El Pozo de Nieve alcanza el visitante número 1.000 en su primer mes de apertura

Para acceder a este espacio gratuito es necesario recoger los pases, a partir del lunes previo a la visita, en la Oficina de Información Turística de la Plaza Mayor. En verano, el espacio se incorporará, además, al  programa Plazas y Patios;  También está prevista su integración en el programa “Las llaves de la ciudad”, que se desarrolla anualmente en otoño y tiene como objetivo mostrar o redescubrir el patrimonio de la ciudad de Salamanca

 El Pozo de Nieve alcanza el visitante número 1.000 en su primer mes de apertura
El Pozo de Nieve alcanza el visitante número 1.000 en su primer mes de apertura

La apertura al público del Pozo de Nieve y los restos del Convento de San Andrés han levantado una gran expectación entre los salmantinos. Desde su apertura al público, el pasado 5 de mayo, este novedoso espacio ha recibido un total de 1.116 visitantes, que han podido recorrer las diferentes estancias, guiados por un arqueólogo, a través de las visitas guiadas programadas y de las visitas organizadas a la carta para grupos que lo demanden.

Para acceder a este espacio gratuito es necesario recoger los pases, a partir del lunes previo a la visita, en la Oficina de Información Turística de la Plaza Mayor, (se entregan dos como máximo por persona). Durante el mes de junio, las visitas se realizan los viernes a las 18:00 horas, sábados a las 12:00 horas y 18:00 h. y domingos a las 12:00 h. En verano, el espacio se incorporará, además, a las actuaciones que ofrece el programa Plazas y Patios. También está prevista su integración en el programa “Las llaves de la ciudad”, que se desarrolla anualmente en otoño y tiene como objetivo mostrar o redescubrir el patrimonio de la ciudad de Salamanca.

Esta nueva propuesta permite descubrir uno de los monumentos más peculiares y desconocidos de la Salamanca del siglo XVIII. Junto a la Cerca Nueva de la ciudad se conservan los restos de uno de los más importantes conventos de la Salamanca renacentista, el de San Andrés, conocido como el “Escorial salmantino” por sus grandes dimensiones y adusto estilo arquitectónico, levantado en el siglo XVI por la Orden del Carmen Calzado. Fue uno de los centros conventuales más importantes de la ciudad hasta su destrucción a mediados del siglo XIX.

El Pozo de Nieve constituye una asombrosa construcción en la que nuestros antepasados almacenaban y conservaban la nieve que traían sobre mulos desde las Sierras de Francia y Béjar para convertirla en hielo, que luego aprovechaban para fabricar helados o sorbetes, como conservante o con fines terapéuticos.

El espectacular pozo, de más de siete metros de profundidad, cubierto por una bóveda de pizarra es otro de los atractivos de la visita, que permite, además, admirar parte de la antigua muralla medieval de Salamanca, las caballerizas y tenadas del convento, parte de la torre nordeste del complejo…

Además del Pozo de las Nieves, se han recuperado dos bodegas abovedadas empleadas como caballerizas y los restos de la torre noroeste del Convento de San Andrés, utilizada parcialmente desde finales del siglo XIX como casa del peón caminero y taller eléctrico.

También se ha acondicionado un mirador junto al único tramo de la Muralla que conserva almenas y dos hojas y una estrecha galería de 15 metros construida para canalizar el agua y que podrá también visitarse en una gran parte.

Durante las obras de rehabilitación de los restos del conocido como “El Escorial de Salamanca”, se descubrieron otros elementos históricos y arqueológicos que se decidió incluir en la rehabilitación por su valor cultural.

Entre los nuevos descubrimientos, se encuentran un segundo pozo hallado en el patio original del Convento con una profundidad de 4 metros y un acceso al fondo del Pozo de las Nieves.

Los grupos deben ser reducidos y es necesario el uso del casco de protección.

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