La gran cabalgata que les acompañó inició su recorrido con puntualidad, a las 19:00 horas desde la Alamedilla, para alegría de los más pequeños y sus familiares, que les esperaban para recibir caramelos y saludos de cariño.
Era el caso de Maria, una pequeña de tres años que esperaba agarrada de la mano de su hermano Álvaro, un poco más mayor, en la avenida de Mirat, y que gritaba entusiasmada al ver la carroza del dragón que subía y bajaba su gran cabeza.
Entre carroza y carroza, descapotables vintage cargados de regalos, hadas de alas plateadas y hasta un zepelín que surcaba el cielo envuelto en la niebla.
Las bajas temperaturas no impidieron que la Plaza Mayor estuviera llena a las 20:30 horas, momento en el que Melchor, Gaspar y Baltasar subieron al balcón del Ayuntamiento para dirigirse a toda su audiencia de Salamanca, principalmente a los más pequeños, que esperaban impacientes a lo que tenían los tres Reyes Magos para decirles.
"Queridos niños y niñas de Salamanca, estamos muy felices de estar aquí con vosotros, en la Plaza más bonita del mundo", explicaron Sus Majestades desde el balcón.
"Estar aquí para nosotros es un gran privilegio viendo vuestras caras de ilusión. Hemos venido porque creéis en nosotros. Nunca dejéis de creer", exclamaron.
Y antes de acabar para poder marcharse a cenar antes de comenzar a visitar las casas de Salamanca, los reyes le pudieron algo a los niños: "Seguid siendo muy buenos".
Melchir, Gaspar y Baltasar se marcharon de la Plaza dando las gracias "por ofrecernos esta cálida bienvenida" y deseando una feliz Noche de Reyes para todos.
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