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​Los ópticos salmantinos advierten que la falta de revisiones oculares y el abuso de la pantalla son las “serias amenazas” para todos los jóvenes en la vuelta al cole

El delegado del Coocyl en Salamanca ha recordado que “una buena visión es sinónimo de mejora en el rendimiento escolar” porque permite una mayor concentración

Ordenador adolescente

Este martes vuelven a las aulas los alumnos de Infantil yPrimaria de Salamanca y, a lo largo del mes, se irá incorporando a los centroseducativos el resto de los 47.000 estudiantes de enseñanzas no universitarias delrégimen general que se prevén en la provincia. Una vuelta al cole que implicala puesta al día en muchos aspectos, entre ellos, y muchas veces olvidada, lasalud visual, fundamental para afrontar los estudios con éxito.

De hecho, como recuerda el Colegio de Ópticos-Optometristasde Castilla y León (Coocyl), son muy elevados los porcentajes de niños que nose han realizado ninguna revisión visual si previamente no se ha detectado enellos alguna anomalía, a pesar de que muchas veces los problemas visuales sondesconocidos y no se asocian a un mal desarrollo en la lecto-escritura o en sucomprensión.

“Precisamente ahora es el momento de plantearnos prestarmucha atención a la salud visual de los hijos. Estamos en la línea de salida deun nuevo curso. Libros, uniformes, material escolar... ¿Qué pasa con la visión?”,plantea, en este sentido, el delegado de Coocyl en Salamanca, Mariano Luengo. Yes que, como añade el especialista, “en la época escolar va a ser el sentido másutilizado y por el que canalizarán su aprendizaje, tanto a nivel deconocimiento, a través del estudio, como de las habilidades motoras, con elejercicio físico en el deporte”.

“Una buena visión es sinónimo de mejora en el rendimientoescolar, ya que permite una mayor concentración al eliminar los esfuerzosacomodativos que pudieran aparecer ante un déficit de agudeza visual”, explicaLuengo.

Por ello, desde el Coocyl creen que “se deben minimizar o evitarlos efectos adversos del ojo y de los problemas visuales en los niños a travésde una temprana identificación, educación, tratamiento y prevención. Es vitalInformar y educar a los pacientes, padres y educadores sobre la necesidad delos exámenes oculares y visuales en los niños y su frecuencia”, tal y comoexplica la decana del Colegio, Inmaculada Aparicio, porque, “una deteccióntardía de problemas como la ambliopía u otros desórdenes visuales puedenconllevar grandes deficiencias en el desarrollo del menor”.

En este sentido, es muy recomendable realizar una revisióncuando empieza la etapa escolar, “y no solo se debe pensar en miopía,hipermetropía o astigmatismo, sino también en desórdenes acomodativos o binoculares”,añade la decana.

“En muchos casos, las malas notas o el desinterés de los máspequeños no son consecuencia de su apatía, sino de algún defecto visual que lesimpide seguir el ritmo de sus clases, atender la pizarra, leer con rapidez y tenercapacidad de comprensión o estudiar cómodamente”, asegura, por su parte, la secretariageneral del Colegio, Ana Belén Cisneros. Y es que la realidad es que los niños “nosuelen ser conscientes de sus limitaciones visuales y, por lo tanto, no sequejan; ahí radica la importancia de realizar una revisión ocular al menos unavez al año”.

¿A qué edad hay que estar más alerta?

La recomendación de la primera revisión visual varía enfunción de los signos que pueda presentar un neonato o del historial deantecedentes familiares. En cuanto se sospeche de cualquier alteración que puedainhibir un desarrollo normal de las capacidades visuales, se debe proceder a unexamen visual que pueda identificar los problemas, si los hubiera.

En el primer mes de vida, la revisión oftalmológica querealiza el pediatra sirve para descartar problemas oculares severos y malformacionescongénitas. Si no existen signos de alarma previos ni antecedentes familiaresimportantes de condiciones que puedan ser hereditarias, se recomienda una primeraexploración visual más profunda por parte de un profesional de la visión antesdel inicio de la edad escolar, entre el año y los 3 años de edad.

Si se detecta una alteración visual, la visita alóptico-optometrista debe ser regular, con el objeto de hacer un seguimiento enfunción de las condiciones que presente el menor y el grado de recuperación quevaya mostrando. En aquellos niños que no presenten problemas, lo másrecomendable es realizar revisiones anuales preventivas.

¿Cuándo acudir al optometrista?

Existen varios signos que pueden servir de voz de alarmapara que los padres detecten la existencia de un problema visual a tiempo.

Desde las típicas manifestaciones de visión borrosa,cansancio ocular y cefaleas a manifestaciones menos habituales, como visióndoble o la apariencia de cualquier tipo de desviación visual; enrojecimiento ocular,lagrimeo y presencia de torticolis pueden ser síntoma de algo va mal en lavisión del niño.

Por todo esto, es conveniente realizar una valoración previaal inicio del curso académico que permita verificar si existe algún problemavisual que pueda influir sobre el rendimiento del niño y, por tanto, tambiénsobre su seguridad a la hora de afrontar el proceso de aprendizaje.

“Es fundamental como rutina añadir una consulta visual a lamochila, aunque no haya síntomas, pero más aún si los hubiera y apreciamos, porejemplo, que se acerca mucho al libro, se distrae con frecuencia, le lloran ose irritan los ojos… Hay que tener en cuenta que un gran porcentaje del fracasoescolar está directamente relacionado con anomalías visuales, por tanto,démosle la importancia que tiene y no dejemos esta consulta para más tardeporque... podría ser tarde”, insiste Mariano Luengo.

Uso de pantallas

Atención especial merecen, en este ámbito, las pantallas demóviles, tabletas y ordenadores, cuyo abuso en la edad infantil está influyendoen el aumento de la miopía, con previsiones que apuntan a que el 50% de losmenores serán miopes en 2050 en los países más desarrollados.

Desde COOCYL, se recomienda seguir una serie de pautas paraminimizar el problema visual, entre ellas, las que están avaladascientíficamente desde la Asociación Americana de Pediatría:

- Hay que poner límites de tiempo: prohibidas las pantallaspara menores de 18 meses, excepto videoconferencias puntuales con familiares. Entrelos 18 y 24 meses, sólo deben visualizar contenidos de calidad y con lospadres. Entre los 2 y los 5 años, una hora al día y con revisión de contenidos.En Primaria y Secundaria, las pantallas no deberían robar tiempo a lasactividades al aire libre ni a las horas adecuadas de descanso.

- Descansos periódicos. Una pausa de 5 minutos porcada hora de lectura en una pantalla será suficiente, y para evitar la fatiga visual,también hay que alternar la visión entre un objeto cercano y otro lejano(mirando por la ventana, por ejemplo). Además, es necesario parpadear, ya que,debido a la concentración, solemos hacerlo mucho menos de lo normal. Si la frecuenciamedia del parpadeo es de 20 veces por minuto, cuando fijamos la visión solemoshacerlo cinco veces.

- Ajustar el brillo y contraste de la pantalla paraque esté en consonancia con la iluminación de la zona de trabajo. Buscar una luzapropiada, mejor si es natural, aunque el exceso de luz también puede serperjudicial. No se debe colocar la pantalla de frente o de espaldas a unaventana o cualquier fuente de luz directa. Optar mejor por una iluminaciónlateral. Evitar los reflejos.

- Mantener el monitor del ordenador a unos 60 cm de distanciay ligeramente por debajo del nivel de los ojos. Atención en el caso de losniños, ya que por su estatura pueden encontrar la pantalla demasiado alta. Si seutiliza un e-book, hay que mantenerloa unos 35-40 cm de distancia de los ojos. Dentro de lo posible, ajustar eltamaño de la letra.

“Hasta hace poco tiempo, los ordenadores eran utilizadoscasi exclusivamente por los adultos, pero actualmente la población infantil usacada vez más estos dispositivos, tanto en el colegio como en casa. Hay que considerarque los niños tienen una capacidad enorme para adaptarse al estrés visual yaguantar la fatiga cuando algo les interesa y, por ello, son más susceptiblesde sufrir complicaciones derivadas del uso de ordenadores, móviles o consolas”,concluye la secretaria general de COOCYL, Ana Belén Cisneros.

 ‘12 meses, 12 cuidados visuales’

La campaña de COOCYL sobre la vuelta al cole y el uso de lastecnologías forma parte de su plan 12meses, 12 cuidados visuales, que cada mes lanza una acción informativa dirigidade forma específica a aportar pautas de conducta, señales para avanzar en ladetección precoz y opciones de ayuda ante diferentes problemas visuales. Lainiciativa arrancó en octubre de 2018, con motivo del Día Mundial de la Visión yla Optometría.

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