En los últimos días se ha hablado sobre la posibilidad de que desde Cataluña se hubiera encargado a China la fabricación de las monedas de la República que el Gobierno de la región pretendía instaurar. Sin embargo, se trataría de unas nuevas monedas ya que una primera remesa ya fue fabricada en el año 2014, también en China, y vendida a través de Facebook.

En concreto, fueron 8.000 piezas de euros ‘catalanes’ los que un leridano fabricó para venderlos a través de las redes sociales… Y se agotaron. De ellos, al menos un juego ha llegado a Salamanca, a manos de un numismático salmantino que prefiere mantenerse en el anonimato. Bastante está cayendo ya.

Estas monedas tienen la apariencia de las de curso oficial españolas y van desde el céntimo hasta la de dos euros. Sin embargo, en la propia carátula donde se guardan se habla de una prueba numismática y de que no son de curso legal, aunque alguno ya haya intentado pagar con ellas.

En los bordes se puede leer República Catalana y en la mayoría, además, la fecha en la que se acuñaron, 2014, y otras diversas fechas históricas para el pueblo catalán. Así, en la de dos euros puede apreciarse la separación de Cataluña con el resto de la Península Ibérica y por la otra cara, el logo del Tricentenario con la leyenda ‘¡Viviremos libres o moriremos!’ escrita en catalán.

La de euro, por su parte, aparece Francesc Macià, un político independentista al que se le atribuye la fundación, entre otros, de Esquerra Republicana y proclamador de la República Catalana el 14 de abril de 1931, anuncio que abrió un conflicto que se acabó subsanando a cambio de un Estatuto de Autonomía y de la denominación de Generalitat.

Más abajo, la moneda de 50 céntimos tiene, a su vez, en su grabado, otra moneda dentro, la que se acuñaba en 1641, año en el que hubo otra proclamación de la República de Cataluña, en este caso por los Brazos Generales. La de 20 céntimos dibuja a Jaume I ‘El Conquistador’, al que le otorgan la creación de los Países Catalanes allá por el siglo XII.

Por último, la moneda de cinco céntimos se ve la leyenda de Wilfredo I, fundador de la ‘nación catalana’; en la de dos céntimos, se vislumbra un demonio bailando al son del fuego, uno de los elementos más importantes en las fiestas catalanas; y en la de un céntimo, un homenaje a la sardana.

Todo ello no deja de ser un prototipo de lo que pretendía ser la moneda catalana, que ha seguido su evolución, al igual que el sentimiento independentista. De momento siguen siendo estas monedas una pieza de coleccionista, además muy preciada, pero en su interior guardan un curso que todavía permanece escondido a corto plazo.  

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