La población de gatos callejeros en Salamanca genera una problemática “inventada” y “artificial”

La convivencia entre los humanos y sus mascotas con los animales salvajes que habitan en la calle es fundamental para el bienestar común, y, sobre todo, con el fin de evitar problemáticas que vayan a perjudicar directamente a los animales, como la última generada por el instinto depredador de los felinos y su repercusión en el ecosistema.

El Ayuntamiento de Salamanca puso en marcha a finales del mes de marzo el nuevo contrato para llevar a cabo el control de la población felina en las colonias identificadas en la ciudad, donde actualmente hay 21 compuesta de 256 gatos.

El contrato para la adecuada gestión de las colonias de gatos silvestres en Salamanca comenzó en marzo, con los objetivos de fomentar la protección y el bienestar de estos animales en la ciudad, prevenir y controlar la aparición de problemas para la salud y seguridad derivados de la presencia de los felinos en el municipio, así como mejorar la sostenibilidad y la convivencia de los animales con los vecinos.

Concretamente las colonias se ubican en Hernán Cortés, Cerro de San Vicente, avenida de la Merced, colonia Thilsa, Obispo Alcolea, avenida de Salamanca, el Cementerio, Entrepuentes, Vaqueriza, Herrradura, en los chiringuitos y viveros de La Aldehuela, Maestros Salinas, Tejares 1 y 2, Vialia 1 y 2, avenida Agustinos Recoletos, Canalejas, La Rúa y el Casco Histórico.

En Salamanca, la asociación adjudicataria para ejecutar el programa CER -método para capturar, esterilizar y soltar a los gatos callejeros para evitar que se reproduzcan sin parar- para el año 2022 es ‘Gatos Luna Llena’, que se encarga de capturar a los gatos callejeros, llevarlos al veterinario y esterilizarlos para controlar las colonias existentes en la ciudad.

Fuera de ellas, en otros lugares de la provincia como en Castellanos de Moriscos donde hay 7 colonias con un total de 60 gatos se encargan otras asociaciones como ‘CasteGatos’, donde Asunción Serra figura como presidenta.

La problemática de los gatos callejeros

En estos últimos meses se ha producido una problemática vinculada con la colonia ubicada en las orillas del río Tormes como consecuencia de las polémicas declaraciones de biólogos, defensores de los reptiles.

El periódico ‘El Español’ ha publicado que el partido PACMA denunció hace un mes la desaparición de varios gatos que posteriormente fueron encontrados muertos después de que un biólogo hablara de la necesidad de tener que matarlos a todos al ser los culpables de la desaparición del ecosistema por culpa de su instinto depredador.

Desde ‘CasteGatos’ tildan estas acusaciones de “inventadas” y “artificiales”, defendiendo que una población de gatos equilibrada supone más beneficios que inconvenientes.

Respecto al procedimiento de actuación para capturar a los gatos y proceder a la esterilización, ‘Gatos Luna Llena’ explica que “los gatos se capturan con una trampa mediante la colocación de un cebo en su interior. El gato activa un mecanismo que cierra la jaula quedando atrapado en su interior. Acto seguido se cubre la trampa en su totalidad para que el gato en oscuridad sufra el menor estrés posible. Se lleva al veterinario para que proceda a su revisión: desparasitación, esterilización y vacunación”.

No obstante, en primer lugar, cuando se encuentra un gato en la calle el procedimiento no siempre es el mismo, depende de si el gato es sociable o no, puesto que en caso de serlo lo más probable es que se haya escapado y esté perdido o lo hayan abandonado, y en ese caso lo que se hace es llevarlo al veterinario para ver si está bien y si está ponerlo en adopción sino se identifica a los propietarios.

En el caso de ser un gato salvaje, una vez capturado lo que se hace es llevarlo al veterinario y proceder a desparasitarlo y esterilizarlo, haciéndole una marca en la oreja izquierda o derecha dependiendo de si es macho o hembra para identificarlos, y evitar así una nueva visita al veterinario y el estrés que eso conlleva al animal. Cabe destacar que únicamente se marca a los gatos salvajes.

Además, una vez identificados se le reinserta de nuevo en su colonia en un momento donde no suela haber mucha gente para no poner en peligro al animal. Por último, las camadas se recogen y se ponen en adopción.

Ambas asociaciones, tanto ‘Luna Llena’ como ‘Castegatos’ advierten de lo peligroso que es cambiar a un gato de territorio, puesto que los felinos son animales muy vinculados al lugar donde nacen y se crían, por lo que alejarles de sus colonias o su lugar habitual de residencia podría llevarlos a la muerte fácilmente.

El seguimiento realizado a los felinos

Los gatos reciben un seguimiento diario por parte de los voluntarios que se encargan de alimentarlos: “Están identificados porque en el momento de la captura se le realiza una foto y se adjunta su certificado del veterinario con la colonia a la que pertenecen”, confirman desde ‘CasteGatos’.

Todas las colonias están controladas por la relación de convivencia que mantienen con el entorno humano. Además, desde ‘Luna Llena’ explican que “los gatos no son transmisores de ninguna enfermedad que no pueda trasmitir cualquier otro animal doméstico de sus mismas características”.

Al mismo tiempo insisten en que “la convivencia con ellos no supone ningún problema para los humamos, ni en el entorno doméstico ni en el ámbito de la colonia”.