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Monja de clausura en Salamanca a los 21 y en plena pandemia: cambia la universidad por recluirse en un convento durante toda su vida

Ana González Olivera ha decidido dejar atrás su vida por entregarse a la voluntad del Señor, y ha compartido con SALAMANCA24HORAS cómo ha sido el proceso

Ana, monja de clausura (2)

El próximo 4 de octubre, el Monasterio delSagrado Corazón de Cantalapiedra acogerá a una nueva monja en clausura. Sunombre es Ana González Olivera, una joven tinerfeña de 21 años.

En plena flor de la vida, Ana ha decididodejar atrás su carrera universitaria, los cafés sentada en una cafetería consus amigos, los paseos por la playa con su familia, el móvil, la fiesta y, endefinitiva, su vida tal y como la conoce hasta ahora para pasar a ser monja declausura. Con su “dulce” acento canario y derrochando paz, explica que este hasido el momento en el que “el Señor la ha llamado y ha elegido un lugar paraella”.

¿Por qué el convento de Cantalapiedra?

“El destino no reina sin la complicidadsecreta del instinto y de la voluntad”, ya lo dijo Giovanni Papini. Y así se hacumplido en este caso. Ana comenzó la carrera de Filología Hispánica en laUniversidad de La Laguna, en Tenerife. El objetivo era llegar a ser profesorade Lengua, a lo que quería dedicarse desde niña. Tras haber cursado los dosprimeros años, eligió la Universidad de Salamanca para realizar un SICUE y fuedurante ese curso cuando comenzó “todo”.

En octubre de 2019 llegó al convento deCantalapiedra con un Jubileo y, tras esa “experiencia increíble”, ha estado encontacto con las hermanas que allí conviven. Ana cuenta que tuvo claro que “eseera el lugar que el Señor había preparado para ella” y decidió “responder a sullamada”.

Una vez tomada la decisión, las aspirantesdeben atravesar una serie de etapas de preparación para la clausura donde “sebusca que te conozcas, que sepas tus carencias y qué puedes ofrecer al Señor, quese gane hábito de oración”. Además, durante la etapa de noviciado, Ana convivióen el convento con las hermanas y, según confirma, “estaba como pez en el agua”.Es por ello que la joven está segura de que ese es “el lugar donde su corazónestá bien” y, el 4 de octubre, comenzará allí su vida en clausura.

¿Qué opinan su familia y amigos?

Los padres de Ana pertenecen al CaminoNeocatecumenal, cuyos miembros en España son más conocidos como “kikos”, por loque se ha criado, junto con sus dos hermanos mayores, en el seno de una familiacristiana. No obstante, ni ellos ni sus amigos se esperaban esta decisión.

En la reacción de sus padres, Ana diferenciala parte espiritual y la parte humana. Como explica, espiritualmente sus padres“lo llevan muy bien”, es la parte humana la que resulta más difícil. Su madrelamenta la distancia que va a haber entre ellos -su familia permanecerá enTenerife- y su padre destaca la crudeza que conlleva el hecho de que el próximodía 4 dará a su hija el último abrazo.

Por su parte, sus hermanos están contentos,“vivieron un choque inicial cuando empecé a hablar con naturalidad de losconventos de clausura. Hace un año no se me habría pasado por la cabeza hablarde conventos y monjas”, cuenta Ana.

Sus amigos, algunos de la infancia, otros dela universidad, algunos cristianos, otros no creyentes, algunos practicantes yotros creyentes pero no practicantes, han reaccionado de diferente manera. Sibien Ana tiene claro que “al final la que tiene la vocación para entrar esella, el resto lo lleva como puede”.

En sus últimos días en Tenerife, Ana haaprovechado para “pegarse una chuletada” con algunos de ellos, lo que en tono debroma su madre denominó “su despedida de soltera”.

¿Qué es lo que más va a echar de menos cuandoentre en el convento?

Ana es consciente de que cuando pase untiempo dentro, quizá eche de menos cosas, materiales o no, de la vida que dejaatrás, pero por el momento admite no poder ser objetiva ya que ahora está “súperemocionada” por su entrada.

Menciona que le encanta la música y se pasael día escuchando Spotify, con artistas como el Kanka o Rozalén de fondo. “Cuandoentre escucharé la música del coro, aunque me vendría muy bien el Kanka por lasmañanas”, dice entre risas la joven.

Como a cualquier chica de su edad, “leencanta salir de fiesta, ir a las verbenas con sus amigas y bailar bebiendo suvino”, pero siendo juiciosa, afirma que “le nutre más la oración, el Señor yestar con Él. Otras cosas que antes te volvían loca van perdiendo fuerza”.

Sin quererlo, despierta la curiosidad sabersi Ana ha tenido novio en su pasado. Tal y como cuenta, “no llegué nunca atener algo serio, pero sí pasaron cosas que pasan en las fiestas de los pueblos”. No obstante, “hubo un chico con el que pensé que podría tener algo, pero nomirábamos los dos al mismo lado. Yo miraba a una relación cristiana y casta ytuve claro que eso no era de dos”.

¿Qué significa ser monja de clausura?

Resulta muy real la forma que tiene Ana de describircómo ha ido modificando su forma de ver a las monjas. “Yo tenía la imagen deuna monja como vieja, triste y silenciosa, pero eso cambió cuando empecé aconocerlas en las convivencias”, y aprovecha para desmentir la creencia popularde que “las monjas son captadoras de vocación, la decisión es voluntaria. Noson el hombre del saco, quieren que seas feliz”.

Algo que molesta a la joven es que existenunos estereotipos arraigados a la Iglesia. “Que yo sea cristiana no quieredecir que sea de derechas ni homófoba y, de primeras, se te tacha de todo eso. Pareceque la Iglesia se convierte en una secta y no es así. Yo no estoy yendo a hacerdaño a nadie”.

En cuanto a la rutina que se lleva dentro delconvento, Ana explica que depende de la situación. “La que tiene 96 años envuelvepolvorones y las jóvenes cargan con sacos”. De cualquier modo, se llevan unoshorarios marcados por la Oración desde primera hora del día hasta por la noche.

¿Qué ha hecho que quiera ser una de ellas?

Además de dejar claro que fue en el conventode Cantalapiedra donde su corazón le pedía quedarse y que fue allí donde elSeñor quiere que esté, Ana habla con pasión de lo afortunada que se siente alhaber recibido estas señales.

“Teníaun fuego abrasador, un deseo que consume. Me gusta porque el Señor no esperanada de mí. Me ha seducido y me he dejado seducir”, cuenta. Y es así, con laimagen de “amor” con la que describe al Señor, la que ha hecho que “niegue suvida en voluntad de Dios”.

Comentarios
Álvaro Chamorro Domínguez Hace 1 año (13/05/2022 17:35)
Enhorabuena, Ana. Que Dios y la Santísima Virgen te colmen Bendiciones. Un gran abrazo y todo mi cariño para todas estas Religiosas de vida contemplativa con tan buen corazón.
Álvaro Chamorro Domínguez Hace 1 año (13/05/2022 17:26)
Mi máximo cariño, admiración y respeto hacia Ana. Le tengo especial cariño estas religiosas con tan buen corazón. Nunca he conocido a personas tan bondadosas, tiernas, compasivas, honradas, sensibles y comprensivas. Apoyo y defiendo su decisión, como también le deseo en lo mas profundo de mi corazón su máxima felicidad y entrega, y todo lo mejor en todos los terrenos. Deseo se sienta colmada de Bendiciones infinitamente.
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