Tradicionalmente, el 7 de enero era el día destinado al inicio de un tiempo de rebajas en el comercio salmantino.
Tras pasar el Día de Reyes (6 de enero), los comerciantes entendían que venderían menos que en la época navideña y decidían bajar los precios de sus productos.
En 2020 lo vuelven a hacer, aunque sin la clásica imagen en el centro de la ciudad de grandes grupos de clientes esperando a que las tiendas abran sus puertas para entrar.
Alguna pequeña cola hay este martes, pero el consumidor ha cambiado sus hábitos y las compras en grandes superficies y por Internet ganan terreno.
Además, algunos establecimientos adelantaban a la semana pasada el inicio de su periodo de rebajas y en el siglo XXI se ha instaurado el ‘Black Friday’ (‘Viernes Negro’), costumbre de Estados Unidos que consiste en reducir los precios durante un viernes de noviembre o, incluso, durante una semana o un mes.
“Nosotros las empezamos el 2 de enero. Lo llevamos haciendo tres o cuatro temporadas y nos va bien porque se producen ventas de cara al Día de Reyes. El último ‘Black Friday’ provocó una disminución en la primera semana de diciembre e Internet, aunque sea a través de la página web de nuestra empresa, nos está haciendo daño. En esta época, en la que rebajamos algunas prendas hasta el 60%, vendemos mucha ropa de punto y cazadoras. En enero de 2019 pasaron 37.000 clientes por la tienda y esperamos que la cifra se repita”, señalan a SALAMANCA24HORAS en la tienda de Springfield, situada en la calle Toro.
En la calle Zamora se encuentra Impacto. En ella contemplan unas denominadas ‘ofertas especiales’ desde navidades: “Hacemos descuentos del 20 y 30%. Aun así, las ventas son flojas porque la gente suele acudir a las grandes superficies. Estamos en el centro de Salamanca, lo cual podría ayudar, pero resulta que no hay plazas de aparcamiento”.
Sin vehículos, caminando, algunos compradores pasean por Salamanca con bolsas.
Varios curiosos se detienen ante los escaparates más céntricos para observarlos.
Otros callejean más para hacer lo mismo.
En todos ellos aparece una palabra clave: rebajas.
“Vi unas cosas para casa hace unos días y hoy he bajado a comprarlas”, le explica una mujer a otra conocida con la que coincide en la plaza del Liceo.
Allí, una desea a otra que realice “buenas compras”.
Cerca de ellas, cargados con bolsas, pasan Natalia y Roberto, que relatan a este medio de comunicación que su intención este martes es realizar dos tareas: cambiar regalos navideños y comprar ropa. “Hemos mirado por Internet y vamos a tiro hecho porque preferimos ir a la tienda, donde te puedes probar la ropa. No sabemos cuánto gastaremos, pero recorreremos unos cinco establecimientos”, cuentan.
Isabel y Laura también van de compras juntas, aunque prefieren ocultar su rostro: “Hay poco jaleo y eso ayuda a estar en las tiendas. Nosotras compramos por Internet y en los locales, pero solamente lo que necesitamos o habíamos visto antes de que le bajaran el precio. ¡Somos apañadas!”.
Estos comportamientos y tendencias influyen en los hábitos del consumidor.
Por eso, en Salamanca, como se ha demostrado este martes, el 7 de enero ya no es lo que era. La rebaja ha llegado a las rebajas.
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