La joya que se esconde en Salamanca que investiga los niveles de radioactividad natural del agua

Begoña Quintana, es la encargada de este laboratorio desde donde llevan analizadas alrededor de 600 muestras de todo el territorio

GALERÍA | Laboratorio para la Investigación sobre los niveles de radioactividad natural del agua
GALERÍA | Laboratorio para la Investigación sobre los niveles de radioactividad natural del agua

Salamanca sigue siendo la ciudad por excelencia de la investigación en distintos campos y los avances tecnológicos.

En esta ocasión, la Universidad de Salamanca cuenta desde 1999 con el Laboratorio de Radiaciones Ionizantes y Datación para cuestiones relacionadas con los radionucleidos en todo tipo de muestras, especialmente en aquellas de origen natural como la medida de muy bajas actividades de radionucleidos naturales, la optimización de las técnicas para la caracterización de la radiactividad en agua de consumo humano, la datación de sedimentos mediante 210Pb y desequilibrios.

Además de todo ello, el laboratorio colabora por una parte con el Consejo de Seguridad Nuclear en dos planes de vigilancia radiológica ambiental (REM y PVRAin) y, por otra, con el Servicio de Salud Pública de la Junta de Castilla y León donde se mide la radiactividad del agua de consumo humano de la región.

El laboratorio está formado por tres personas: Begoña Quintana, catedrática del Departamento de Física Atómica, Molecular y Nuclear, un técnico de laboratorio, que es María Teresa Marcos y Juan Carlos Lozano que es titular de Física atómica molecular y nuclear. Además de ellos, también hay estudiantes de doctorado.

Por lo tanto, para conocer como es la labor que llevan a cabo para saber la radioactividad natural del agua y el proceso que desarrollan desde el laboratorio, Begoña Quintana, declara que “el agua de forma natural presenta distintos niveles de radioactividad. La cantidad de presencia de radionucleidos está relacionada con la existencia de rocas ya que contienen elementos radioactivos”.

Quintana, por lo tanto, incide en que desde el subsuelo los elementos pasan a las aguas subterráneas pero la composición de las rocas, el contacto y la profundidad, entre otras cuestiones, hace que los radionucleidos puedan variar.

Tras el cambio de la legislación a nivel europeo donde se ponía como objetivo los radionucleidos artificiales, pasó a centrarse en los naturales, por lo que para la obtención de resultados que garanticen la protección de la salud en Castilla y León se optó por desarrollar un estudio donde el Laboratorio de Radiaciones Ionizantes y Datación toma el mando, ya que, desde Salamanca, son los únicos en la región que realizan los análisis que se requieren.

Alrededor de 600 muestras son las que llevan analizadas desde este laboratorio, cogidas de zonas donde el agua tiene un mayor nivel de radionucleidos “en el estudio se ha querido asociar la base rocosa de los acuíferos con la transferencia de radionucleidos por el agua que circula por los mismos” detalla Begoña.  

Para analizar dichas muestras se recogen 30 litros de agua en fechas determinadas. Se aplican las medidas alfa y beta para determinar los niveles de radioactividad. En cambio, para la resolución de los radionucleidos se utiliza la espectrometría gamma para tener la máxima sensibilidad, además, se lleva a cabo espectrometría alfa para radionucleidos específicos que por las partículas a detectar hay que separar los átomos del elemento cuyos isótopos se quieren medir.

“Esto requiere de una coordinación con los servicios de cada provincia porque en el momento en el que llega la muestra hay que hacer espectrometría alfa del polonio y del radón, difícil de determinar porque es un gas noble. Por ello, el laboratorio utiliza una técnica de análisis por centelleo líquido” esclarece la catedrática del Departamento de Física Atómica.

El pasado mes de mayo, la Junta aportó 80.000 euros a la obtención de información de las aguas y a ampliar el estudio de captaciones a diferentes redes de abastecimiento repartidas por el territorio.

Repercusión del proyecto

La investigación ha dado lugar a tres artículos de tres publicaciones científicas los cuales se han publicado en prestigiosas revistas científicas. Esto ha servido para que David Borrego, el único doctor miembro del grupo, haya desarrollado una tesis doctoral con todos los datos que se han obtenido de los análisis de radiactividad natural de las aguas implementando herramientas geoestadísticas “para realizar estudios ambientales que ayudasen a esta labor de control”, añade Borrego.

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