Los relojes vuelven a cambiar en la madrugada de este domingo: a las 03:00 serán las 02:00 horas

Con la entrada en vigor del horario de invierno, se notará un cambio inmediato en la luz solar, los amaneceres serán más tempranos y las tardes se acortarán progresivamente, oscureciendo antes a medida que avancen los meses

Un hombre mueve la manecilla del reloj para cambiar la hora
Un hombre mueve la manecilla del reloj para cambiar la hora

El horario de invierno arrancará de forma oficial en la madrugada de este domingo, cuando a las 03:00 el reloj se retrasará hasta las 02:00 horas, manteniéndose este horario hasta el 29 de marzo de 2026.

El tradicional ajuste al horario de invierno entra en vigor con el debate sobre su permanencia aún abierto en Bruselas, a pesar de que el marco legal actual lo garantiza hasta 2026. La Unión Europea lleva años sopesando si debe suprimir o mantener la práctica de adelantar y atrasar los relojes dos veces al año, una costumbre establecida originalmente para maximizar el ahorro energético. Sin embargo, el argumento principal que justificó este cambio ha perdido peso, ya que diversos estudios científicos han señalado en los últimos años que los beneficios energéticos son escasos o insignificantes, un dato que contrasta con los posibles efectos negativos que el ajuste tiene sobre el sueño y la salud de los ciudadanos.

Mientras no se alcance una decisión común que ponga fin a la práctica, los países miembros de la UE continuarán ajustando sus relojes. Con la entrada en vigor del horario de invierno, se notará un cambio inmediato en la luz solar: los amaneceres serán más tempranos, lo que se traduce en más luz a primera hora de la mañana, y las tardes se acortarán progresivamente, oscureciendo antes a medida que avancen los meses.

Este ajuste marca el inicio de la temporada más fría del año, con días que se harán cada vez más cortos hasta el solsticio de diciembre, momento en el que las horas de luz solar comenzarán a recuperarse lentamente. La decisión definitiva sobre si este será uno de los últimos cambios de hora que veamos en Europa sigue pendiente de la voluntad política en Bruselas.

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