Nuevas medidas de Sanidad para prevenir riesgos por el uso de opioides en dolor crónico

El Ministerio de Sanidad ha publicado los protocolos de actuación clínica y herramientas de apoyo a la prescripción de opioides dirigidos a profesionales sanitarios, en el marco del Plan de Optimización de la Utilización de Analgésicos Opioides en el Dolor Crónico No Oncológico (DCNO), aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en septiembre de 2021.

El objetivo de esta iniciativa es facilitar una prescripción "más segura, eficaz y basada en la evidencia", además de reforzar el seguimiento terapéutico y minimizar riesgos asociados al uso de estos fármacos, como la dependencia o la sobredosis. Al mismo tiempo, el Ministerio subraya que se evita estigmatizar su uso cuando está médicamente indicado, manteniendo el foco en aliviar el sufrimiento del paciente.

En los últimos años, el uso de analgésicos opioides –como la morfina y sus derivados– ha aumentado notablemente en muchos países occidentales, una tendencia que ha sido señalada por la OCDE como un posible problema de salud pública. Ante esta situación, el desarrollo de materiales clínicos y guías pretende reforzar las decisiones médicas y promover un uso más racional, responsable y seguro dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS).

El Plan, vigente desde 2021, se estructura en cinco ejes estratégicos y 19 líneas de acción. Para su desarrollo se han constituido cuatro subgrupos de trabajo coordinados por la Dirección General de Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia. En ellos participan representantes de las comunidades autónomas, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, sociedades científicas y asociaciones de pacientes.

El propósito principal es identificar áreas de mejora en el uso de opioides para el tratamiento del DCNO y consensuar estrategias que optimicen su utilización desde una perspectiva integral.

Los documentos recién publicados forman parte de las líneas de actuación del Eje 1 (optimización de la prescripción) y del Eje 2 (mejora del seguimiento farmacoterapéutico). Estos materiales incluyen algoritmos prácticos basados en evidencia científica que facilitan la toma de decisiones clínicas, mejoran el seguimiento de los pacientes y ayudan a prevenir riesgos sin limitar el uso de los fármacos cuando estén clínicamente justificados.