Límites a los "grandes problemas" de la Inteligencia Artificial: "Se ha avanzado mucho en el campo de la IA ética para que respete los valores humanos”

El analista de datos en el grupo de Investigación BISITE de la USAL, Pablo Armenteros, asegura que desde Salamanca “se está trabajando mucho en proyectos para evitar este tipo de comportamientos” que deben ser "perseguidos"

Edificio USAL Centro Inteligencia Artificial
Edificio USAL Centro Inteligencia Artificial

Lejos de los coches voladores con los que una vez soñaron los futuristas, el 2024 está ofreciendo una tecnología mucho más cotidiana y sencilla para mejorar la vida de las personas. No obstante, un mal uso comienza a preocupar a creadores, centros educativos y diversas esferas sociales, poniendo de manifiesto la necesidad de limitar o enseñar cómo utilizar la Inteligencia Artificial (IA).

Se trata de “la capacidad que tienen los ordenadores para realizar de manera autónoma tareas que comúnmente realizamos los humanos”, ha definido Pablo Armenteros, analista de datos del equipo de Inteligencia Artificial de BISITE de la Universidad de Salamanca

En las últimas décadas, los avances se han centrado en “dotar a los ordenadores de gran capacidad para reconocer patrones, interpretar emociones o aprender de manera automática” simulando a las personas, que sumado a "su facultad de cálculo para realizar operaciones matemáticas con gran eficiencia a una velocidad mucho mayor” lo convierte en una poderosa herramienta.

En cuanto a las mejoras del día a día, el experto asegura que “sin darnos cuenta la tenemos en todos los ámbitos”, por ejemplo en “algoritmos de clasificación”, que se usan para “predecir qué contenido audiovisual queremos ver en Youtube o Netflix”, entre otras plataformas similares, así como “clasificar lo que resulta relevante en las búsquedas” de los usuarios. 

“Un uso indebido o incorrecto supone grandes problemas”

En los últimos meses una preocupación se ha extendido entre la población ya que se han difundido imágenes falsas de desnudos de mujeres famosas, menores de edad o personas en situaciones comprometidas, que en realidad, estaban recreadas con IA. 

Este ataque contra la intimidad y privacidad para exponer fotografías y vídeos irreales ha desembocado en centrar los esfuerzos en el desarrollo de una ética con el fin de “proteger al usuario y evitar su mal uso”, explica Armenteros, agregando que “es un entorno seguro, pero un uso indebido o incorrecto supone grandes problemas”. Con este motivo, “se ha avanzado mucho en el campo de la IA responsable”, que se refiere a “desarrollarla de manera que respete los principios éticos y valores humanos”.

De igual modo, considera que esta problemática “viene desde el punto de vista individual”, por ejemplo, en el campo de la educación “un uso desmesurado del chat gpt o alumnos que se vuelvan dependientes de esta herramienta puede suponer un problema”. 

En el caso de este grupo de investigación de la USAL trabajan en “algoritmos y códigos que hacen sistemas de recomendación o clasificación”, los cuales son “útiles y responsables”. 

En esta misma línea, afirma que desde Salamanca “se está trabajando mucho en proyectos para evitar este tipo de comportamientos” como las fake news o las suplantaciones en el mundo de la música, cuya voz de los artistas se está simulando para crear canciones y obtener beneficio económico. “Hay una gran intención por parte de la sociedad de evitar estas conductas y deben ser perseguidas”, sentencia.

No obstante, esta tecnología debería contar con su respectiva formación para regular este tipo de actitudes. “Estuve dando una charla sobre IA a niños en un colegio y me sorprendió enormemente el nivel que tenían y cómo se manejaban”, ha compartido Armenteros, señalando que “lo importante” es “no dejarles a su libre albedrío y que aprendan a usarlas por su cuenta” sino que desde los centros educativos “se impulse el uso responsable y ético para que no se vuelvan dependientes y no se dejen engañar”.

Una herramienta revolucionaria que pone en valor el pensamiento crítico 

La inteligencia artificial en realidad no ha marcado un cambio de paradigma, ya que “no deja de ser un paso más en lo tecnológico” al igual que en su día Internet supuso un antes y un después. 

“Es una herramienta revolucionaria” prueba de que “cada vez la tecnología avanza de forma más rápida”, pero “creo que es un paso más al que nos tenemos que adaptar”. 

En esta misma línea, el analista sostiene que la Inteligencia humana no se verá superada por la Artificial porque existen “acciones inherentes al ser humano como emocionarse al leer un libro o empatizar que una máquina no puede replicar”.

Sin embargo, no descarta que en unas décadas pueda ocurrir, aunque a día de hoy “estamos lejos de ese punto”. Pese a contar con “nombre con mucho marketing”, la IA se basa en “predecir” mediante “herramientas de cálculo muy potentes y muy poderosas”. 

Igualmente insiste en que ésta “no nos va a quitar el trabajo” sino que “los está creando”, como es el caso de Salamanca con este proyecto dentro del Air Institute.  

“La IA automatiza tareas diarias", lo que supone que "el pensamiento crítico y el razonamiento se vuelven más relevantes” y en consecuencia, algunos puestos habrá que “remodelarlos si son más susceptibles a la automatización y sufrirán una renovación para adaptarse a este tipo de habilidades”, ha concluido. 

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