Preocupación por la normalización del uso de cannabis en menores, la edad media de consumo baja a los 15 años en Salamanca
Seis de cada diez personas atendidas en Proyecto Hombre presentan un consumo problemático vinculado a la cocaína mezclada con alcohol o heroína

Normalización del consumo de cannabis, incremento de la cocaína, consumos cada vez más tempranos, problemas de salud mental vinculados a las drogas, … los problemas de que producen las adicciones no dejan de lado Salamanca en un panorama nacional que indica que en el año 2024 la cocaína y el alcohol siguen siendo las principales sustancias consumidas por quienes solicitan un tratamiento de desintoxicación en Proyecto Hombre. Una entidad que lleva veinte años acompañando a personas con problemas de adicción en la provincia, desde un enfoque educativo- terapéutico y adaptado a las nuevas formas de consumo. Porque “las adicciones ya no responden a los patrones de décadas pasadas: hoy afectan a personas de todas las edades, entornos y niveles socioculturales. Lejos de la imagen de la heroína y la exclusión extrema, el perfil actual es mucho más amplio y diverso, con historias marcadas por el alcohol, una sustancia legal y socialmente aceptada, pero de enorme impacto o por el uso cotidiano de cannabis, cuya percepción de riesgo ha desaparecido, especialmente entre jóvenes”, aseguran desde la entidad. Proyecto Hombre Salamanca trabaja con personas que han perdido el control sobre su consumo en entornos que aparentemente eran estables: profesionales, estudiantes, padres y madres, personas con responsabilidades. Las adicciones ya no distinguen ni clase social ni nivel educativo.
La Asociación Proyecto Hombre acaba de publicar su Informe 2024 a nivel nacional que, coincidiendo con la celebración este 26 de junio del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, indica que la cocaína y el alcohol siguen siendo las sustancias más consumidas, que muchas de las personas que solicitan tratamiento arrastran problemas de salud mental y que la normalización del cannabis entre los menores ha bajado la edad media de consumo a 15 años para los varones y 14 para las mujeres.
El Informe 2024 estudia la situación de las personas que acuden a tratamiento en los programas de la ONG. El informe sitúa la salud mental como una de las grandes urgencias dentro del abordaje terapéutico de las adicciones. Ansiedad severa (75 %), depresión grave (63 %) e ideación suicida (46 %) son solo algunos de los síntomas que marcan el perfil clínico de quienes piden ayuda, confirmando que la relación entre trastornos psicológicos y consumo de sustancias no es una excepción, sino la norma.
El informe, elaborado con datos nacionales, confirma que la cocaína (41,6 %) y el alcohol (36,1 %) siguen siendo las principales sustancias por las que se solicita tratamiento. Sin embargo, el cannabis, presente en el 66 % de los hombres y el 52 % de las mujeres que acuden a Proyecto Hombre, preocupa por su creciente normalización, especialmente entre menores. La edad media de inicio de consumo ha descendido a los 15 años y cada vez son más las personas que llegan a tratamiento tras más de una década conviviendo con un problema que se percibe con escaso riesgo.

En Salamanca, donde el 48 % de los hombres y el 40 % de las mujeres en tratamiento consumen cocaína, Proyecto Hombre alerta del incremento de politoxicomanías y de la dificultad de acceso a la red pública de salud mental. Ante esta situación, desde la Asociación se defiende una intervención integral, flexible y adaptada a cada persona: planes individualizados, trabajo en red con salud mental, acompañamiento familiar y realismo terapéutico, con objetivos asumibles y tiempos razonables.
La ONG salmantina determina que, en el caso de la provincia, el 60 % de los ingresos registrados el año pasado están vinculados al consumo de cocaína, mientras que la mitad de las mujeres atendidas presenta como sustancia principal el alcohol. Así, la cocaína figura como droga principal en el 33,9 por ciento de los casos. Si se suman los casos en los que se consume mezclada con alcohol (18,6 %) o con heroína (7,6 %), más de seis de cada diez personas atendidas presentan un consumo problemático vinculado a esta sustancia. El alcohol está presente de forma individual en el 22 % de los casos, pero su combinación con otras sustancias, especialmente la cocaína, eleva su implicación total hasta el 40,6 % de los ingresos. Para Manuel Muiños, presidente de Proyecto Hombre Salamanca, es fundamental “visibilizar el problema y no normalizar lo que no es normal” y asegura que “nos centramos en nuevas adicciones, como las comportamentales que puede ser la adicción a las nuevas tecnologías y olvidamos lo que tenemos previamente y contra lo que llevamos trabajando años”.
En cuanto al sexo, se ven diferencias entre los consumos de los hombres y las mujeres, así la cocaína tiene una mayor presencia entre los hombres mientras que el alcohol se convierte en la sustancia principal para una de cada dos mujeres que acceden al programa. Otras sustancias como el cannabis, la heroína o las adicciones comportamentales como el juego patológico también motivan el ingreso, aunque con menor frecuencia. En Salamanca también se da el problema del consumo temprano. La edad media de inicio del consumo de alcohol en grandes cantidades se sitúa en los 15 años en hombres y 14 años en mujeres, reflejando una preocupante tendencia a la normalización del consumo en etapas adolescentes.
Otro problema añadido al consumo de alcohol es que la mayoría de las personas que acceden al tratamiento tardan más de 20 años en iniciarlo. Y, sin duda, uno de los problemas más alarmantes asociado al consumo de drogas son lo problemas de salud mental. En los centros de Proyecto Hombre Salamanca han cifrado en un 82 por ciento las personas atendidas que presentan problemas como ansiedad severa, con mayor prevalencia entre las mujeres (85 %) que entre los hombres (75 %). Por su parte, la depresión severa afecta al 82,2 %, sin apenas diferencias por sexo, mientras que los problemas emocionales son más comunes en mujeres (75 %) que en hombres (58,5 %)
Entre las consecuencias que acarrea el consumo de drogas también están los problemas cognitivos, que afecta al 75 por ciento de las mujeres atendidas y al 60,9 por ciento de los varones. En cuanto al suicidio, la ideación suicida afecta a más de la mitad de los casos (55,5 %), con mayor presencia en hombres, un 30 por ciento ha intentado quitarse la vida. En las mujeres, esta cifra asciende a más de cuatro de cada diez.
Para Manuel Muiños dentro de la problemática que acarrea el consumo de sustancias, “me preocupa especialmente la salud mental por la falta de medios y recursos para trabajar de la manera adecuada para dar una respuesta eficaz a un problema añadido”. Asegura que “a un problema de adicción se le une la complicación de la salud mental, vemos problemas como la realidad del suicidio que cada vez se hace más patente”.
Desigualdad de género en el tratamiento
Desde Proyecto Hombre Salamanca advierten de la importante desigualdad que se produce a la hora de acceder al tratamiento para hombres y mujeres. El perfil mayoritario de ingreso sigue siendo masculino 85 %, frente a un 15% femenino. Las mujeres también acceden más tarde, la edad media de acceso al tratamiento para ellas es de 46,7 años, frente a los 40,7 años en hombres, lo que refleja no solo un inicio más tardío en la petición de ayuda, sino también una mayor acumulación de experiencias traumáticas previas.
En este sentido, los datos de 2024 de las personas atendidas en Proyecto Hombre Salamanca, tanto en su tratamiento ambulatorio como residencial en la Comunidad Terapéutica evidencian la presencia de situaciones de violencia o abuso que afectan de forma muy notable a las mujeres atendidas. El 71,6 % de ellas ha sufrido abuso emocional, el 50,8 % ha vivido situaciones de abuso físico y el 35,7 % ha sido víctima de abuso sexual. Entre los hombres, el abuso emocional también está presente en el 46,1 % de los casos.
Desde Proyecto Hombre Salamanca, el equipo de profesionales lleva más de 20 años trabajando para adaptar los programas de atención a la realidad cambiante de las adicciones en nuestra provincia. Este trabajo se realiza con una mirada integral, con perspectiva de género y desde un enfoque centrado en la persona.
“Los datos de 2024 nos recuerdan que detrás de cada ingreso hay una historia marcada por el dolor, pero también por la posibilidad de transformación. Nuestro compromiso sigue siendo el mismo: acompañar cada proceso de cambio con cercanía, rigor y esperanza, porque cuando hablamos de adicciones, no hablamos solo de estadísticas. Hablamos de personas. Y cualquiera de esas personas podría ser alguien cercano… o incluso podríamos ser nosotros mismos”, concluyen.
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