'Los Molinos' de Salamanca, la nueva residencia para menores protegidos de la Junta abrirá a inicios de 2026 tras 6 millones de inversión
El inmueble, aún en construcción, estará integrado por cuatro unidades de convivencia de ocho plazas cada una, más una unidad de primera acogida, y estará dotado de un ambiente hogareño para garantizar la calidad de vida de los menores y fomentar su desarrollo personal
La vicepresidenta de la Junta de Castilla y León y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha supervisado este jueves el avance de las obras del nuevo centro residencial para la protección de menores en situación de desamparo ‘Los Molinos’ en Salamanca. Este proyecto pionero, con una inversión de casi 6 millones de euros, se enmarca en el innovador modelo de atención residencial basado en unidades de convivencia, buscando replicar un ambiente hogareño para los jóvenes tutelados.
El nuevo centro, con capacidad para 32 menores de entre 8 y 17 años, reemplazará al actual 'Los Molinos' y se espera que entre en funcionamiento a principios del próximo año. Del total de la inversión, 5,5 millones de euros se destinan a la construcción y 450.000 euros al equipamiento, actualmente en proceso de licitación para dotar al espacio de todo lo necesario para crear un ambiente cálido y familiar.
Un hogar, no un centro: el modelo de unidades de convivencia
Isabel Blanco ha destacado que, si bien el acogimiento residencial es una medida esencial para la protección integral de niños y jóvenes, el objetivo primordial es que su estancia sea lo más breve posible. "La prioridad es dotarles de una familia, especialmente a los que tienen menos de 6 años", afirmó la consejera.
El diseño de 'Los Molinos' refleja esta filosofía. Se organiza en unidades de convivencia, estancias reducidas de ocho plazas cada una, donde los menores se distribuyen según su edad y circunstancias personales. Estas unidades están concebidas para asemejarse a un hogar particular, promoviendo el desarrollo personal, la autonomía y la integración social de los jóvenes. Cada unidad cuenta con cuatro dormitorios individuales (con pequeñas terrazas compartidas) y dos dobles, todos con acceso a un espacio exterior conectado con la sala de estar. Un dormitorio individual es completamente accesible y dispone de baño propio, consolidando la idea de cuatro viviendas dentro de un centro residencial.
Sostenibilidad y mejora continua en la red de centros
La construcción del edificio, financiada con fondos Next Generation-EU, consta de tres módulos interconectados. El primero, de una planta, alberga una unidad de primera acogida para estancias cortas con capacidad para cuatro menores. Los otros dos módulos contienen las cuatro unidades de convivencia.
El compromiso con la sostenibilidad es evidente, ya que el edificio posee una calificación energética A, lo que lo hace plenamente eficiente y sostenible. Además, el nuevo centro mantendrá el mismo número de trabajadores que el actual, 37 en total, de los cuales 19 serán de atención directa a los menores.
La inversión en el nuevo 'Los Molinos' se suma a una serie de mejoras en la red de centros de protección a la infancia de Castilla y León. De los 15,8 millones de euros recibidos de los fondos Next Generation-EU para la protección a la infancia, 12 millones se han destinado a la modernización y adaptación de ocho centros en Ávila, Burgos, León, Valladolid y Salamanca, implementando el nuevo modelo de atención.
El acogimiento familiar, la opción preferente
La Junta de Castilla y León reitera que el acogimiento familiar es la primera y mejor opción para los menores. En el último año, de los 1.489 acogimientos realizados por la Junta para 1.776 menores tutelados, más de la mitad (748) se llevaron a cabo en el seno de una familia.
Actualmente, 903 menores protegidos residen en los 81 centros de Castilla y León (10 de ellos en Salamanca). En contraste, 624 niños y jóvenes se encuentran en acogimiento familiar (43 en Salamanca) y 122 en guarda con fines de adopción (8 en la provincia salmantina).
Para aquellos menores en centros residenciales que aún no tienen una familia de manera continua, se han implementado las estancias temporales, incluyendo opciones vacacionales (de una semana a dos meses) o por curso escolar. Estas estancias permiten a los menores vivir en un hogar familiar sin desvincularse de su centro de referencia. Este verano, once niños (uno de ellos en Salamanca) disfrutarán de estas estancias en nueve familias, brindándoles una valiosa experiencia de convivencia familiar.
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