Más de un millón de personas padecen de hiperhidrosis o hipersudoración en España, según señala la doctora M. de los Ángeles López Marín, un dato "preocupante" teniendo en cuenta que más de la mitad de la población desconoce esta enfermedad, su origen y cómo afrontarla.
La hiperhidrosis o hipersudoración axilar es una enfermedad muy común que causa un exceso de sudoración que no está relacionado con el aumento de la temperatura ambiental. A pesar de que podría afectar a toda la superficie de la piel, lo usual es que solo se limite a la superficie de las axilas.
De esta forma, dependiendo de la gravedad de la enfermedad, las zonas afectadas pueden tornarse de un color rosado o blanco azulado. Además, a causa de las bacterias, desprenden un olor bastante fuerte conocido como bromidrosis, según explica López Marín.
El padecimiento de la hiperdrosis está relacionado con factores como la tensión nerviosa, la tiroides o la genética. Sin embargo, todavía se desconoce la causa médica exacta de esta enfermedad. No obstante, existen algunas explicaciones del origen de los diferentes tipos de hipersudoración axilar, como es el caso de la hiperhidrosis focal primaria. En ella, las glándulas sudoríparas se vuelven hiperactivas, produciendo una cantidad excesiva de sudor sin relación con el aumento de la temperatura, y se ve acentuada con el estrés.
"Por otro lado, la hiperhidrosis secundaria se presenta cuando la sudoración excesiva es producto de una enfermedad. Los trastornos que pueden estar relacionados con la hipersudoración son la diabetes, la menopausia, los problemas en las glándulas tiroideas, el nivel bajo de azúcar en la sangre, algunos tipos de cáncer, las infecciones, etc", señala la doctora.
En este sentido, la experta recomienda tres tratamientos posibles para hacer frente a la hipersudoración. Por un lado, se ha demostrado que algunos medicamentos recetados para la depresión son eficaces también para disminuir la sudoración, sobre todo cuando el paciente está ansioso.
Por otro lado, las inyecciones de toxina botulínica también pueden mitigar la enfermedad, ya que "es capaz de bloquear temporalmente el estímulo nervioso que causa el exceso de sudoración", ha explicado la especialista. "Se trata de un procedimiento un poco doloroso, pero bastante efectivo", ha añadido.
Finalmente, la hipersudoración, en especial la del tipo axilar, puede ser controlada extrayendo del paciente las glándulas sudoríparas, una opción de emergencia cuando todos los otros tratamientos no han surgido efecto.
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