Nueva puerta de entrada a la nicotina: el vapeo tipo cápsula conquista a quienes nunca fumaron

Desde su irrupción en el mercado en 2003, los cigarrillos electrónicos han ganado popularidad, particularmente entre jóvenes y adultos jóvenes. De manera preocupante, una proporción significativa de quienes los utilizan nunca han sido fumadores habituales de otros productos de tabaco. Según datos recientes de Estados Unidos, más del 30% de los adultos que usan dispositivos de vapeo no tienen antecedentes de tabaquismo regular, y este número asciende al 61,4% en el grupo de entre 18 y 24 años.

Este fenómeno ha sido impulsado por la aparición de los dispositivos tipo pod —ya sea reutilizables o desechables— hace aproximadamente una década. Estos aparatos utilizan sales de nicotina en altas concentraciones, lo que les permite administrar esta sustancia de forma más eficiente y menos irritante que los sistemas de vapeo anteriores.

En comparación con los cigarrillos tradicionales, que son altamente adictivos, los productos de reemplazo como la goma de mascar de nicotina presentan un menor potencial de abuso. Estudios previos han sugerido que los cigarrillos electrónicos también tienen un menor riesgo adictivo, pero estas investigaciones se enfocaron principalmente en fumadores o exfumadores. Sin embargo, cada vez más personas que nunca han fumado están recurriendo al vapeo como vía principal de consumo de nicotina.

Para entender mejor este nuevo perfil de usuario, un equipo de investigadores comparó los efectos de los cigarrillos electrónicos tipo cápsula con los del chicle de nicotina en adultos menores de 25 años, todos ellos usuarios habituales de vapeo pero no fumadores, en Morgantown, Virginia Occidental. Tras abstenerse de consumir nicotina durante la noche, los participantes usaron sus propios dispositivos o masticaron chicle de nicotina durante 30 minutos, mientras completaban cuestionarios sobre sus antojos y percepciones del producto.

Los resultados fueron claros: los dispositivos de vapeo tipo cápsula fueron percibidos como más estimulantes y efectivos para reducir el ansia y los síntomas de abstinencia que ambos tipos de chicles, incluyendo el placebo. Además, los participantes reportaron una mayor satisfacción al vapear que al usar chicle de nicotina.

Según los investigadores, esta preferencia podría estar relacionada con la formulación de las sales de nicotina, que reducen la aspereza y el sabor amargo de las altas concentraciones de nicotina —efectos que suelen ser más notorios entre personas que nunca han fumado cigarrillos combustibles—.

El estudio pone de relieve la necesidad de seguir investigando el impacto de los cigarrillos electrónicos en poblaciones jóvenes que nunca han sido fumadoras tradicionales, ya que estos dispositivos podrían representar una nueva vía de dependencia a la nicotina con características distintas a las del tabaco convencional.