El 'leonesismo' contra el 'castellanismo', sin apenas tirón entre los salmantinos

Los partidos políticos que habitualmente han estado ligados a defender las dos regiones de Castilla y León no han tenido representación en las Cortes por la provincia de Salamanca. Solo el Prepal, el primer año, en 1983, estuvo a punto de conseguirlo

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Salamanca no destaca por su sentimiento regional, independientemente de cuál sea este. Así se puede comprobar en las mismas elecciones, con partidos regionalistas leoneses, castellanos o castellanos y leoneses con votos residuales en la provincia.

De hecho, este sentimiento, que apenas ha existido más allá del comienzo de la democracia por el mero hecho de la 'novedad' ha ido diluyéndose cada cuatro años hasta llegar a una suma de menos de mil votos entre el Prepal y el Partido Castellano, los dos que reflejan en mayor medida estos sentimientos. 

Así, en las últimas elecciones a las Cortes, el Partido Regionalista del País Leonés sumó apenas 539 votos, en lo que fueron, sin embargo, 109 más que sus homólogos castellanos. La cifra de los primeros es la segunda más baja de su historia, solo superada por el 2003, cuando competía con otros varios partidos regionalistas, aunque no leoneses. De hecho, la Unidad Regionalista de Castilla y León por aquel entonces todavía conseguía más de 4.000 votos, aunque no tuviera representación. 

Siguiendo por el repaso cronológico, sin embargo, el Prepal consiguió algún voto más en 2011, con 628, mientras que el Partido de Castilla y León, comunero, 337. Entre medias, la Unidad Regionalista, con apenas 361. 

Lo mismo se puede ver en las anteriores, con votos similares entre leonesistas y castellanos. De hecho, el Prepal solo llegó a triunfar en 1983, cuando llegó hasta 12.122 votos. Una vez acomodados con el nuevo Estatuto de Autonomía perdió fuerza. Tanta que en las siguientes elecciones ya superó los mil votos por poco.

Mientras, la Unidad Regionalista de Castilla y León sí tuvo un cierto auge, creando un sentimiento regional según está entendido actualmente, aunque tampoco llegó a poder tener representatividad en las Cortes. 

Lo mismo le ha ocurrido a los partidos que, lejos de ser regionales, eran provinciales. El ejemplo más claro ha sido Unión del Pueblo Salmantino que, sin ser eminentemente local, su ámbito de circunscripción sí lo era. En las Cortes no tuvo representatividad, si bien sí era apoyado por un buen número de personas. De hecho, en varias localidades sí consiguieron escaños en las elecciones municipales de los tres años que se presentaron. 

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