​Quejas de un salmantino al que Carrefour no le vendió una nevera: “No me parece lógico que no lo consideren un producto de primera necesidad, y yo tengo que alimentar a mis hijos”

Tras que se le estropeara su frigorífico, este charro acudió al hiermercado a comprar una nueva nevera. Sin embargo, encontró una respuesta negativa. Posteriormente, acudió a otra gran superficie comercial donde no tuvo problemas

 Expectación a la puerta del Carrefour
Expectación a la puerta del Carrefour

Alberto es un padre de familia más que, como todo el mundo estos días, se encuentra recluido en su casa. En su caso, está con su pareja y sus dos hijos pequeños, sobrellevando la cuarentena lo mejor que pueden y tratando de que esta situación pase lo antes posible y con la mayor normalidad que puede tener un confinamiento.

Sin embargo, este pasado miércoles les surgió un imprevisto, y no de menor consideración. Pese al estado de alarma, los problemas de la vida diaria siguen y, en este caso, a Alberto se le estropeó el frigorífico a primera hora de la mañana. Lo primero que hizo fue llamar al seguro, quienes les explicaron que sí le mandarían un técnico a casa que se lo intentase arreglar. Pero esto no sería hasta el jueves, por lo que este padre de familia decidió optar por una segunda solución: comprar una nueva nevera.

El motivo de tal iniciativa fue que, como ciudadano previsor y padre de familia, tenía su frigorífico lleno de alimentos para sólo tener que salir de su domicilio cuando comprar no fuera más que una obligación. “El mío no es un hogar familiar, no vivo yo solo que me las podría apañar de alguna manera, sino que estamos hablando de dar de comer a mis hijos”, cuenta el afectado a este diario.

Así, Alberto se dispuso a ir al Carrefour, el centro comercial más cercano a donde él vive, para adquirir una nueva nevera. Lo que no sabía es que, al llegar, se encontraría con una negativa de venta. “Toda la zona de electrodomésticos está acordonada, y un vendedor me indicó que no son productos de primera necesidad. Pero, ¿la alimentación de mis hijos no es una necesidad de primer orden?”, señala.

De hecho, este hombre explica que su caso no era el único, puesto que antes que él, una mujer “con lágrimas en los ojos” estaba intentando dirigirse a un empleado para comprar una batidora “porque decía que su padre sólo podía comer alimentos triturados, que estaba muy mayor y enfermo”, recibiendo también un no por respuesta.

Ese no también fue la contestación que se llevó Alberto. “El vendedor me dijo que no me lo podían llevar a casa, y yo les dije que no había problema, que yo tengo un vehículo donde entra de sobra. Me respondieron que me exponía a una multa de 300 euros si la policía o los militares me identificaban de camino, y les aseguré que me daba igual porque yo quiero mantener a mis hijos, y creo que es lógico”, indica este padre de familia que, pese a sus esfuerzos, no obtuvo el frigorífico que quería.

No entiendo que sí vendan alimentación pero no electrodomésticos de primera necesidad”

La opción de comprarla por internet tampoco se la ofrecieron -sí que se puede, aunque la entrega tarda entre 5 y 7 días laborables, según se recoge en su página web- por lo que Alberto, y con la idea de no perder la gran cantidad de alimentos que había en su nevera en esas 24 horas que tenía que esperar, decidió acudir a otra gran superficie para ver si tenía más suerte.

La elegida fue E.Leclerc. Allí “la venta es normal y lógica” y si que le atendieron, si bien le indicaron que no se lo podían llevar a su casa. “Me lo dejaron en la puerta y ahí monté yo el frigorífico en mi vehículo y me lo llevé a mi casa, porque de verdad que necesitaba la nevera”, recalca.

Incluso en este otro hipermercado le explicaron que, como él pensaba, un frigorífico sí es un bien de primera necesidad y que incluso en el primer decreto que regulaba el estado de alarma se permitía la apertura de todas las tiendas dedicadas a dicho servicio -concretamente, a productos tecnológicos, si bien cabe la posibilidad de entender una nevera como bien de primera necesidad-.

Alberto no entiende cómo dos grandes superficies de similares características tienen criterios diferentes. Lo que sí sabe es que, cuando pase toda esta situación, pondrá una reclamación ante la Oficina del Consumidor. “No sé cuál será la respuesta ni lo que dice la ley respecto a esto. Sé que ellos (Carrefour) sí pueden reducir secciones, pero no vender un producto necesario para conservar los alimentos, no me parece lógico”.

Sea como fuere, este padre de familia pudo comprar la nevera y 'salvar' los alimentos.

Sin embargo, desde Carrefour desmienten que los hechos hayan ocurrido tal como los ha explicado este cliente.



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