El riesgo real de los trombos relacionados con AstraZeneca y Janssen explicado por González Porras, hematólogo del Hospital

Los episodios trombóticos relacionados con las vacunas de AstraZeneca y Janssen han levantado cierta alarma en todo el mundo, sin embargo, para González Porras el beneficio de las vacunas es mucho mayor que los riesgos: “Por cada millón de vacunados se previenen 800 muertes”. Tomar anticonceptivos tampoco incrementa las probabilidades de sufrir estos trombos

El riesgo real de los trombos relacionados con AstraZeneca y Janssen explicado por González Porras, hematólogo del Hospital
El riesgo real de los trombos relacionados con AstraZeneca y Janssen explicado por González Porras, hematólogo del Hospital

El ritmo de vacunación no para en toda España, tampoco en Salamanca. Sin embargo, los últimos episodios de trombos relacionados con la vacuna de AstraZeneca y más recientemente con Janssen, han retrasado un ritmo de vacunación que se antoja vital para romper de lleno con esta cuarta ola o las venideras. De hecho, ha sido el impacto de las vacunas el que ha hecho que se reduzca considerablemente las muertes por coronavirus en estos dos últimos meses, más aún en las residencias.

A pesar de los beneficios probados y obvios de la vacunación, los mínimos episodios de trombos relacionados con estas dos vacunas han creado alarma y miedo en cierta parte de la población, alimentado por los tambaleos de las propias farmacéuticas y gobiernos autonómicos y nacionales. No obstante, son muchas las voces que insisten en los grandes beneficios que aporta la vacunación que ganan con creces a los riesgos.

Una de esas personas que están muy a favor de las vacunas para vencer al virus es José Ramón González Porras, hematólogo del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, que, además, conoce de buena mano por su puesto todo lo relacionado con las trombosis.

González Porras ha atendido la llamada de SALAMANCA24HORAS.COM que le ha pedido que arroje luz sobre tantas dudas y nos explique desde el lado que tratan las trombosis cuál es el riesgo real de todo esto.

“Los trombos se están detectando de forma temprana y se están tratando sin consecuencias”

Lo primero que nos ha explicado este hematólogo es de qué tipo son esos episodios de trombosis: “Consiste en la aparición de trombos en lugares atípicos, fundamentalmente en los senos venosos cerebrales y cifras bajas de plaquetas”. Precisamente ese descenso en la cifra de las plaquetas, así como las trombosis atípicas fue lo que llamó la atención. Sin embargo, González Porras apunta que este “síndrome solo se ha descrito en cuatro casos por cada millón de vacunados” y destaca el sistema de fármaco-vigilancia que ha conseguido identificar precozmente este fenómeno, “de tal manera que podemos diagnosticarlo y tratarlo rápidamente”.

Estas mismas palabras las ha compartido la consejera de Sanidad de la Junta, Verónica Casado, en múltiples ruedas de prensa: “Los trombos se están detectando de forma temprana y se están tratando sin consecuencias”.

Por este motivo, el doctor José Ramón González ha querido poner en valor la gran importancia y beneficio de la vacuna frente al SARS-CoV-2, “incluyendo las vacunas de AstraZeneca y Janssen, es indudable. Se estima que por cada millón de vacunados se previenen 800 fallecimientos por COVID-19”.

La alarma social se crea porque cada agencia reguladora “ofrece recomendaciones diferentes y, en ocasiones, alejadas de lo recomendado por la EMA”

Por otro lado, ha explicado que “cualquier fármaco tiene efectos adversos y lógicamente el beneficio debe superar en mucho a sus posibles riesgos, cosa que sí ocurre con las vacunas antiCOVID-19”, de hecho, según sus declaraciones, lo que se debería hacer sería incrementar aún más el ritmo de vacunación. En cuanto a la alarma social generada cree que es, en parte, “por la desconfianza de la población en las agencias reguladoras estatales” porque con los mismos datos de efectos adversos “cada una ofrece recomendaciones diferentes y, en ocasiones, alejadas de lo recomendado por la Agencia Europea del Medicamento”.

Diferencias entre las vacunas de AstraZeneca y Janssen con Pfizer y Moderna

Lo cierto es que los episodios de trombosis se están dando en las dos vacunas que usan el vector vírico y no con las de ARNm mensajero y, por ello, “se está analizando si se trataría de un efecto adverso concreto de esta clase de vacunas. La diferencia entre las vacunas de ARNm (Moderna y Pfizer) y las de adenovirus o vectores virales (AstraZeneca y Janssen) es el vehículo que utilizan para llegar a las células. El adenovirus es un ‘virus modificado’ que no produce enfermedad. En concreto la de AstraZeneca utiliza un adenovirus de chimpancé y en la de Janssen es de origen humano, pero ya se habían utilizado vacunas con adenovirus con anterioridad y no se habían descrito fenómenos similares”, por tanto, para González Porras, “está por reconocerse qué estructura de la vacuna de adenovirus es responsable de las trombosis”

¿Cómo son estos episodios de trombos y por qué son extraños”

Estamos escuchando a diario que las vacunas de AstraZeneca y Janssen han producido diferentes episodios de trombosis, pero, pocas veces se explica que estos no son habituales y que además son extraños.

El origen de estos fenómenos de trombos extraños es una reacción inmune. “Los anticuerpos que se generan tras la vacuna con la intención de defendernos del SARS-CoV-2 podrían tener una reacción cruzada”, es decir, nuestro organismo no responde como se espera y se crean anticuerpos que atacan a las plaquetas. “Las plaquetas se activan y por eso descienden en número. Las plaquetas activadas son un potente estímulo protrombótico”.

Al ser mediada por anticuerpos está reacción inmune aleja este proceso del “mecanismo clásico de trombosis”, no obstante, González Porras explica que la heparina, un anticoagulante muy utilizado sobre todo cuando se producen lesiones en la parte inferior del cuerpo, “también puede provocar trombosis por anticuerpos en una proporción de 1 caso cada 5.000”, por ello se antoja importante aclarar que “las vacunas frente al COVID-19 no aumentan el resigo de trombosis -tal como se conocen-, incluyendo AstraZeneca. Lo que se ha descrito es un fenómeno muy raro, un síndrome que puede provocar trombosis por anticuerpos”

¿Cuáles son los síntomas?

Nos cuenta este hematólogo del CASUA que “los síntomas de alerta son dolor de cabeza intensa y persistente que no cede a analgésicos, visión borrosa, dolor abdominal intenso, dolor de pecho, dificultad para respirar, hinchazón de piernas o aparición de hematomas en un lugar diferente a la zona de administración de la vacuna”.

Una cosa que hay que tener muy en cuenta es al plazo para la aparición de estos síntomas, puesto que no aparecen inmediatamente después de la vacunación, ni en los primeros días.  “Como el mecanismo implicado en la aparición de estas trombosis es la formación de anticuerpos y éstos tardan al menos 4 días en constituirse, los síntomas de alerta se iniciarían a partir de este cuarto día tras la administración de la vacuna. Están descritos, en los pocos casos comunicados en el mundo, que los anticuerpos relacionados con la trombosis se formaron entre 4-20 días tras la vacuna”

“No hay un factor de riesgo que suponga una predisposición para padecer la trombosis”

Le hemos preguntado al doctor José Ramón González Porras si existe algún tipo de relación entre todas las personas que han sufrido estos episodios y por qué parece que se dan más en mujeres jóvenes.

Según ha explicado no hay una relación clara: “No se ha identificado ningún riesgo que suponga una predisposición para padecer la trombosis por AstraZeneca. Se ha producido tanto en mujeres como en hombres hasta edades de 75 años. Si es verdad que hay un cúmulo de casos en mujeres jóvenes -por debajo de los 50 años-, pero son números tan pequeños que nos impiden concluir con solidez si existe una relación de causalidad”.

Precisamente explica que como estos episodios de trombos son diferentes completamente a los habituales y clásicos “el tener antecedentes de trombosis, ser portador de un defecto trombofílico o tomar medicamentos protrombóticos (como los anticonceptivos) no supone riesgo para desarrollar este evento”.

Por último, hemos profundizado en esta última cuestión, en la de la posible relación entre la toma de anticonceptivos y la aparición de trombos con las vacunas. González Porras cree que no existe relación: “No hay ninguna evidencia científica que suponga un aumento del riesgo de trombosis en mujeres bajo tratamiento con anticonceptivos hormonales, por tanto, no hay motivos para rechazar la vacuna por riesgo de complicaciones trombóticas. Deben aplicarse las mismas recomendaciones que para la población general”.

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