La Junta recuerda la obligatoriedad de revisar las instalaciones de gas cada cinco años para garantizar la seguridad en las viviendas

El incumplimiento de esta obligación está tipificado como una falta grave en la Ley de Industria de Castilla y León

La Junta recuerda la obligatoriedad de revisar la instalación de gas de las viviendas
La Junta recuerda la obligatoriedad de revisar la instalación de gas de las viviendas | Junta de Castilla y León

La Junta de Castilla y León ha emitido un aviso recordatorio sobre la importancia y obligatoriedad de realizar la inspección periódica de las instalaciones de gas, una medida esencial para prevenir accidentes y garantizar la seguridad industrial en el ámbito doméstico. Según la normativa vigente, esta revisión debe llevarse a cabo cada cinco años dentro del año natural de vencimiento desde la última inspección o puesta en servicio. El objetivo principal de esta regulación es la prevención y limitación de riesgos, protegiendo así a las personas, los bienes y el medio ambiente de posibles siniestros.

El proceso comienza cuando la empresa distribuidora comunica al usuario, con una antelación mínima de tres meses, la necesidad de realizar la inspección. A partir de ese momento, el titular de la instalación tiene el derecho de elegir quién realizará el trabajo, pudiendo contratar a cualquier empresa instaladora de gas habilitada o esperar a que la propia distribuidora realice la visita. En el caso de optar por una empresa externa, el usuario debe asegurarse de que esta remita el certificado de inspección a la distribuidora. Si vencido el plazo la distribuidora no ha recibido dicha certificación, se entenderá que el titular prefiere que sea la propia compañía eléctrica la que ejecute la revisión, para lo cual notificará la fecha y hora de la visita con al menos cinco días de antelación.

La inspección técnica varía según la potencia de la instalación. En las viviendas habituales con potencia inferior a 70 kW, el técnico verifica desde la llave de usuario hasta los aparatos de gas, comprobando la estanqueidad, la correcta combustión de los equipos y que las condiciones de ventilación del local sean las adecuadas. Es fundamental destacar que, si se detectan anomalías, la empresa que realiza la inspección no puede ser la misma que efectúe las reparaciones, asegurando así la objetividad del proceso. En situaciones donde se localice una anomalía principal, como una fuga de gas, se procederá al precinto inmediato de la instalación o del aparato afectado para evitar riesgos inminentes.

El incumplimiento de esta obligación no solo compromete la seguridad del hogar, sino que está tipificado como una falta grave en la Ley de Industria de Castilla y León, lo que podría dar lugar a la apertura de un procedimiento sancionador. El titular o usuario es el responsable final de mantener la instalación en buen estado y de contratar a profesionales habilitados para corregir cualquier defecto detectado. Con este recordatorio, la administración autonómica subraya que el cumplimiento de los plazos y el mantenimiento preventivo son las herramientas más eficaces para evitar daños personales y materiales en los edificios residenciales.

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