"Es lamentable que se aprovechen las redes sociales para facilitar el lugar en el que se encuentran los controles de la Guardia Civil"

El teniente jefe del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil en Ciudad Rodrigo, Juan Ramón María, es uno de los más grandes investigadores de accidentes de tráfico del Instituto Armado en Salamanca. SALAMANCA24HORAS ha hablado con él para conocer su opinión sobre los últimos siniestros que han acontecido en la provincia y que han segado la vida de cinco personas en el mes de julio

 Foto Guardia Civil Juan Ramón María
Foto Guardia Civil Juan Ramón María

¿Por qué cree que llevamos un mes tan negro en las carreteras de Salamanca?

Podríamos tratar de darle vueltas para ofrecer una causa concreta, pero no nos sería posible. Estas cosas van por rachas. Al final, se trata de casualidades. Tanto los jóvenes fallecidos en el accidente de Galisancho como el conductor de la furgoneta en la carretera de Vecinos eran personas de la zona que conocían el camino. En el primer caso se trata de unas circunstancias fatales desencadenadas como consecuencia de una noche de fiesta en un pueblo cercano. En cuanto al segundo caso, es cierto que se ha publicado que el fallecido no llevaba cinturón de seguridad, aunque como no soy el oficial instructor no puedo asegurarlo. Sin embargo, debido a las deformaciones del vehículo, resulta difícil poder asegurar con rotundidad que el uso del cinturón le hubiese salvado la vida. 

Este último accidente puede haberse debido a la somnolencia, una distracción de segundos, una llamada de móvil, una enfermedad súbita, un fallo mecánico… como digo permanece en investigación y no podemos entrar en detalles.

Sin embargo, el uso del cinturón, por norma general, salva vidas

Absolutamente. Hay que llevarlo siempre, ya que su uso evita que un accidentado sea proyectado y salga del vehículo, o que pueda sufrir un choque fatal contra el cristal delantero. En cuanto a las colisiones por alcance, cabe recordar que el uso del cinturón puede impedir que la víctima sufra problemas oculares derivados del golpe. 

Parece que en los trayectos largos nos preparamos mucho más que en los cortos, que también nos pueden costar la vida

Estos días estoy incidiendo mucho en esta circunstancia que me parece crucial. En los trayectos largos vamos más preparados, descansados y atentos. En Salamanca acabamos de comprobar que la vida se acaba en un trayecto de pocos kilómetros, en una zona de sobra conocida, en una carretera convencional con dos sentidos de circulación. De hecho, la Guardia Civil de Tráfico deriva su principal potencial de servicio a estas vías convencionales. Es allí donde colocamos radares móviles y realizamos pruebas de alcoholemia. Estamos todos los días, a cualquier hora en cualquier sitio; pero no podemos estar en todos a la vez.

Quiero aprovechar este espacio para decir con rotundidad que es lamentable que en las redes sociales se informe de la presencia de los controles de la Guardia Civil. Te aseguro que cualquier conductor tiene la obligación de ser controlado en la carretera, ya que, si intentas eludir un control, lo haces porque sabes que no vas en perfectas condiciones. Si no quieres que te denuncien ten la precaución por ti mismo de no ponerte en peligro ni poner a los demás. Claro, tampoco puedes montarte en el coche de un conductor si sabes que ha consumido alcohol o sustancias estupefacientes, porque seguro que va a poner en peligro tu vida y le estás dando tu consentimiento.

Es puntual en Salamanca que haya más pasajeros que plazas en un vehículo, ¿no?

Creo que no son hechos puntuales, porque generalmente se producen en el contexto de las fiestas de los pueblos, y en ese ambiente tiene lugar más a menudo de lo que pensamos. Generalmente no acaban en accidente, pero si se produce, la desgracia es más grande. No podemos montarnos cinco en un coche porque está prohibido y puede causar la muerte. La gente y principalmente los jóvenes lo tienen que interiorizar.

En el caso del conductor de Galisancho, había recuperado el carné tras serle retirado

No sé si los jóvenes que subieron en su coche sabía eso. De saberlo, debían de haber tenido precaución. El error del conductor es nefasto, claro. Y en este accidente, como en el de Martín de Yeltes, el conductor ha sobrevivido, por lo que quedará marcado para siempre. Cualquier persona normal que ha vivido algo así le dará vueltas durante años.

¿Cuenta la Guardia Civil de Tráfico de Salamanca con los suficientes efectivos y la suficiente información para hacer frente a este peligro durante los fines de semana del verano?

Tenemos la suficiente información, porque es vox pópuli dónde pueden encontrarse los principales problemas de las fiestas cada fin de semana; pero es imposible llegar a todo. Tendríamos que ser muchísimos agentes más de los que somos, no te digo si el triple o el cuádruple. Aún así ocurrirían estas desgracias. Fíjate, ocurrió en Santa Inés, una localidad muy pequeña... los controles ayudan, pero ayuda mucho más la educación.

El pasado domingo, un ciclista bejarano denunció haber vivido una más que peligrosa situación con un conductor, que le echó de la carretera. ¿Se respeta al ciclista en Salamanca?

Algunos conductores, no a todos, porque habría accidentes con ciclistas de por medio todos los días, creen que pueden adelantar a los ciclistas cuando quieran y de la forma que quieran. También los ciclistas deben de estar concienciados en que, dependiendo del lugar por el que circulen, deben hacer qué cosa. Por ejemplo, ellos pueden circular en paralelo, pero si se acercan a una curva sin visibilidad o a un cambio de rasante, deben ponerse en fila. Sin embargo, hay que recordar siempre que para realizar un adelantamiento a un ciclista debemos mantener un metro y medio de separación, respetándole en todo momento y esperando pacientemente a poder realizar el adelantamiento cuando la condición sea la más idónea.

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