Preparar el MIR en tiempos de pandemia

La salmantina Laura Martín es una de los 16.176 candidatos que el próximo sábado, 27 de marzo, se presentarán al examen que da acceso a una plaza de Formación Sanitaria Especializada en España. Vive para estudiar desde hace meses, encerrada en una casa en Oviedo, asistiendo a clases online y preparando la prueba a base de simulacros

Preparar el MIR en tiempos de pandemia
Preparar el MIR en tiempos de pandemia

Sábado 27 de marzo, esa es la fecha marcada en rojo en el calendario de todos los aspirantes a una plaza de Formación Sanitaria Especializada, no sólo en Medicina (MIR), también de Farmacia (FIR), Enfermería (EIR), Psicología (PIR), Química (QIR), Biología (BIR) y Física (RFIR). En total, un total de 10.249 vacantes para la convocatoria del Ministerio de Sanidad de este 2021, absolutamente marcada por la pandemia.

Y es que la llegada de la pandemia ha supuesto para los opositores un drástico cambio en su forma de afrontar el examen. Según las listas definitivas publicadas por Sanidad, se ha pasado de los 16.176 candidatos en 2020 a los 14.425 en 2021, precisamente el año que más plazas se ofertan, en total 7.989 (374 más que en la pasada convocatoria), lo que arroja, por lo tanto, una ratio de casi dos candidatos por plaza y una mayor probabilidad de obtenerla. No obstante, tal y como denuncian desde la Asociación MIR, la de España sigue siendo una oferta “insuficiente” para cubrir el actual déficit de médicos, con previsión de agravarse en los próximos años.

La salmantina Laura Martín, graduada en Medicina el pasado mes de junio por la Universidad de Salamanca, es una de las opositoras para el examen MIR que tendrá lugar el próximo día 27. Laura se encuentra preparando la prueba en Oviedo, debido a que ha realizado un curso de preparación en una famosa academia de la ciudad asturiana que cada año cuenta con cientos de alumnos. Pese a que la pandemia de COVID-19 ha modificado totalmente la programación de estos cursos intensivos para opositores, que se han venido realizando online; la joven salmantina optó igualmente por marcharse a Oviedo porque necesitaba aislarse y no tener distracciones. “Al estar sola en un piso estoy más concentrada y literalmente como, estudio y duermo sin tener ninguna distracción más”, explica a SALAMANCA24HORAS.

“No tenemos tiempo para “despejarnos” al ir a clase, ver a los compañeros, y ver el sol, aunque suene exagerado. Ni tampoco esa preparación, sobre todo mental y psicológica de cara al día del examen porque nunca hemos hecho un simulacro presencial y no sé si voy a saber gestionar bien esa ansiedad, en mi caso, al menos”, cuenta Laura. Con la pandemia, los estudiantes no han podido realizar una prueba, en un auditorio, para “probarse”.

“En especial, los simulacros online de los sábados son un momento crítico y de mucho estrés que cuesta gestionar sola en casa. Muchas veces por la ansiedad de pensar en que te pueda salir mal, hace que lo vayas dejando y, a veces, ni los haces. Creo que todos, en ese sentido, en algún momento hemos tocado fondo los sábados”, asegura. “Antes esto no existía porque ibas a la academia con tus 700 compañeros, lo hacías y punto, y encima veías a tus amigos… podías comentarlo todo y te dabas un paseo. Además, aquí en Oviedo se vivía un ambiente MIR muy especial. Es la ciudad de los MIR, igual que Salamanca está llena de universitarios. Hay, o mejor había, mucha actividad en torno a nosotros. Los domingos se organizaban actividades, servía para que los opositores se conocieran y salieran juntos. Podías compartir lo mismo que tú estabas viviendo con otra gente, conocías a los profesores en persona… creabas un vínculo, en resumen”, relata Laura a este diario.

Preguntada sobre la razón por la que Sanidad ha tardado tanto en publicar el protocolo para el examen, Laura lo tiene claro. “Sinceramente, creo que porque no sabían ni cómo gestionar el hecho de que 14.000 personas tuvieran que realizar un examen en medio de la que está cayendo”. Pero claro, ellos hacen mucha falta para reforzar el sistema sanitario. “Y más ahora, a veces muy a nuestro pesar, porque nuestras condiciones son muy mejorables y no dejamos de ser personal en formación. Ese mismo trato que tienen con nosotros en los hospitales, lo han tenido a la hora de organizar el examen”. Y sigue: “El proceso de inscripción fue un desastre, las fechas salieron mal y tarde y tras mucho insistir, nos han estado ignorando durante meses, y la gota que ha colmado el vaso ha sido el protocolo COVID, por llamarlo algo”.

El protocolo COVID: ¿Trata a los opositores como delincuentes?

Es sobre ese protocolo COVID, que menciona Laura, donde se ha centrado la principal polémica de este año. El pasado día 8 de marzo, el Ministerio de Sanidad actualizó ese protocolo de cara al examen del día 27. En el documento, el Ministerio incide en que la realización de las pruebas selectivas no es una causa de fuerza mayor para incumplir la cuarentena, por lo que no se permitirá el acceso a las Facultades ni la participación en las pruebas a las personas con síntomas compatibles con Covid-19, consideradas caso confirmado o contacto estrecho de un caso sospechoso, probable o confirmado. También quedarán fuera de las convocatorias los aspirantes con positividad a una prueba diagnóstica.

Así, los aspirantes que se presenten a la prueba sabiendo que son positivos o incumpliendo las normas de exclusión dictadas por el Ministerio de Sanidad para el examen MIR, se podrían enfrentar amultas que van de los 600 hasta los 600.000 euros. Esta situación ha levantado numerosas críticas, que acusan a Sanidad de tratar a los opositores como “delincuentes” para luego ser usados en los hospitales, prácticamente, como “esclavos”.

“Tengo sentimientos un poco enfrentados sobre esta situación”, afirma la salmantina Laura Martín. “Por un lado, entiendo que una persona contagiada o posible contacto de positivo no pueda acudir a un aula llena de gente a realizar un examen; pero por otro, ¿por qué no se dan opciones? Yo no estaría de acuerdo, por ejemplo, en que se pudiera realizar el examen otro día, es una oposición y el examen es cuando es y es el que es, igual para todos, pero me sorprende la diferente forma de ver las cosas en función de unos u otros intereses”, explica.

“Hace unas semanas hemos visto cómo personas contagiadas podían acudir a las urnas para votar en Cataluña, pero una persona que lleva más de un año preparándose para una de las oposiciones más duras que hay (y que además es un paso obligado si quieres ser especialista) no puede hacer un examen donde le va todo su futuro, simplemente por, a lo mejor, la mala suerte de que en su casa alguien se ha contagiado y él ha estado en contacto con esa persona”, argumenta la joven opositora.

“Creo que, desde el Gobierno debían haber planteado un plan B para personas en esa situación y que se habilitaran, en cada caso, aulas donde pudieran realizar el examen; o se podía haber previsto todo esto y habernos vacunado”, afirma a SALAMANCA24HORAS. “Yo soy la primera que entiendo que hay gente por delante de mí porque, aunque soy médico, no estoy ejerciendo. Pero es un examen que no se puede posponer más, donde vas a juntar a 14 mil médicos, de donde saldrán casi 8 mil directos a hacer guardias de puerta de urgencias en 2-3 meses y van a pasar a ser primerísima línea. ¿No era más útil haber puesto 14 mil vacunas y haber tenido cierta previsión para poder realizar el examen con cierta tranquilidad?”, finaliza la salmantina.

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