El Servicio de Extinción de Incendios del Ayuntamiento de Salamanca, que cuenta con 83 efectivos, estando en la actualidad en pleno proceso de oposición para cubrir un total de 15 plazas más, informa acerca de los peligros que nos acechan en la época de invierno y que más nos podrían poner en riesgo por incendio.
Con la llegada del invierno aumentan también las llamadas a los bomberos. Principalmente, según relata el suboficial del Servicio de Bomberos del Ayuntamiento de Salamanca, Juan Carlos Zuñiga, se tratan de “avisos por comprobaciones de humo, originadas normalmente por calderas comunitarias y por mantas eléctricas”.
En el caso de las calderas que, en estas fechas, con la llegada de los primeros temporales de frío en la capital, comienzan a arrancar, se disparan los avisos a bomberos: “Vamos mucho a comprobaciones de humo que vienen originadas normalmente por calderas comunitarias. De hace unos cuantos años para acá, se están utilizando mucho las calderas de pellets y las calderas de carbón o de leña, y normalmente cuando arrancan esas calderas a primera hora de la mañana, en determinados momentos del día, donde también hay bastante demanda de agua caliente, se genera mucho humo y mucha alarma, por lo que tenemos que acudir con bastante frecuencia”.
Respecto a las calderas que más problemas dan, Zuñiga asegura que “a lo que más tenemos que acudir, aunque no tengamos que intervenir, porque es un problema técnico, es a las calderas comunitarias que no afectan a los domicilios. Ahí los bomberos tenemos la “ventaja” de que no hay posibles víctimas, pero tenemos a la vez la desventaja de que normalmente tenemos que trabajar bajo rasante que es el escenario más peligroso para el bombero”.

Otro de los motivos que mantienen más activos a los bomberos en estas fechas son los incendios por aparatos eléctricos: “Los avisos que recibimos son por braseros, radiadores eléctricos, aunque últimamente hay muchas incidencias sobre todo por las mantas eléctricas, que a lo mejor no tienen la calidad suficiente o se usan hasta la extenuación del dispositivo. Lo que nos suele pasar normalmente es que los incendios de mantas eléctricas suelen ser en un determinado horario donde es menos fácil que la gente sea consciente de que se ha generado un conato y por ello es más difícil de que nos avisen a tiempo”, sentencia.
¿De qué riesgo estaríamos hablando en caso de que se produzca un incendio por aparatos eléctricos?
En este aspecto, el suboficial advierte de que “va a depender de una cosa clave que es cuando detectemos el inicio del fuego. Si nosotros contactamos en un momento en que tenemos conato cuando inicia, ya es bastante fácil controlarlo o al menos confinarlo en una habitación”.
Para ello desde el SPEIS explican que lo primero que hay que hacer en caso de detectar fuego es confinarlo en la habitación donde se ha iniciado. Después es primordial alertar a todos los ocupantes de la vivienda y asegurarnos de que han recibido el mensaje, cerrar las puertas del resto de las estancias de la vivienda y salir de la misma para dar aviso al 112 y para que puedan acudir los bomberos. No obstante, en caso de que la vivienda no se pueda abandonar es importante ponerse a salvo en una habitación que tenga una ventana hacia el exterior, para que cuando llamemos a los bomberos y estos acudan a la vivienda tengan un lugar de acceso por donde poder acceder para activar el protocolo, intervenir y extinguir el fuego.
En este aspecto, el suboficial Zuñiga avisa de que “el problema se produce cuando ese conato pasa a ser un incendio porque no ha sido detectado, o nadie nos ha avisado en su momento a tiempo. Entonces ya es más complicado sobre todo para la gente que está en la propia vivienda porque lo que realmente es más peligroso para las personas es el humo, entonces cuando el fuego se ha desarrollado a unas dimensiones ya importantes ha generado mucho humo. En el humo hay muchos componentes y muchos agentes tóxicos entre ellos el monóxido de carbono y es cuando realmente puede ser peligroso, porque si coge a la gente durmiendo puede llegar a ser como se ha dado en muchos casos hasta mortal. La clave, por tanto, es detectar el incendio en los momentos iniciales, y cuando es un conato, no dejarlo que al final se desarrolle y se convierta en un incendio ya de unas dimensiones que al final pueda pasar de ser nada, a ser una desgracia muy efectiva”.

Protocolo de actuación
“En el SPEIS tenemos un programa de gestión del funcionamiento interno del parque, como también de gestión de las emergencias que es quizás lo más importante. Nosotros ya tenemos preestablecido una serie de protocolos donde lo que hacemos es dependiendo del tipo de aviso, por ejemplo, un fuego de piso, tenemos preparado antes de nada un protocolo en el que van a salir unos vehículos determinados, con una herramientas dentro para poder trabajar luego eficazmente, y con unas personas específicas. Eso lo tenemos ya previsto, entonces cada vez que hay una salida los bomberos conocen esos protocolos y cada uno ya sabe cuál es su rol. Cada bombero tiene un rol con un vehículo específico, con una herramienta específica y sobre todo con una protección tanto colectiva como individual”.
Casos de incendios en Salamanca
Según el informe de ‘Víctimas de incendios en España de 2021’, Salamanca se encuentra en segunda posición de Castilla y León, estando por delante solo Valladolid con el mayor número de incendios en viviendas:
Valladolid: 200
Salamanca: 133
León: 101
Burgos: 96
Ávila: 70
Zamora: 69
Palencia: 59
Soria: 49
Segovia: 43
La importancia de la prevención para evitar un incendio
Aunque Salamanca custodia ese segundo puesto, en verdad, según confiesa Juan Carlos Zuñiga “la prevención en Salamanca funciona muy bien, es algo que me satisface decirlo”. Asimismo, manifiesta que “los siniestros a los que tenemos que acudir porque ha habido alguna imprudencia o algún aparato que no funcionó bien y genera fuego son cada vez menores. Antes si era verdad que había mucha más incidencia, pero afortunadamente gracias a estas medidas y a la prevención solemos tener dos o tres salidas al mes de este tipo”, concluye.

Recomendaciones
Las recomendaciones para prevenir un incendio, según dicta Zuñiga son cosas de “bastante sentido común”: “Cuando yo voy a utilizar un aparato eléctrico que da calor, pues no puedo poner cerca cosas que pueden ser combustibles, o sea, no puedo poner cerca cortinas, no puedo poner cerca faldillas manteles, no puedo poner cerca ropa para secar. Entonces hay que evitar el inicio, quitando los combustibles. Lo que la gente hace es poner más detectores de humo, que es un aparato que en el momento que se inicia el fuego lo detecta y empieza a pitar y avisa a las personas para eso, para que el fuego está en ese momento inicial. El detector es lo que a nivel europeo se está intentando implantar porque es lo que te permite ser consciente del inicio del fuego”.
Entre las recomendaciones se incluye también la formación: “En todos los colegios se dan charlas sobre prevención, en comunidades, empresas y asociaciones, lo que pasa que nosotros recibimos la solicitud de ellos, no instamos a que la gente tenga que recibir ese tipo de formación. Aunque recomendamos que la gente se apunte a estas charlas, y estamos con los brazos abiertos a todas las asociaciones que quieran recibir este tipo de formación que es básica y esencial”.
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