La Junta de Castilla y León autoriza el contrato de acompañantes de transporte escolar hasta 2028

El acompañante de transporte escolar debe ser una persona mayor de edad y su rol es fundamentalmente de apoyo y vigilancia. Sus responsabilidades incluyen ayudar en la subida y bajada de los alumnos, especialmente a los más pequeños o a aquellos que presenten déficit de movilidad

Acompañantes de transporte escolar. Foto de archivo
Acompañantes de transporte escolar. Foto de archivo

El Consejo de Gobierno de Castilla y León ha dado luz verde a la contratación del servicio de acompañantes de transporte escolar, asegurando una prestación esencial que afecta a miles de alumnos en la Comunidad. En el curso actual, Castilla y León opera un total de 2.172 rutas de transporte escolar, de las cuales se benefician 36.466 estudiantes. De estas, se ha determinado que 920 rutas requieren de manera obligatoria la figura de un acompañante para garantizar la seguridad y atención de los escolares. Para cubrir esta necesidad, se estima que serán necesarios 1.094 acompañantes.

El contrato autorizado se ejecutará durante los días lectivos de los cursos escolares 2025-2026, 2026-2027 y 2027-2028. No obstante, se ha contemplado una excepción para los Centros de Educación Especial (CEE), cuyas rutas de transporte podrán prestar servicio de acompañamiento incluso en fin de semana si las necesidades específicas del centro lo demandan. El acuerdo prevé, además, la posibilidad de una prórroga que extendería la prestación del servicio hasta el año 2029.

El acompañante de transporte escolar debe ser una persona mayor de edad y su rol es fundamentalmente de apoyo y vigilancia. Sus responsabilidades incluyen ayudar en la subida y bajada de los alumnos, especialmente a los más pequeños o a aquellos que presenten déficit de movilidad. También se encargan de recoger y acompañar a los estudiantes desde y hasta el interior del recinto escolar. Durante el trayecto, su función primordial es velar por el cumplimiento de las normas de uso del vehículo y la seguridad.

Entre sus tareas de vigilancia específicas, los acompañantes deben controlar que ningún alumno juegue cerca del vehículo, asegurar que la subida y bajada se realice de forma ordenada por la puerta delantera, comprobar que todos los estudiantes se abrochen correctamente el cinturón de seguridad y permanezcan sentados hasta que el autobús se haya detenido por completo, además de vigilar que las mochilas y otros bultos estén colocados debajo de los asientos. Finalmente, en caso de una emergencia o cualquier circunstancia que requiera el desalojo del vehículo, los acompañantes deben organizar a los alumnos en un lugar seguro y a una distancia prudencial del autobús, minimizando los riesgos derivados de las maniobras de otros vehículos.

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