El pasado 20 de julio, el coordinador del Centro Documental de la Fundación Anastasio de Gracia, J. M. Uría Fernández, rescató de la basura cerca de 20.000 documentos y un centenar de libros que fueron propiedad del salmantino Luis Gómez Sanz (1913-1972), considerado por autores como Ángel Viñas o Mariano Sánchez Soler como el abogado personal de Franco debido a su mediación en los negocios del dictador.
Notario, abogado del Estado y fiscal, Gómez Sanz, además fue presidente y fundador de la editorial de Derecho Financiero y secretario del Consejo de Administración de Patrimonio Nacional bajo la presidencia de Luis Carrero Blanco. Fallecido en 1972, su archivo había permanecido oculto hasta ahora. De hecho, el propio Viñas se preguntaba por su existencia —junto a la de los archivos de otros destacados personajes del franquismo— en su libroLa otra cara del Caudillo, editado en 2015.
A pesar del gran volumen de documentos que se han salvado, desde el Centro Documental de la Fundación Anastasio de Gracia lamentan no haber podido recuperar íntegramente el archivo del abogado de Franco. Un grupo de traperos ya se había llevado una importante parte de los documentos para su venta al peso como papel viejo, cuando el responsable del Centro Documental de AGFITEL apareció por el lugar, por lo que temen que haya acabado destruida una gran parte de la información recabada por Gómez Sanz a lo largo de su trayectoria profesional.
A partir de ahora, la documentación rescatada se preservará en el Fondo Luis Gómez Sanz, creado a tal efecto por el Centro Documental de la Fundación Anastasio de Gracia. Son 25 cajas normalizadas de archivo, que contienen las cinco series documentales en las que se han organizado los papeles del abogado de Franco: Clientes del despacho, Recomendaciones, Abogacía del Estado, Particular y Procesos Judiciales. A la vuelta del verano, esperan poder iniciar los trabajos de descripción de los documentos, con el fin de ponerlos a disposición de los investigadores, respetando siempre lo recogido en la Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico Español en cuanto a la consulta de datos personales se refiere.
Entre los miles de papeles referidos a los clientes del despacho, destacan los expedientes referidos a empresas como ENASA, el Banco Coca, Electras Marroquíes, Ebro (compañía de azúcares y alcoholes), la Unión Española de Celulosas, Hiram Walker Europa o Krupp. Y entre los personajes a los que se refieren algunos de los documentos, llama la atención el nombre Cristoph Fiessler, destacado espía nazi, que se refugió en nuestro país al término de la II Guerra Mundial; el borrador manuscrito de la solicitud de nacionalización como español del príncipe Pablo Metternich y Silva, del año 1947, dirigida a Franco; o el expediente relativo al divorcio del poderoso empresario boliviano Antenor Patiño de su mujer María Cristina de Borbón, duquesa de Dúrcal.
También resulta llamativo, el alto volumen de expedientes de la serie Recomendaciones, cuya numeración original sobrepasa los 1.200, si bien sólo se han logrado recuperar un par de centenares de los mismos. En ellos, se ve cómo Gómez Sanz era solicitado para intermediar en los más insólitos favores, desde conseguir un puesto de trabajo en una empresa, hablar bien de un opositor a notarías o mediar ante Barreiros para conseguir que la lista de espera de los coches Dodge, fuera un poco más rápida.
En el apartado de la documentación personal del abogado, se hallan dos fotografías originales de la boda de los padres de Gómez Sanz: Leoncio Gómez Simón e Isabel Sanz Hernández. Los dos retratos son obra del prestigioso e histórico fotógrafo salmantino Venancio Gombau. El padre de Gómez Sanz era farmacéutico y rico propietario de tierras, además de ser nieto de Juan Crisóstomo Gómez Gordillo, ex gobernador de Guadalajara y de Camarines del Sur, en Islas Filipinas. Ella fue una activa militante de derechas que llegó a ocupar la vicepresidencia de la rama femenina de la Derecha Local Agraria en Villamiel (Cáceres), en 1933.
También se encuentran documentos personales de la mujer del abogado franquista, María Aurelia Múgica Barandiarán, como sus ejercicios manuscritos de caligrafía para obtener el título de maestra, fechados en 1928.
Por último, también se han logrado salvar 74 títulos de obras literarias y jurídicas, que formaron parte de la biblioteca personal del abogado, y que son susceptibles de integrarse en el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español, pues fueron editadas antes de 1958. De entre ellas, destacan una edición original de 1749, encuadernada en vitela, deDiálogos, de Juan Luis Vives, así como la edición de 1785 de Filosofía del espíritu y del corazón, de Ángel Sánchez, también encuadernada en vitela.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios