Con la vuelta delas terrazas en Salamanca volvió una de las grandes modas de los últimos añosen la ciudad: las cachimbas. Estas pipas de agua, utilizadas para fumar tabacode sabores, suelen ser compartidas por quienes la consumen -dado su tamaño- y,si bien parecía que iba a ser una práctica desechada por el coronavirus, eltiempo ha dejado claro que no es así.
Eso sí, aunque sesiguen compartiendo las cachimbas, se hace con una salvedad: boquillasindividuales. Sin embargo, esto podría no ser suficiente, tal y como apuntandiversos médicos así como la Organización Mundial de la Salud (OMS), queapuntan a que la manguera y la cámara pueden proporcionar un entorno quepromueva la supervivencia de los microorganismos y está asociado con un mayorriesgo de transmisión de agentes infecciosos”.
Por ello, tanto losmédicos como la OMS apuntan a que el compartir cachimbas “puede ser un foco decontagio del coronavirus” ya que, además, va implícito el estar en una reuniónsocial. Algo que, aunque esté permitido, hay que hacer de manera controlada ymanteniendo las distancias de seguridad.
En Alicante semulta a quienes compartan cachimbas
En algunos puntosde España, como en Alicante, las decisiones adoptadas para evitar el que secompartan shishas han llegado hasta el punto de que la Policía Localmulta a quienes observe disfrutando comunalmente de su uso, apunta el diarioInformación.
De hecho, elAyuntamiento de la ciudad costera recuerda que durante el estado de alarma estáprohibido compartir cachimba, motivo por el que está denunciando a todosaquellos que realizan esta práctica.
Hace unos días,en unaentrevista para este medio, el jefe del Servicio de Neumología del ComplejoAsistencial Universitario de Salamanca, Miguel Barrueco, señalaba que lascachimbas eran tan nocivas como fumar cigarrillos.