Salamanca es una de las ciudades con mejor gastronomía de toda la península. Por ahí dicen que el paladar salmantino es de un gusto exquisito. Y razón no les falta porque entre nuestra gastronomía brillan algunas de las joyas alimenticias más deseadas a nivel nacional e internacional.
El alimento estrella con el que los extranjeros relacionan España es el jamón. En concreto, el Jamón de Guijuelo. Un alimento típico de nuestra tierra. Además, este es uno de los productos más prestigiosos por la calidad de su carne y su característico sabor, al curarse en un clima seco y frío.
Salamanca es una provincia que posee una gran cantidad de dehesas, de ahí la crianza del cerdo ibérico y su tradicional matanza, un rito salmantino cuyo origen data del siglo XV.
En la misma dirección destaca una comida típica en Salamanca que es el Hornazo, uno de los productos más populares de nuestra región. La tradición es comer el hornazo en el campo el lunes de aguas, que se celebra el segundo lunes después del Domingo de Resurrección.
Una fiesta muy típica de los salmantinos. El hornazo se trata de una empanada rellena de embutido, generalmente relleno de jamón, chorizo, salchichón, lomo y huevo.
El Farinato es otro de los embutidos típicos de nuestra ciudad. En concreto, es típico de Ciudad Rodrigo, cuyos paisanos son conocidos popularmente como ‘farinatos’. Este embutido tiene una curiosa historia detrás. En primer lugar, se le conocía como ‘el chorizo del pobre’, y a día de hoy es uno de los delicatessen más codiciados de la gastronomía española.
La forma más típica de comerlo aquí en Salamanca es junto a un huevo frito o en revuelto.
Hablando de carne, hay que destacar la Carne de Morucha, uno de los alimentos característicos de la provincia de Salamanca. La vaca morucha es una raza autóctona de España, que pasta principalmente en Castilla y León, en Salamanca. Su carne destaca por su color rosado y rojizo, su textura fina, su jugosidad y su agradable aroma en el paladar.
Otro de los platos típicos de la cocina tradicional charra es el Tostón Cochifrito. Se trata de un cochinillo de entre 4 o 5 kilos. Por regla general se cocina marinado con vino blanco, aceite y ajo machado. Primero se parte en trozos pequeños, y después se realiza el adobo machando el ajo en un mortero con la sal, el vino blanco y el perejil. La mezcla se le echa por encima de la carne. Por último, solo hay que freírlo. Normalmente se acompaña con patatas fritas o ensalada.
En relación con los platos típicos principales de Salamanca destacan la Chanfaina, las Patatas Meneás, las Legumbres de la Armuña y el Limón Serrano.
La Chanfaina es utilizada como una guarnición popular. Suele servirse como tapa o como plato principal. Entre sus ingredientes destaca el arroz, los menudillos de cordero o cerdo, el huevo cocido, la guindilla o pimienta negra. Y, el ingrediente estrella que es la sangre cocida.
Las Patatas Meneás es otro de los platos principales estrella de la gastronomía charra. Su elaboración es muy sencilla: patatas, panceta, pimentón dulce, aceite de oliva, ajo, laurel y sal. El resultado es una especie de puré denso con grumos, rematado con unos trocitos de tocino frito que le da el delicioso toque final.
Entre los platos calientes más deseados en la época de invierno destaca las Legumbres de la Armuña, donde brillan las lentejas, los garbanzos y las alubias. Que pueden comerse solas o acompañas de embutidos característicos de la provincia. Por ejemplo, es típico acompañar a estas legumbres con chorizo o morcilla cocida.
Por otra parte, entre los platos fríos reina la ensalada de Limón Serrano, típico en la sierra de Francia y Béjar. Se dice que su origen es sefardí debido al asentamiento de los cristianos, judíos y musulmanes en la zona. Se trata de una ensalada en la que se mezclan los cítricos como el limón o la naranja con el chorizo, jamón, atún y huevo cocido.
En nuestra provincia también hay postres tradicionales como el bollo maimón, los chochos de yema, las rosquillas de Ledesma, las perrunillas, las obleas de Cipérez, el turrón de La Alberca y las almendras garrapiñadas.
El Bollo Maimón es un dulce típico de Salamanca. Se trata de un bizcocho esponjoso con azúcar en polvo en la parte superior. Su origen data de la época en la que los árabes estaban asentados en España. Antiguamente servía para arreglar disputas y acercar distancias entre diferentes religiones. En la actualidad es típico en las celebraciones.
Los Chochos Charros son también un dulce muy reconocido en la capital salmantina. Su color típico es el blanco y su textura es dura al estar hecho con azúcar pura. A menudo se confunde con las peladillas, aunque la diferencia real se encuentra en que los chochos no tienen almendra en su interior, y las peladillas sí.
Típico de Ledesma son sus Rosquillas, un producto elaborado desde 1850 de forma artesanal. Se caracterizan por su pequeño tamaño, y su característico sabor a anís.
Las Perrunillas, más conocidas como ‘perronillas’ entre los salmantinos son un dulce típico que se hace en el horno de leña y cuyos ingredientes son la harina, la manteca, el huevo, el azúcar y las almendras. Por regla general, suelen estar presentes en todas las fiestas patronales de los pueblos.
Las obleas de Cipérez son un producto artesano famoso a nivel nacional con una textura crujiente y un sabor dulce y suave en el paladar.
El Turrón de La Alberca y las Almendras Garrapiñadas son también muy populares. El turrón es uno de los manjares más deseados de la Sierra de Francia. Entre los más vendidos destacan el turrón blando, el de avellanas, el de almendra o el de yema tostada entre otros. Ya que en los últimos tiempos han surgido creaciones como el turrón de chocolate con jamón o el de gambas al ajillo, una auténtica explosión de sabor de la que no te podrás olvidar fácilmente.
Las almendras garrapiñadas fueron un descubrimiento de los árabes. Se caracterizan por el azúcar caramelizado, de color bronce brillante.
