ese tiempo a lo que más falta haga”, ha señalado.
La jornada ha comenzado con un mercadillo solidario de ropa, decoración o juguetes en la que ha participado todo el mundo que lo ha deseado llevando sus propios objetos. A continuación, comenzó una charla-coloquio en la que intervinieron voluntarios y en la que Sahad contó su testimonio hasta su llegada a España. Después, el poeta salmantino Raúl Vacas realizó un recital de poesía.