¿Qué es el ozono troposférico u 'ozono malo'?

En la estratosfera juega un papel muy importante para la vida del planeta pero más cerca de la superficie terrestre, en concentraciones elevadas, puede suponer problemas para la salud de las personas y el medio ambiente
 

 ¿Qué es el ozono troposférico u 'ozono malo'?
¿Qué es el ozono troposférico u 'ozono malo'?

Según el portal web de la Junta de Castilla y León, en su apartado de Red de Control de Calidad del Aire, el ozono es una molécula formada por tres átomos de oxigeno (O3), que a temperatura ambiente se presenta como gas incoloro y es altamente reactivo por su poder oxidante. Este gas, es un componente natural de la atmósfera que juega un papel muy importante en distintos procesos de la vida del planeta.

En primer lugar, en la estratosfera es el responsable de la absorción de la radiación ultravioleta e impide que esas ondas muy energéticas alcancen la superficie de la tierra permitiendo con ello la vida en la superficie terrestre. Sin embargo, en la troposfera, debido a su alto poder oxidante, su presencia en concentraciones elevadas puede suponer problemas para la salud de las personas y el medio ambiente. 

El ozono se forma por medio de un mecanismo que básicamente consiste en la reacción de una molécula de oxígeno (O2), con un átomo de oxígeno (O). En las capas altas de la atmósfera se produce por medio de la radiación de alta energía proveniente del sol. Por lo tanto, la formación del ozono por esta causa se reduce con el descenso de la altitud y aquí, en las capas bajas de la atmósfera, su formación se debe a la presencia de otras sustancias, los conocidos como precursores. Los habituales son fundamentalmente los compuestos orgánicos volátiles de origen natural o emitidos por la actividad humana y el dióxido de nitrógeno (NO2) proveniente de la actividad humana fundamentalmente. 

Sin embargo para la formación de ozono en las capas bajas de la atmósfera se necesita además que las temperaturas sean elevadas y que la radiación solar sea alta, por ello, la formación de ozono en cantidades significativas que pueden llegar a ser perjudiciales para la salud humana y para la vegetación se produce fundamentalmente en verano y en las primeras horas de la tarde. Al mismo tiempo el ozono que se genera es destruido por los propios precursores, generándose un balance que en las horas de máxima radiación solar se inclina hacia la presencia de ozono en las capas bajas de la atmósfera y en otras horas se destruye mayoritariamente sin generar concentraciones perjudiciales. 

Un elemento difícil de controlar

De esta forma, según el informe de la Junta, el ozono en la troposfera se considera un contaminante secundario, porque no es emitido por acciones humanas, sino que se genera de forma natural en la atmósfera, inducido por moléculas, como son los compuestos orgánicos volátiles, que son emitidas por la vegetación, y, las acciones humanas, sobre todo por el uso de combustibles fósiles, procesos que emiten sustancias orgánicas volátiles y otras fuentes emisoras de contaminantes como pueden ser los incendios forestales de origen natural o provocados. 

Por ello las acciones para el control de este contaminante son sumamente complejas ya que la intervención solo es posible sobre la parte de las emisiones del hombre y estas puede que se produzcan en territorios de fuera de Castilla y León. 

Estos procesos hacen que la concentración de ozono troposférico en la atmósfera varíe enormemente a lo largo del día, y a su vez, a lo largo del año. Así se comprueba como en un día el ozono presenta unos máximos de concentración, que se localizan pasadas las horas centrales del día y disminuye durante la noche. Este ciclo diario es totalmente repetitivo por lo que altibajos bruscos en los datos de concentración de ozono en la atmósfera no son posibles. De este modo, es necesario indicar que los episodios de mayor concentración de ozono, se producen en las horas de más calor, cuando las actividades al aire libre son escasas por este motivo, apunta la Junta en su informe. 

Así, con el ozono troposférico podemos decir que a lo largo del año, los valores son máximos en los meses de verano y descienden en los meses de invierno. Por otro lado, las masas de aire contaminado con los precursores naturales o antropogénicos, en condiciones de atmósfera tienden a desplazarse, pudiéndose generar ozono a distancias muy grandes de las zonas de altas emisiones de precursores. Por ello, de nuevo, las acciones para el control de este contaminante son sumamente complejas, ya que la intervención solo es posible sobre la parte de las emisiones antropogénicas de precursores y estás puede que se produzcan en territorios de fuera de Castilla y León.

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