La natalidad se estabiliza en Salamanca e iguala los niveles prepandemia
Durante el primer trimestre de año se ha notado una estabilización de los nacimientos en Salamanca por diferentes factores como la seguridad sanitaria, económica y emocional
La natalidad ha sido uno de los factores que más se han visto afectados por la pandemia del coronavirus. Cinco años después, y tras los datos que ha hecho público el Instituto Nacional de Estadística, ha habido un incremento de los mismos con respecto a los trimestres anteriores. De enero a marzo, el cómputo total en 2020 fue de 450, cifra base que servirá para analizar las siguientes, donde se verán cambios drásticos motivados por la inseguridad sanitaria, el estado emocional y, sobre todo, el económico.
En 2020, y en los meses previos a la pandemia que nos encerró hasta junio en casa, se ha observado cómo fueron 155, 138 y 157, respectivamente en enero, febrero y marzo. En este punto, como es lógico, no había ningún tipo de factor que pudiera afectar a los datos debido a que en 2019 todo transcurría con normalidad.
Descenso absoluto
Al año siguiente, en 2021, es cuando afectaría totalmente el rumbo de la natalidad en Salamanca. Los niveles cayeron de forma abrupta registrando un total de 364 en los tres primeros meses del año, siendo 110 en enero, 45 menos que en 2020; 120 en febrero, 18 menos que en 2020; y, finalmente, 134 en el mes de marzo, 157 menos que en 2020. Un descenso del 19,1 por ciento entre un año y otro, con un fuerte impacto del confinamiento que provocó en las parejas inseguridad sanitaria, además de inestabilidad absoluta tanto emocional como económica en la mayoría de los casos.
Ya en el 2022, parece que todo se normalizaba. La llegada de las vacunas hizo que se crease una gran seguridad sanitaria entre los ciudadanos, destacando 143 nacimientos en enero, 33 más que en 2021; 118 en febrero, donde curiosamente disminuyó; y 136 en marzo, tan solo dos más que en 2021. Un total de 397 bebés, 33 más que el anterior año, datos que hacían indicar que ocurriría durante los siguientes trimestres venideros. Un total de 9,1 por ciento superior entre 2021 y 2022.
El siguiente año, 2023, fue parecido al anterior, en el que únicamente hubo una variación del 0,8 por ciento entre ese año y 2022, con una variación absoluta de únicamente tres. En enero hubo 140, tres menos que en 2022; 125 en febrero y 135 en marzo, siete más y uno menos que en 2022, haciendo un total de 400 nacimientos, tan solo tres más entre un año y otro.
2024 comienza a ser el gran año de la natalidad teniendo en cuenta la pandemia del COVID-19, con una subida similar en cuanto al tanto por ciento entre 2021 y 2022 por la diferencia de 46 personas más. En enero hubo 145, cinco más que en 2023; 159 en febrero, 34 más que en 2023; y 142 en marzo, siete más que en 2023. 46 nacimientos más entre 2023 y 2024 haciendo que hubiera un aumento del 11,5 por ciento.
Ante esto podría haber una normalización demográfica en la que la recuperación económica o incluso ayudas a la natalidad, incluyendo el efecto rebote de la pandemia, podrían haber causado que se hubiera incrementado estos números notablemente y que dejaran atrás la adaptación social en la que se vio sumida la sociedad española y, por supuesto, la salmantina.
Recuperación de la normalidad
2025 se convierte en el año culmen de la natalidad con respecto a los niveles prepandemia, utilizando como referencia esos 450 nacimientos que hubo en 2020, en el primer trimestre, y los 448 de enero a marzo del año actual. Además, después de un muy buen marzo de 2020, tratándose de uno de los picos máximos desde que comenzara la pandemia junto a enero de 2025, el primero, y febrero de 2025, el segundo.
En enero de este 2025 fueron un total de 165 nacimientos, superando en diez los de 2020, 141 en febrero; superando los 138 de 2020; y, por último, los 142 de marzo que fueron en 15 bebés menos con respecto a la comparación de 2020. Asimismo, cabe destacar que el aumento entre 2024 y 2025 llegaron a ser de 0,4 por ciento.
En este aspecto, se ha notado una gran estabilización tras la recuperación social y económica, mientras que estos datos podrían señalar, también una gran recuperación demográfica que tendrá sus efectos en 2026. Del mismo modo, cabe destacar que la migración interna e internacional, además de los cambios culturales como el retraso de la maternidad y la paternidad, también ha podido ocasionar que los números se hayan incrementado en este 2025.
Por último, cabe destacar que así se puede ver un retorno a esa deseada normalidad en cuanto a la natalidad en Salamanca, recuperando, pues, el nacimiento de los más pequeños de la casa con respecto a cinco años antes, momento en el que descendió en los siguientes años de forma notable.
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