Identificar las necesidades de las personas con parálisiscerebral para mejorar su calidad de vida y la de quienes les rodean es elobjetivo del proyecto ‘Comunico y aprendo con ‘Brain-Computer Interface’ y suaplicación ‘Spellbrain’, creado durante este curso escolar por el Grupo deIngeniería Biomédica de la Universidad de Valladolid junto a la Asociación dePadres de Personas con Parálisis Cerebral y Encefalopatías Afines de Salamanca(Aspace Salamanca).
Tras realizar un estudio con 16 potenciales usuarios deentre 6 y 70 años, se ha determinado que, gracias a una monitorización de ondascerebrales captadas a través de un casco, se puede diagnosticar qué precisa unapersona que tenga dificultades para comunicarse: comida, bebida,desplazamiento, ocio…
“El sistema funciona con un usuario mirando el comando quenecesita. Lo primero que se hace es registrar la actividad cerebral conelectrodos y esa señal se transmite a un dispositivo que la procesa conalgoritmos matemáticos”, explica Eduardo Santamaría, miembro del Grupo deIngeniería Biomédica de la Universidad de Valladolid.
Su compañero Víctor Martínez detalla que “la informaciónrecabada por el casco inalámbrico se envía a una tableta que se estudiarácolocar en una silla de ruedas y llega a un servidor que detecta unaprobabilidad y muestra el comando seleccionado de manera visual y auditiva”. “Elhándicap son los niños porque su capacidad de atención es menos precisa”,añade.
El reto es personalizar este sistema porque cada individuo,por su edad o grado de discapacidad, puede tener necesidades, preocupaciones ogustos diferentes. “Por eso, hay que limar algún aspecto para aumentar sugarantía”, opina Olimpia Fernández, logopeda y coordinadora de Tecnología deAspace Salamanca. Según ella, “con esta herramienta se persigue que losintegrantes de la asociación sean dueños de sus actos y de sus vidas”.
La intención es que los usuarios de Aspace Salamancautilicen este artilugio después del verano y que esta innovadora iniciativalogre extenderse a otras asociaciones.